La Liga de Casillas

No hay otro club m¨¢s dif¨ªcil para desempe?ar cargos de responsabilidad que el Real Madrid. En ninguna de las grandes instituciones del f¨²tbol europeo cambia la marea del poder con m¨¢s frecuencia y m¨¢s violencia. Los flujos circunstanciales lo arrastran todo, incluyendo los ¨ªdolos, esos jugadores que no solo adora la propia hinchada sino que son respetados por una amplia mayor¨ªa de los amantes del juego. En este ¨¢mbito, Casillas, capit¨¢n del equipo, el futbolista m¨¢s representativo del madridismo, a veces resulta una pieza tan ex¨®tica y delicada como un jarr¨®n chino en una guarder¨ªa.

La refundaci¨®n del Madrid a que aspira Florentino P¨¦rez y su estrecha asociaci¨®n con el entrenador, Jos¨¦ Mourinho, han trasladado el eje de rotaci¨®n del club a los despachos. La estrategia no suele contar, como anta?o, con la opini¨®n de los futbolistas m¨¢s veteranos. Por delegaci¨®n presidencial, el entrenador y m¨¢nager ejerce facultades jam¨¢s antes concedidas a un t¨¦cnico. En la gesti¨®n del equipo Mourinho ha ostentado sus prerrogativas sin m¨¢s l¨ªmites que el que le puso el p¨²blico, cuando le pit¨® el trivote, y el que le marc¨® Casillas cuando rechaz¨® su plan de denuncias sistem¨¢ticas de los arbitrajes.

La sencillez es el principio y la fuerza de Casillas. El hombre, que siente especial apego por su pueblo de ?vila, se ha comportado con la austeridad de un campesino en las situaciones de mayor presi¨®n, dentro y fuera del campo. Su visi¨®n del espect¨¢culo al que ha dedicado su oficio est¨¢ despojada del m¨¢s m¨ªnimo dramatismo. Cuando le preguntaron con qu¨¦ se quedaba de la temporada, tras ganar su primera Liga como capit¨¢n, respondi¨® que prefer¨ªa atesorar los episodios m¨¢s cr¨ªticos antes que recrearse en los afortunados. ¡°Me quedo con los momentos malos¡±, dijo. ¡°En los momentos buenos estamos todos y somos los primeros en dar la cara. Pero en los momentos malos, como en los empates contra al M¨¢laga y el Villarreal, es cuando realmente se conoce a las personas y se ve el valor del grupo¡±.

¡°Particularmente, me da igual ganar el t¨ªtulo. Si me alegra es por la afici¨®n¡±

Los jugadores y los empleados del club consultados recuerdan que el punto m¨¢s grave de aquellos d¨ªas, tras el 1-1 en Vila-real, fue la reuni¨®n que mantuvieron con Mourinho la v¨ªspera de recibir a la Real. La distancia con el Bar?a se hab¨ªa reducido a seis puntos antes de viajar al Camp Nou y el t¨¦cnico convoc¨® una asamblea para hablar de la delicada encrucijada. Mourinho repiti¨® a los jugadores lo que les hab¨ªa indicado en El Madrigal: que ¨¦l consideraba que hab¨ªa que lanzar mensajes para denunciar los arbitrajes. Hizo hincapi¨¦ en que cre¨ªa que ser¨ªa ¡°un error¡± no hacerlo puesto que detr¨¢s de las decisiones arbitrales se escond¨ªa una conspiraci¨®n para arrebatarle la Liga al Madrid.

Mourinho no hab¨ªa acabado su exposici¨®n cuando, seg¨²n uno de los presentes, Casillas lo interrumpi¨®. ¡°Mira¡±, dijo el portero, ¡°aqu¨ª cada uno puede hacer lo que quiera, que ya somos todos mayores. El que quiera hablar mal, que lo haga, y el que no, no. Yo pienso que estar pendientes de los ¨¢rbitros es una equivocaci¨®n. El calendario que nos espera es muy jodido y si estamos pensando en otras cosas que no sean jugar partido a partido vamos a despistarnos. Si no ponemos todo en el campo vamos a perder la Liga seguro¡±.

¡°Si nos distraemos con los ¨¢rbitros, lo perderemos¡±, advirti¨® a Mourinho

Mourinho no tuvo mucho m¨¢s que decir. Poco a poco su estrategia de guerra psicol¨®gica se difumin¨®. Los jugadores aseguran que la visi¨®n de Casillas result¨® m¨¢s convincente. Concentrados en el f¨²tbol, se sintieron liberados. Sobre todo para acudir al Camp Nou, donde ataron el t¨ªtulo despu¨¦s de ganarle al Barcelona por 1-2.

Con la marcha de Ra¨²l en 2010, el liderazgo del equipo recay¨® en Casillas. El capit¨¢n es, a sus 30 a?os, el ¨²ltimo de una estirpe de canteranos que transitaron al primer equipo sin pasar por la estaci¨®n intermedia de la cesi¨®n. En su relaci¨®n con Mourinho prevalece un sentimiento de desconfianza mutuo, sobre todo desde que el entrenador estudi¨® despojarle de la capitan¨ªa, en el verano. Con la directiva el trato es profesional pero distante. No parece casual que el d¨ªa de la eliminaci¨®n de la Champions Florentino P¨¦rez felicitara a Karl-Heinz Rummenigge, directivo del Bayern, dici¨¦ndole que su portero, Neuer, ¡°es el mejor del mundo¡±, seg¨²n declar¨® a Sky el alem¨¢n.

A sus 30 a?os, el ¨²nico respaldo de Casillas es su trayectoria. Lo legitiman los hechos. El d¨ªa que el Madrid qued¨® eliminado ante el Bayern par¨® dos penaltis, se interpuso en varios balones de gol y salv¨® tres mano a mano. El Bernab¨¦u le dedic¨® una ovaci¨®n de reconocimiento. Solo el afecto de la gente convierte al portero en el hombre m¨¢s significativo para el madridismo.

En San Mam¨¦s, tras el ba?o de champ¨¢n, Casillas, al ver que Karanka se encaminaba a la sala de prensa para ejercer de portavoz en el d¨ªa del alir¨®n, resolvi¨® acompa?ar al ayudante de Mourinho para ofrecer un discurso sosegado. Solo Karanka habl¨® de ¡°nuestro m¨ªster¡± para atribuir m¨¦ritos a su jefe. Casillas omiti¨® los personalismos, no mencion¨® al t¨¦cnico, habl¨® del logro del ¡°grupo¡± y se refiri¨® a la Liga como una cosa corriente que en el Madrid no deber¨ªa servir para ufanarse m¨¢s de la cuenta. ¡°Particularmente, me da igual ganar la Liga¡±, coment¨® en Real Madrid TV, ¡°si me alegra es por la afici¨®n¡±.