El buen gusto por el f¨²tbol

El juego de equipo se ha impuesto de nuevo sobre las individualidades en una Eurocopa exenta, por otra parte, de mayores pol¨¦micas. Ha habido partidos interesantes, momentos muy especiales, alguno de m¨¢ximo suspense, y goles para el recuerdo. La idea futbol¨ªstica que defiende la selecci¨®n espa?ola desde 2008 ha cuajado en el f¨²tbol europeo por encima del juego coyuntural que podr¨ªan representar equipos como el Chelsea. Mandan los centrocampistas en Espa?a desde hace ya mucho tiempo y ahora tambi¨¦n en Italia y Alemania. Jugadores como Iniesta, Pirlo y ?zil han tenido m¨¢s continuidad que figuras como el portugu¨¦s Cristiano Ronaldo.

MUCHA DEPORTIVIDAD

Devic, Carballo y Nasri

A excepci¨®n del gol no concedido a Devic, despu¨¦s de que su remate fuera sacado desde dentro de la porter¨ªa por Terry, en el partido Ucrania-Inglaterra (0-1), apenas ha habido contenciosos arbitrales. La jugada, en cualquier caso, mantiene abierto el debate. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, aboga por introducir la tecnolog¨ªa en el f¨²tbol, especialmente en la l¨ªnea de gol, mientras el de la UEFA, Michel Platini, entiende que alcanza con la incorporaci¨®n del quinto ¨¢rbitro, o colegiado asistente, como soluci¨®n ya contrastada en el campeonato de Polonia y Ucrania. Adem¨¢s del error del h¨²ngaro V¨ªctor Kassai, hay que contabilizar la mala actuaci¨®n del espa?ol Velasco Carballo en el encuentro inaugural: Polonia-Grecia. Solo se han contabilizado cuatro penaltis y tres expulsiones ¡ªdos tarjetas rojas y una pena m¨¢xima se dieron en el partido ya referido del inicio del torneo¡ª y el comportamiento de los jugadores ha sido muy correcto, excepci¨®n hecha de la trifulca de Nasri con algunos medios de comunicaci¨®n franceses.

Algunos medios italianos denunciaron su temor a que se produjera un biscotto, un ama?o, en el partido Espa?a-Croacia, expresado en un empate a dos, que habr¨ªa dejado a La Azzurra fuera de la ronda de los cuartos. Aunque los italianos estuvieron a un gol de ser eliminados, igual que ocurri¨® con otras selecciones como la alemana, finalmente solo penalizaron los rusos, abatidos por los griegos. La tercera jornada, la ¨²ltima de grupo, se manifest¨® como la m¨¢s peligrosa del torneo porque penaliza el riesgo de especular con el marcador.

UN BUEN CAUDAL DE GOLES

Juve, Madrid, Bar?a...

La media de goles ha sido significativa: 2,45 por partido. ?nicamente dos encuentros acabaron con empate a cero, el Italia-Inglaterra y el Portugal-Espa?a, y en ambos se produjeron los momentos de mayor suspense y emotividad del campeonato, cuando en las tandas de penalti Pirlo y Sergio Ramos transformaron sus lanzamientos al estilo Panenka.

El juego de equipo ha tenido m¨¢s incidencia que los goleadores: los mejores artilleros se quedaron en tres tantos. El cuadro final certifica, por lo dem¨¢s, el ascendente del juego de ataque por encima del m¨¢s defensivo. El protagonismo de equipos como el Madrid, el Barcelona y el Bayern M¨²nich, semifinalistas de la Champions, ha estado muy por encima del mostrado por el campe¨®n, el Chelsea, cuyo ¨¦xito se estima coyuntural, sin influencia en los dem¨¢s equipos. La cr¨ªtica ha prestado m¨¢s atenci¨®n al Juventus, campe¨®n del calcio, vivero de Italia y pr¨®ximo participante en la Copa de Europa.

