El Bar?a pica alto en un cartel de ensue?o

A Andrei Kirilenko le sirvieron en bandeja la posibilidad de definir la grandeza del baloncesto europeo en la multitudinaria puesta de largo de la Final a Cuatro en un lujoso hotel en Estambul, junto al B¨®sforo. ¡°Los cuatro equipos que est¨¢n aqu¨ª ser¨ªan competitivos en los playoffs de la NBA¡±, resolvi¨® el ex jugador ruso de Utah Jazz, que esta temporada ha postergado la Liga estadounidense para comandar la poderosa escuadra del CSKA de Mosc¨².

Nadie se hubiera atrevido a sugerir la comparaci¨®n en 1992 cuando, tambi¨¦n en Estambul, se coron¨®, en plena Guerra de los Balcanes, la epopeya del maravilloso Partiz¨¢n de Belgrado, con jugadores como Djordjevic y Danilovic. Veinte a?os despu¨¦s, la Euroliga regresa a la populosa ciudad turca con un cartel de ensue?o, con cuatro de los cinco equipos que m¨¢s veces han concurrido en las finales: 11 presencias acumulan en ellas el CSKA y el Panathinakos de Obradovic y Diamantidis, campe¨®n hace un a?o, que dirimir¨¢n la primera semifinal (17.00, Tdp); con 12, el Barcelona ostenta el r¨¦cord de participaciones, frente a las siete del Olympiacos (20.00), el mismo equipo al que gan¨® la final de 2010 en Par¨ªs y perdi¨® la de 1997 en Roma.

Los cuatro contendientes y sus cuatro entrenadores saben lo que es ganar esta competici¨®n: seis t¨ªtulos suma el Panathinaikos y ocho su entrenador, Zeljko Obradovic; otros seis el CSKA y uno Jonas Kauzlaukas; dos el Barcelona y uno Xavi Pascual; y uno el Olympiacos y Dusan Ivkovic.

Dos cuartos de lo mismo puede decirse de buen n¨²mero de jugadores con se?as de identidad en la NBA, como son Kirilenko y Krstic, Jasikevicius o Navarro. El capit¨¢n del Bar?a no pudo estar presente en el acto debido a la reaparici¨®n de las molestias en la planta del pie que le mantuvieron inactivo hace algunas semanas. Pascual se mostr¨® muy seguro de que jugar¨¢ contra el Olympiacos. ¡°Lo que no s¨¦ es en qu¨¦ estado se encontrar¨¢¡±, apostill¨®. Adem¨¢s, Ndong lleva dos d¨ªas sin entrenarse a causa de un virus intestinal.

Pascual suma su tercera final y aspira a su segundo t¨ªtulo. Desde el banquillo, y antes tambi¨¦n desde la grada como espectador, dice haber visto a muchos jugadores, a muchas estrellas que se han encogido por la importancia de la cita. Subraya la necesidad de que sus jugadores sean capaces de no extraviarse en una final que califica como ¡°una isla¡± dentro de la competici¨®n. ¡°Cuando llegas a la ciudad, respiras una cosa diferente¡±, cuenta. ¡°Los jugadores sienten que est¨¢n viviendo lo m¨¢ximo, que no saben cu¨¢ndo lo podr¨¢n repetir, que lo tienen que hacer muy bien. Controlar estos aspectos es dif¨ªcil, pero es muy importante. Es muy f¨¢cil en esta competici¨®n desorientarse, desenfocar. Es importante centrarse solo en el partido contra el Olympiacos, ocuparte solo de lo que puedes controlar y que las emociones no te empujen a salirte del guion¡±.

Pascual analiza con verbo r¨¢pido una trayectoria, la del Barcelona este curso, que considera s¨®lida. ¡°Son 62 partidos y siete derrotas. Cinco han sido en la Liga Endesa, en la que hemos encajado menos puntos y hemos anotado muchos m¨¢s que el a?o pasado. En la Euroliga hemos sufrido una sola derrota, y en la Copa del Rey, otra, en la final, a la que Navarro lleg¨® con molestias y en la que se lesion¨® Eidson¡±.

El Barcelona es el equipo que menos puntos ha encajado a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada en la Euroliga, 61,5 de promedio. ¡°Para ganar cualquier partido hay que jugar bien en los dos lados. Ahora bien; sin defensa, no ganas. Es como tener los deberes hechos. No podemos perder nuestra identidad. Atr¨¢s hay que estar siempre perfectos¡±.

El Barcelona pica alto en Estambul. Su camino lo marcan algunos de sus ¨²ltimos partidos, en los que tambi¨¦n brill¨® en ataque y super¨® a Caja Laboral y Madrid.