M¨¢s no se puede pedir
Apuntando hacia una final CSKA-Barcelona, nada sorprender¨ªa que fuese la contraria. Estando Obradovic por medio, todo lo que no apunte en su direcci¨®n debe ser puesto en entredicho, por mucho magnate exsovi¨¦tico que se empe?e.
![Kazlauskas y Kirilenko, por el CSKA, y Diamantidis y Obradovic, por el Panathinaikos, posan con la Euroliga](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KLFUWE5UQOM7GPPGBAOPZBIQS4.jpg?auth=d7b94bd7826beda2fc1442c644e6a0e836a0565a375d1579bf486f046a420439&width=414)
Cita de enjundia en Estambul. No es para menos, pues los cuatro aspirantes poseen credenciales suficientes como para reclamar atenci¨®n. Conjuntos bragados, expertos en los intr¨ªngulis y tiempos de un sistema de competici¨®n dram¨¢tico y exigente, y con plantillas generosas en gente ilustre. Si es cierta la corriente de opini¨®n que se?ala los banquillos como el lugar donde se gana este torneo (fundamentada en el efecto Obradovic) all¨ª tambi¨¦n encontraremos cl¨¢sicos junto al ganador por antonomasia, como el incombustible Ivkovic y otro habitual ya como Xavi Pascual. Que por nombres no quede.
Viene siendo tradici¨®n todos los a?os entretenernos en las horas previas se?alando un favorito, dudoso y poco efectivo honor que en esta ocasi¨®n ha reca¨ªdo en el CSKA de Mosc¨². La verdad es que viendo su plantilla no extra?a tal consideraci¨®n, pues atesora una descomunal cantidad de talento. Solo con su tripleta estelar, formada por Teodosic, Kirilenko, que prefiri¨® el fr¨ªo de Mosc¨² al calor de Salt Lake City (m¨¢s una monta?a de dinero, supongo) y el astuto Krsic, es suficiente para justificar la inc¨®moda etiqueta. Pero es que por ah¨ª andan Siskaukas, Khryapa, Lavrinovic o el estadounidense Gordon, suficiente arsenal para haber llegado a la Final a Cuatro sin ning¨²n tipo de apuro (18-2 de balance).
El CSKA atesora una descomunal cantidad de talento. Es el gran favorito
En esto se empareja con el Barcelona, que incluso presenta una mejor tarjeta de visita (18-1). Todav¨ªa escociendo el recuerdo del varapalo que result¨® su dolorosa eliminaci¨®n la temporada pasada a manos del Panathinaikos, vuelve a la FF sin hacer m¨¢s ruido que el necesario pero aparentemente en el mejor momento de la temporada. A la espera de recuperar plenamente a Navarro (con todo lo que esto significa) despu¨¦s de un curso complicado f¨ªsicamente, con mejores versiones de Mickael o N¡¯Dong y la inestimable aportaci¨®n de Eidson entre otras buenas noticias, los azulgrana abandonan el papel de actor principal (ahora habla ruso), algo inusual en los ¨²ltimos a?os. Eso s¨ª, su rival en semifinales ser¨ªa el elegido por ellos si hubiesen podido elegir entre los tres adversarios, lo que si no allana, s¨ª al menos dulcifica el camino.
Ahora bien, estando Obradovic por medio, todo lo que no apunte en su direcci¨®n debe ser puesto en entredicho, por mucho magnate exsovi¨¦tico que se empe?e. Su curr¨ªculum resulta impresionante y habla de victorias teniendo los mejores equipos y tambi¨¦n no contando con los mejores elementos. Su arsenal de tretas deportivas y sicol¨®gicas no admite comparaci¨®n (apostar¨ªa por un intento de desestabilizar emocionalmente a Teodosic en la semifinal), movi¨¦ndose como pez en el agua donde otros se ahogan. No es la primera vez que alcanza la final a trancas y barrancas, ni tampoco que resucita cuando parec¨ªa muerto. En esto son unos aut¨¦nticos artistas y este a?o no ha sido diferente, pues tuvieron que remontar en Tel Aviv ante el Maccabi un 1-2 para rematar ag¨®nicamente en Atenas. Pero lo que cuenta es que al final siempre est¨¢n donde quieren y nadie se mueve mejor que ellos en esos terrenos donde a otros se les cae el mundo encima.
Apuntando hacia una final CSKA-Barcelona, nada sorprender¨ªa que fuese la contraria, aunque al Bar?a se le puede exigir no fallar en el primer acto. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que el fin de semana se presenta apasionante, con sonoros duelos colectivos e individuales, inteligentes entrenadores y el m¨¢s importante de los trofeos en juego. M¨¢s se puede pedir, pero es dif¨ªcil de dar.
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