Mercedes ya no es una sorpresa
La firma alemana ha encontrado el equilibrio de un b¨®lido que responde tambi¨¦n en circuitos lentos
El proceso de ensamblaje de las piezas de un b¨®lido de f¨®rmula 1 requiere su tiempo. Similar o mayor, que el del apartado humano que decide su ubicaci¨®n en el producto final. La combinaci¨®n de ambas ha tenido como resultado la situaci¨®n actual en la que se encuentra Mercedes, indiscutible vencedor tras el Red Bull de Mark Webber, en M¨®naco. Un empuj¨®n a la trayectoria de una marca que en la sexta carrera del campeonato se ha colocado como una apuesta consistente. No solo por el segundo puesto de Nico Rosberg que confirma el punto de voltaje sobre el que se encuentra la escuder¨ªa alemana, sino por la pole conseguida el d¨ªa antes por el incansable Schumacher. Un pu?etazo en la mesa de un campe¨®n con conversaciones pendientes.
Es adem¨¢s el fruto de un trabajo anunciado que necesitaba un tiempo de rodaje y en el que mucho tienen que decir no solo el director Ross Brawn, tambi¨¦n Aldo Costa, ex de Ferrari, Bob Bell, ex de Renault, y Geoff Willis, ex de HRT, en la direcci¨®n t¨¦cnica. La uni¨®n de este conjunto de cabezas pensantes ha logrado encontrar el punto de equilibrio necesario para lograr un b¨®lido capaz de explotar todo el potencial en circuitos con largas rectas, como el de Shanghai, donde Rosberg se subi¨® a lo m¨¢s alto del podio, o como el de M¨®naco, en el que la tracci¨®n es lo que marca el ¨¦xito entre las estrecheces del trazado. Funcion¨® de maravilla el conducto f por el que el monoplaza reduce su resistencia al aire en el aler¨®n delantero y que le sirve para conseguir ese plus de velocidad que marca la diferencia.
El rendimiento del conjunto alem¨¢n es el fruto de un trabajo anunciado que necesitaba su tiempo de rodaje
Se esperaba de M¨®naco una verdadera prueba de fuego para el Mercedes. Un trazado trampa a priori en el que no da tiempo a desplegar toda la potencia del motor, y donde en manos de los dos pilotos alemanes, el b¨®lido se movi¨® en lo m¨¢s alto de la tabla de marcas. S¨ªntoma inequ¨ªvoco de que el compromiso m¨¦canico ha alcanzado su punto m¨¢ximo. A falta de la victoria, los resultados del fin de semana alivian la tensi¨®n creada en la escuder¨ªa alemana tras las palabras de Ingo Speich a mediados del mes de abril, un inversor del grupo Daimler que gestiona, entre otras marcas, la del equipo de f¨®rmula 1, en las que aconsejaba a la marca su abandono del mundial para dedicarse exclusivamente a la fabricaci¨®n de turismos. Desde entonces las voces discrepantes que aseguraban adem¨¢s que aquellos discretos registros dinamitaban la imagen de marca de Mercedes en el mercado se han apagado tras la progresi¨®n de un coche que se encuentra en este momento entre los primeros de la parrilla.
A pesar de que el gran premio de ayer termin¨® con el abandono de Schumacher tras un golpe con Grosjean, el heptacampe¨®n del mundo ha demostrado que aun tiene cosas que decir. No se puede interpretar como un accidente que el Kaiser haya vuelto a destacar entre unos focos repartidos en las ¨²ltimas carreras. No es hombre de tirar la toalla, y menos ahora que el Mercedes empieza a dar el resultado deseado. Su experiencia en otras escuder¨ªas como Benneton o Ferrari ha servido para dar vida a un coche que se movi¨® lejos del indomable Red Bull de Vettel el curso pasado. Si hay un circuito que exija un plus en los pilotos para rescatar las posiciones que el trazado no cede, ese es el del M¨®naco.
Tras el ¨¦xito del trabajo en equipo de la firma alemana y el buen hacer de sus pilotos, el mundial m¨¢s enrevesado de los ¨²ltimos a?os puede tener ahora un invitado inesperado, no por nombre, sino por tiempo de espera desde su ¨²ltima aparici¨®n.
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