El Madrid ata la Liga en el Camp Nou

La Liga va definitivamente camino de Madrid. La condici¨®n de l¨ªder del equipo blanco cambi¨® el guion del cl¨¢sico, hasta esta noche seguramente uno de los partidos de signo m¨¢s favorable para el Barcelona, un equipo abatido en su propio Camp Nou. No merece discusi¨®n la victoria del Madrid, cuyo ejercicio defensivo fue m¨¢s riguroso y contundente que la ofensiva del Bar?a. Los blancos desactivaron hasta negar a los azulgrana y se aseguraron el triunfo y el r¨¦cord de goles con dos jugadas: una penaliz¨® la desorientaci¨®n local al inicio y la otra ratific¨® la jerarqu¨ªa madridista cuando repuntaban los barcelonistas. El partido perfecto para Mourinho, ganador finalmente en el estadio del Bar?a.

Tambi¨¦n Cristiano tuvo m¨¢s peso que Messi. Y la incidencia de ?zil fue superior a la de Xavi. Ya se sabe que cuando no marca La Pulga no gana el Bar?a y desde hace tiempo el s¨®leo martiriza a Xavi. Los azulgrana aceptaron la derrota con deportividad. Nadie impidi¨® la celebraci¨®n blanca en el estadio. El Bar?a supo perder incluso ante el Madrid, superior en el grueso de la Liga y esta noche tambi¨¦n en un mano a mano muy deportivo, alejado de las ¨²ltimas trifulcas. Ten¨ªa raz¨®n Guardiola. El t¨¦cnico estaba convencido de que era imposible renovar el t¨ªtulo de Liga, y no se rebel¨® nadie en el Bar?a contra el Madrid. No remacharon los azulgrana el remonte emprendido en Pamplona.

El Madrid no necesit¨® ni siquiera de su mejor versi¨®n para asegurarse pr¨¢cticamente el t¨ªtulo en casa del campe¨®n, la mejor manera de oficializar el traspaso de poderes. Jugaron los madridistas con determinaci¨®n y car¨¢cter, agresivos con el bal¨®n, convencidos de que se acababa el campeonato. A falta de cuatro jornadas y con siete puntos de ventaja, no hay duda sobre el ¨¦xito del equipo de Mou. El Madrid se pareci¨® m¨¢s que nunca a su t¨¦cnico y al Bar?a se le vio dudar tanto como a su t¨¦cnico con la continuidad. La imbatibilidad azulgrana en el Camp Nou se acab¨® el ¨²nico d¨ªa que necesitaba la victoria. Aunque tuvo coraz¨®n, al Bar?a le faltaron pies y cabeza en el peor de los momentos.

Los blancos se parecieron a su t¨¦cnico, y los locales dudaron como el suyo

Las dos alineaciones respondieron a la grandeza de la cita, sobre todo la del Madrid, m¨¢s ofensivo que nunca, muy se?or en el feudo del Barcelona, que se despleg¨® nuevamente a partir del ya famoso 3-4-3. Aunque Mourinho siempre tiene la necesidad de dejar su huella con la presencia de Coentr?o, titular frente a Marcelo, el t¨¦cnico portugu¨¦s complet¨® la formaci¨®n m¨¢s futbolera posible, la que da cabida a Ronaldo, Benzema, ?zil y Di Mar¨ªa. Nada de especular ni de concesiones en las ¨¢reas: apretaban los delanteros ante Vald¨¦s y encimaban los defensas a Messi para suerte de Xabi Alonso y Khedira, c¨®modos y suficientes, reyes de la divisoria.

Qued¨® la cancha a merced del Madrid, mejor en el juego y resolutivo desde el c¨®rner, una suerte que domina excelentemente, el punto d¨¦bil en cambio del Barcelona. Vald¨¦s sac¨® con la punta de los dedos el cabezazo de Cristiano nada m¨¢s comenzar para despu¨¦s vencerse ante el testarazo de Pepe: el portero no pudo retener el cuero y tampoco acert¨® a rechazarlo Puyol, para suerte de Khedira, que meti¨® la pierna para dejar la pelota en la red. La jugada expres¨® la confusi¨®n del Barcelona. No daban pie con bola los azulgrana, dispersos en la medular, incapaces de tirar la l¨ªnea de pase, inferiores en el cuerpo a cuerpo. El Bar?a era un flan ante el Madrid. No funcionaba el atrevido plan de Guardiola.

Ausente de nuevo Piqu¨¦ en la zaga, ni Alves ni Tello entraban en juego como extremos ni tampoco funcionaba Thiago. A pesar de la superioridad num¨¦rica de sus centrocampistas, los barcelonistas no sorprend¨ªan al Madrid, que defend¨ªa con autoridad y solvencia, excelente en las ayudas y coberturas, prietas sus filas, amo del cotarro. Expresado su mando en el marcador, el equipo blanco se dedic¨® a neutralizar al Bar?a, muy embolicado, falto de continuidad en su f¨²tbol, irreconocible. Redoblar su ofensiva no le hab¨ªa servido de nada a Guardiola.

Hab¨ªa que activar a Messi, muy parsimonioso, solo presente en una asistencia que no emboc¨® Xavi. No hubo m¨¢s ocasiones por parte del Barcelona, a veces hipotenso y en otras desquiciado, jam¨¢s sereno, neutralizado por el vigor f¨ªsico y el trazo grueso del Madrid, excelente en la presi¨®n y en el juego sin bal¨®n, siempre amenazador con las salidas de Benzema y Cristiano. Incluso con un campo r¨¢pido por la lluvia, los azulgrana no le daban aire a la pelota, ni tocaban ni se asociaban ni combinaban, desfigurados. No interven¨ªa Guardiola y no mejoraba el Bar?a mientras Mourinho contemplaba feliz su obra con el Madrid.

Messi, un espectador, fue muy parsimonioso y solo estuvo presente en un pase a Xavi

A veces da la sensaci¨®n de que el Bar?a est¨¢ convencido de que los goles llegan de forma autom¨¢tica cuando el m¨¦todo se aplica de forma laboriosa y paciente, con independencia del rival, sin mayor intervenci¨®n. A falta de Villa, quiz¨¢ el delantero m¨¢s ego¨ªsta y necesario en las situaciones de apuro, no hay m¨¢s puntos de inflexi¨®n que la agresividad de Alexis, las apariciones de Thiago o las irrupciones de Tello, protagonistas de una excelente acci¨®n que el delantero no supo embocar, perfilado ante Casillas. No perdon¨®, en cambio, Alexis en un doble remate despu¨¦s de un tiro de Adriano, que recogi¨® un rechace de Casillas a tiro de Tello, el ¨²nico que daba salida a Messi.

La respuesta del Madrid, solidario y efectivo, fue tan inmediata como admirable, propia de un equipo que se siente seguro, mejor esta vez que el Bar?a. ?zil habilit¨® con un pase excelso a Cristiano y el portugu¨¦s sorte¨® a Vald¨¦s en un regate largo despu¨¦s de ganar la espalda a los centrales con una carrera al espacio diab¨®lica. El tanto fue autoritario y disuasorio. Ya no hubo m¨¢s noticia en el partido: la acci¨®n val¨ªa por una Liga y as¨ª lo acept¨® el Bar?a, desnortado despu¨¦s de sumar su segunda derrota seguida, superado por el Chelsea y por el Madrid. Mourinho consigui¨® hacer malo al Bar?a en su primera victoria en el Camp Nou. A fin de cuentas, el encuentro reflej¨® la trayectoria de la Liga: el Bar?a siempre ha ido a remolque del Madrid.