LAS GRANDES DECEPCIONES

Holanda pierde identidad

A la cabeza est¨¢, sin duda alguna, Holanda, subcampeona mundial y derrotada en los tres partidos jugados, circunstancia que ha provocado la dimisi¨®n del seleccionador, Van Marwijk, a pesar de que ten¨ªa contrato hasta 2016. Al t¨¦cnico oranje de nada le sirvi¨® tener a los m¨¢ximos goleadores de la Liga inglesa (Van Persie) y alemana (Huntelaar) y a jugadores del calibre de Robben. Holanda necesita reinventarse despu¨¦s de perder su identidad. Es un equipo irreconocible desde que se entreg¨® al doble pivote para proteger su calamitosa defensa y precisa tambi¨¦n de un nuevo orden para controlar los egos y los clanes, de nuevo visibles. Tambi¨¦n result¨® sorprendente la salida de Rusia, tan irregular como en el anterior torneo, capaz de deslumbrar ante la Rep¨²blica Checa (4-1) y quedarse a cero ante Grecia. No funcion¨® el plan de Advocaat, entregado al Zenit. No solo no super¨® la primera fase pese a contar con jugadores como Dzagoev y Arshavin, sino que la UEFA le ha amenazado con descontarle seis puntos de la pr¨®xima fase de clasificaci¨®n si sus seguidores reinciden en actos de violencia y racismo. Tambi¨¦n fracas¨® Francia, se?alada como una de las aspirantes al t¨ªtulo por su poder ofensivo, liderado por Benzema, y al final lastrada por su excesivo m¨²sculo y su poco cerebro en la divisoria y sus concesiones en la zaga. La no renovaci¨®n de Blanc como seleccionador, criticado por su conservadurismo ante Espa?a, invita a pensar que la transici¨®n despu¨¦s de la salida por aclamaci¨®n de Dom¨¨nech est¨¢ en punto muerto y la federaci¨®n podr¨ªa optar por un nuevo exfutbolista como timonel: Deschamps.

LOS INTRASCENDENTES

Adi¨®s de los anfitriones

Tampoco ha sido un buen torneo para los anfitriones, incapaces de pasar a la fase decisiva. Aunque el empate contra Rusia, su eterno rival, mitig¨® la decepci¨®n, sobre todo por el golazo de su capit¨¢n, Blaszczykowski, Polonia contin¨²a sin seleccionador y sin ganar un partido en la Eurocopa mientras que el inter¨¦s por Ucrania qued¨® reducido al buen papel del veterano Shevchenko y a las cr¨ªticas de Blokhin por el gol anulado a Devic. Tampoco trascendieron Irlanda, admirada por la fe y el comportamiento soberbio de sus seguidores, ni Dinamarca ni Suecia, de la que se espera quiz¨¢ una mayor notoriedad despu¨¦s de recuperar a Ibrahimovic, quien dej¨® un golazo a Francia.

LOS CUMPLIDORES

Croacia, Grecia...

Ha habido selecciones cuyo comportamiento ha sido relevante con independencia del marcador. Una de las m¨¢s elogiadas ha sido Croacia, enmarcada en el mismo grupo que los dos finalistas y especialmente combativa en cuantos partidos afront¨®. La renuncia a continuar de su seleccionador, Bilic, no parece ser la mejor noticia para un equipo muy peligroso y vers¨¢til. La trayectoria de la Rep¨²blica Checa es igualmente estimable por su regularidad: acostumbra a caer en los partidos de eliminaci¨®n directa despu¨¦s de pasar en silencio la fase de clasificaci¨®n. Y Grecia, un equipo discreto y solidario, solo cedi¨® ante Alemania en un partido con muchas connotaciones pol¨ªticas. Queda el caso de Inglaterra, un conjunto improvisado y que viajaba de inc¨®gnito al mando del veterano Hodgson. Hubo momentos de buen f¨²tbol, se creci¨® con el paso de los partidos y ¨²nicamente claudic¨® en la tanda de penaltis contra Italia. El sereno tiro de Pirlo acab¨® con las payasadas de Hart.

