El pelot¨®n se fug¨® de Wiggins
Vinok¨²rov aprovecha un despiste de Ur¨¢n para convertirse en campe¨®n ol¨ªmpico a los 38 a?os Espa?a no supo aprovechar el dise?o de la carrera que hab¨ªa hecho
Bradley Wiggins y sus chicos del Sky, con Cavendish m¨¢s r¨¢pido que ninguno, atravesaron hace una semana el Arco del Triunfo de Par¨ªs imperialmente, cabalgando sobre elefantes amarillos, en divertida imagen del gran Le Touzet en Lib¨¦ration. Sin descabalgar siquiera, sobre los mismos paquidermos, alentados por todo Londres m¨¢s Camila y el pr¨ªncipe Carlos, que fueron a la salida ¡ªa no m¨¢s de 500 metros de la casa de mam¨¢, Buckingham Palace¡ª para darle una palmada en la espalda, presurosos como ninguno ¡ªen atletismo habr¨ªan sido eliminados por salida nula, pues cuando a¨²n se llegaban los ni?os en el dos de la cuenta atr¨¢s ya arrancaban¡ª Wiggins y cuatro m¨¢s, tambi¨¦n Cavendish, su hombre, partieron de buena ma?ana hacia las colinas de Surrey, tierra conquistada. Seis horas m¨¢s tarde regresaron por la misma calle, el Mall, que en vez de alfombra roja podr¨ªa ser un r¨ªo de sangre, montados sobre tricotosas a las que hac¨ªan avanzar lentamente sin descomponer el comp¨¢s ni el orden de marcha con pedaladas agil¨ªsimas. Detr¨¢s de ellos, unos cuantos. Delante, unos segundos, casi todo el pelot¨®n, que se hab¨ªa fugado. As¨ª el viejo ciclismo, representado por el m¨¢s viejo, el de la cara y el cuerpo m¨¢s marcado por las cicatrices y las heridas, y tambi¨¦n el alma, y el menos deseado de todos, el lobo Vinok¨²rov, 38 a?os y apetito de hambriento, derrot¨® al nuevo, cuya revoluci¨®n en el Tour pareci¨® definitiva.
Clasificaci¨®n final
1. Alexandre Vinok¨²rov (Kazajist¨¢n) 5h 45m 57s.
2. Rigoberto Ur¨¢n (Colombia) 5h 45m 57s.
3. Alexander Kristoff (Noruega) 5h 46m 05s.
4. Taylor Phinney (EE UU)?5h 46m 05s.
5. Sergey Lagutin (Uzbekist¨¢n)?5h 46m 05s.
6. Stuart O?Grady (Australia) 5h 46m 05s.
7. Jurgen Roelandts (B¨¦lgica)?5h 46m 05s.
8. Gregory Rast (Suiza) 5h 46m 05s.
9. Jack Bauer (Australia) 5h 46m 05s.
10. Lars Boom (Holanda) 5h 46m 05s.
13. Luis Le¨®n S¨¢nchez (Espa?a) 5h 46m 05s.
17. Alejandro Valverde (Espa?a) 5h 46m 05s.
25. Jonathan Castroviejo (Espa?a) 5h 46m 13s.
43. Jos¨¦ Joaqu¨ªn Rojas (Espa?a) 5h 46m 37s.
Los ciclistas espa?oles, despu¨¦s de haber determinado el curso de la carrera, no supieron aprovechar el dise?o que ellos mismos se hab¨ªan trabajado y no pelearon finalmente por la victoria.
Alguno, maligno, podr¨ªa hablar de Ian Stannard ¡ªel campe¨®n brit¨¢nico, uno que no hizo el Tour, pero de la cuadra Sky tambi¨¦n¡ª, David Millar, Chris Froome y Brad Wiggins como de mulas con anteojeras para que sus ojos no puedan ver m¨¢s que dos metros delante, el asfalto de Box Hill, tan abarrotado de espectadores locos como un puerto del Tour tirando de una carreta dorada en la que, sobre una otomana, Mark Cavendish esperaba el momento de decir su frase en la escena, la frase final, la definitiva. Ser¨ªa un poco sangrante la imagen.
En realidad podr¨ªa compar¨¢rseles mejor con un peque?o cuerpo de ej¨¦rcito, muy organizado, pompa y circunstancia, soldados imp¨¢vidos e inalterables, que, ajenos a cualquier sutileza t¨¢ctica, mantienen su plan mientras el mundo se derrumba a su alrededor. Era hermoso verlos as¨ª, tricotando afanosos e indiferentes, mientras a sus espaldas el viejo ciclismo, que no es el del dopaje y la trampa, o no solo, sino el ciclismo latino de la intuici¨®n y la sabidur¨ªa t¨¢ctica, el del instinto y la imaginaci¨®n, tej¨ªa una tela de ara?a que acabar¨ªa convirtiendo la carrera ol¨ªmpica en una magn¨ªfica iron¨ªa, o met¨¢fora, como quieran, en la que la autodesignada cabeza del pelot¨®n acab¨® persiguiendo, in¨²tilmente, la cola inalcanzable del mismo en fuga.
El viejo ciclismo, representado por el campe¨®n, derrot¨® al nuevo, el del Sky
El viejo ciclismo fue Bettini, el t¨¦cnico italiano, y De Santos, el espa?ol, la ciencia latina, los directores de corredores como Nibali, Valverde, Luis Le¨®n, cazadores de afinado olfato, poni¨¦ndose de acuerdo para desmontar pacientemente la ciencia del control de los de Wiggins. Insistiendo vuelta tras vuelta en las ocho del zigzag de Box Hill, grupito aqu¨ª, grupito all¨¢, que parec¨ªan desperdigados y a los que los del Team Gran Breta?a (denominaci¨®n ol¨ªmpica del Sky) dejaban salir como si creyeran que el espacio entre el primer grupo de fugados y el pelot¨®n, ellos, no m¨¢s de dos minutos casi nunca, fuera infinito. Los desperdigados, como imantados, se reunieron finalmente, y cuando salieron de las colinas y afrontaron las grandes v¨ªas de regreso hacia el norte, con el viento de cara, eran ya una bola de nieve incontrolable.
Como los equipos atacantes hab¨ªan tenido la previsi¨®n de mandar a sus rodadores, inmenso el debutante Jonathan Castroviejo por Espa?a, tremendo y desafortunado el incre¨ªble Cancellara por Suiza, los kil¨®metros finales fueron un duelo en la distancia entre Wiggins, Millar y Froome, los mejores rodadores del mundo, contra los fugados a los que nunca pudieron reducir la ventaja. Ni siquiera cuando Cancellara, despistado, se trag¨® una curva que acometi¨® en cabeza a 15 kil¨®metros de la llegada; ni mucho menos, cuando, a 10 kil¨®metros, ante la indiferencia espa?ola, como dos figuras de ballet sincronizadas, uno por la derecha a la salida de una curva cuesta abajo, otro por la izquierda, Vinok¨²rov y Rigoberto Ur¨¢n se fugaron de la fuga. Hecha la diferencia, entre ambos se jugaron la victoria en la alfombra roja de Cavendish. El colombiano se despist¨® mirando a la acera a ver si ve¨ªa un amigo a 200 metros y Vinok¨²rov gan¨® sin rival.
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