¡®Territorio comanche¡¯

El m¨¢s viejo del lugar, el tremendo Voigt con sus 40 a?os ya cercanos a los 41, se sent¨ªa coartado en este Tour. Le hab¨ªamos visto varios d¨ªas en cabeza, defendiendo con su imponente planta y con su rodar de apisonadora los intereses del l¨ªder de la carrera, Cancellara. Seguro que no se sent¨ªa c¨®modo en ese papel, a pesar de que muy pocos corredores ¡ªpor no decir ninguno¡ª son tan v¨¢lidos para esa labor como el berlin¨¦s, pero seguro tambi¨¦n que contaba con que esa era una situaci¨®n transitoria, y que llegar¨ªan oportunidades para hacer lo que m¨¢s le gusta, esto es, ciclismo ofensivo. Pero necesitaba primero que Cancellara perdiese el maillot amarillo, y despu¨¦s que llegase el terreno que a ¨¦l le apasiona, el territorio comanche.

Y esas condiciones se cumplieron ayer, as¨ª que por fin vimos a Voigt al ataque. Y ver a Voigt al ataque solo tiene un significado en el pelot¨®n; y es que ese d¨ªa la fuga tiene muchos boletos para llegar. Sabes que si te soldas a su rueda y eres capaz de aguantarle, hay muchas posibilidades de que puedas terminar disputando la etapa. Ahora bien, eso querer lo quieren muchos, pero poder ya es otro cantar.

Por fin vimos a Voigt al ataque. Y eso para el pelot¨®n es que la fuga puede llegar

En el kil¨®metro 8, en un ataque instigado por Voigt, se formaba un grupo de 11 corredores ¡ªtodos ellos de contrastada calidad¡ª que se lanzaban a la aventura sabiendo que el terreno que ten¨ªan por delante era propicio para emboscadas. Sabiendo que la etapa era corta ¡ª157 kms¡ª, Voigt no tuvo paciencia para andarse con t¨¢cticas conservadoras, y aprovech¨® los primeros puertos de la jornada para ir seleccionando el grupo y marcharse hacia adelante con quienes cre¨ªa los m¨¢s fuertes. Pero el pelot¨®n, comandado c¨®mo no por Sky, no conced¨ªa ning¨²n margen a estos movimientos, y las fuerzas que Voigt fue dejando por el camino no sirvieron para que el alem¨¢n sacase ning¨²n beneficio del esfuerzo, m¨¢s que endurecer la carrera.

Por detr¨¢s, en los movimientos sucesivos se colaba Thibaut Pinot, el m¨¢s joven del lugar, 22 a?itos ¡ªm¨¢s de 18 a?os de diferencia, por edad podr¨ªan estos dos incluso ser padre e hijo¡ª, qui¨¦n a la postre resultar¨ªa el h¨¦roe de la jornada.

A partir de aqu¨ª, s¨®lo un dato fall¨® para que esta fuese perfecta para el ciclismo franc¨¦s, y es que ayer era 8 de Julio, y no 14, d¨ªa en el que se conmemora la toma de la Bastilla. Pinot se filtr¨® primero en una escapada de 14 hombres que persegu¨ªa a Kessiakoff. Luego se uni¨® a Gallopin en este empe?o, y tras dejar a ¨¦ste, super¨® al sueco en los ¨²ltimos metros de la subida al Coll de la Croix. Desde ah¨ª, nadie le vio hasta la meta en una exhibici¨®n de calidad, fuerza y car¨¢cter, que anticipa el futuro que este corredor tiene. Un chaval que pese a su juventud, ya hab¨ªa dado muestras de calidad en el pasado; y que ha llegado aqu¨ª al Tour de Francia por petici¨®n propia, pues sus directores ten¨ªan planeado llevarle a la Vuelta a Espa?a, y no al Tour. Pero mucha confianza ten¨ªa que tener en s¨ª mismo, cuando pidi¨®, y fue capaz de convencer a Madiot ¡ªmanager del FDJ¡ª, para reservarle una plaza para esta carrera.

Desde Coll de la Croix nadie vio a Pinot hasta la meta en una exhibici¨®n de car¨¢cter

Y esta victoria signific¨® para m¨ª una alegr¨ªa personal por la simpat¨ªa que me despierta este corredor por ser el portador del dorsal 146. El primer d¨ªa de este Tour expliqu¨¦ los motivos y no quiero ser redundante, pero ayer yo imaginariamente empujaba tanto a Pinot en el llano de los kil¨®metros finales como lo hac¨ªa Madiot desde el coche del equipo.

Bonita etapa, bonito descubrimiento el de este joven franc¨¦s ¡ªde momento el ¨²nico ganador de etapa sin un cach¨¦ contrastado, pero seguro que tras lo visto ayer, con un futuro esperanzador¡ª, y ansioso estoy por ver los resultados de la crono de hoy, especialmente el de Froome despu¨¦s de lo visto anteayer y tras el antecedente de la pasada Vuelta a Espa?a. Veremos, como muchas veces digo, que hay mucho que ver.