UNOS BUENOS SEMIFINALISTAS

De ?zil a CR

No se col¨® ninguna sorpresa en las semifinales, y las cuatro selecciones clasificadas merecieron disputar el t¨ªtulo. Acaso decepcion¨® Alemania en su cruce con Italia. L?w pec¨® seguramente de conservador en la alineaci¨®n y su equipo perdi¨® el oremus en el campo, v¨ªctima de su juventud. Acostumbrado a jugar siempre con el marcador a favor, no supo remontar ni enfrentarse a un rival m¨¢s experto y que siempre le ha ganado en las fases finales de los grandes torneos. No le sirvi¨® de nada el buen papel de ?zil, excelente como trescuartista, ni la entrada tard¨ªa de Reus. Mejor fue el comportamiento de Portugal, que llev¨® a Espa?a hasta una situaci¨®n l¨ªmite, solo resuelta en los penaltis. El equipo de Paulo Bento domin¨® el encuentro de la misma manera que el de Vicente del Bosque fue superior en la pr¨®rroga y en la suerte suprema desde los 11 metros. Cristiano Ronaldo, quinto lanzador, ni siquiera pudo tirar porque, cuando le tocaba, Espa?a ya hab¨ªa puesto un 4-2 en el marcador electr¨®nico por el acierto de Casillas en la porter¨ªa y de Iniesta, Piqu¨¦, Ramos y Cesc en el marco de Patricio. F¨ªsicamente fuerte y muy bien dispuesta t¨¢cticamente, Portugal parece haber encontrado una l¨ªnea de juego con Bento. A partir de un 4-3-3, es un equipo poderoso en las ¨¢reas con una din¨¢mica estupenda en el medio del campo. El relevante papel de Cristiano no debe ocultar el buen hacer de futbolistas como Pepe, Moutinho o Nani. Y nadie duda tampoco de la progresi¨®n de los j¨®venes valores alemanes. Tienen equipo para dar el salto de calidad definitivo que le han negado los espa?oles por dos veces y los italianos. El f¨²tbol moderno de Espa?a y Alemania ha contagiado incluso a La Azzurra: el catenaccio ha perdido peso respecto a la delantera y especialmente a los medios dirigidos por Pirlo, referente de la selecci¨®n y del Juventus a sus 33 a?os.

SE IMPONEN LOS MEDIOS

Pirlo, como s¨ªmbolo

El juego coral de los centrocampistas ha tenido mayoritariamente m¨¢s trascendencia que los goles de los mejores delanteros. El taconazo de Welbeck ante Ucrania, la volea de Ibrahimovic contra Francia o los dos tantos de Balotelli frente a Alemania dan fe de la calidad de los arietes. No es tiempo, sin embargo, para solistas. Ni Cristiano ha podido hacer campeona a Portugal ni Lewandowski ha sido decisivo en Polonia; Van Persie y Huntelaar fracasaron con Holanda; Mario G¨®mez y Klose tampoco ayudaron a Alemania a repetir la final de 2008; Benzema funcion¨® mejor como centrocampista que como goleador, y tanto Ibrahimovic como especialmente Rooney sumaron poco para Suecia e Inglaterra. La tendencia de los ¨²ltimos torneos se mantiene. La huella de Xavi (2008), Zagorakis (2004) Zidane (2000), Platini (1984) y Luis Su¨¢rez (1964) tiene m¨¢s seguidores que la de delanteros como Van Basten (1988), Hrubesch (1980) o M¨¹ller (1972), o de zagueros del estilo de Sammer (1996) y hasta de porteros como Schmeichel (1992) o Zoff (1968). Panenka (1976) merece cap¨ªtulo aparte porque su ejemplo en el tiro de penalti perdurar¨¢ para siempre con lanzadores como Pirlo, s¨ªmbolo de la t¨¦cnica y la inteligencia, hoy valores m¨¢ximos de la Eurocopa.

El f¨²tbol fue de nuevo generoso con un torneo que empez¨® con preocupaci¨®n, por el retraso en las infraestructuras y el incumplimiento de alguna de las promesas formuladas cuando fue designada la sede, y acab¨® en Kiev con la sensaci¨®n del deber cumplido. El reto de organizar por vez primera una gran competici¨®n en el Este, despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, era may¨²sculo. La respuesta de los participantes reconforta: evoluciona el juego de ataque para que se mantenga el espect¨¢culo y el buen gusto.

Ning¨²n debate resume mejor la situaci¨®n que el afrontado por la propia Espa?a. ?Qu¨¦ es mejor? ?Jugar con un nueve o con un falso nueve o, lo que es lo mismo, prescindir del delantero centro a cambio de ganar un centrocampista?