El campe¨®n, por los suelos

¡°Este chico es imbatible¡±, dec¨ªan todos los entendidos. Al chico le llaman Superman y es un japon¨¦s de 23 a?os, flequillo imposible y un mont¨®n de gimnasia en un cuerpo que no sube m¨¢s de 1,60m y que parece consumido tan cerca como est¨¢n la tripa y la espalda. Triple campe¨®n del mundo absoluto (no conoce la derrota desde 2009). Subcampe¨®n ol¨ªmpico en Pek¨ªn con solo 19 a?os, cuando a¨²n estaba muy lejos de la madurez deportiva, incluso f¨ªsica. Favorito y, dec¨ªan, sin rival a la vista en los Juegos de Londres. Pues bien, el chico, que se llama Kohei Uchimura, vivi¨® ayer una aut¨¦ntica pesadilla en el ruidoso, espectacular y casi lleno North Greenwich Arena y, aunque no ha perdido ninguna de las opciones para volver a casa como campe¨®n ¡ªni individual, como esperan todos, ni por equipos, lo que ¨¦l m¨¢s desea¡ª, han bastado unos minutos de competici¨®n para quebrar su imagen de competidor de hierro y convertirle en un muchacho vulnerable.

?Uchimura se fue por los suelos nada m¨¢s empezar la competici¨®n. Perdi¨® la barra tras realizar un mortal con pirueta espectacular sobre ella y acab¨® aparatosamente sobre la colchoneta. Su nota (15,000 puntos) se resinti¨®, pero no de forma dram¨¢tica porque su ejercicio es tan dif¨ªcil y el chaval es tan correcto en sus vuelos y giros, las puntas siempre como un bailar¨ªn, que hay poco de donde los jueces puedan restar.

Luego volvi¨® a fallar en arcos y eso no se lo esperaba nadie. Porque los errores y las ca¨ªdas son normales en gimnasia. Los atletas se levantan y siguen como si nada hubiera pasado. Se entrenan tambi¨¦n para eso. Pero dos ca¨ªdas en seis aparatos no es propio de un campe¨®n. ¡°Todav¨ªa estoy intentando entender por qu¨¦ he tenido estos fallos¡±, reconoci¨® Uchimura con un hilo de voz despu¨¦s de la competici¨®n y con un rasponazo en el hombro izquierdo que le recordar¨¢ durante unos d¨ªas su tropiezo.

Apodado ¡®Superman¡¯, a¨²n se pregunta c¨®mo se cay¨® en dos de los seis ejercicios

Los suyos no fueron, sin embargo, errores irremediables. Jap¨®n acab¨® su competici¨®n en tercer lugar ¡ªlos mejores, y esto dice mucho de lo que est¨¢ cambiando la gimnasia en los ¨²ltimos a?os, fueron Estados Unidos y Gran Breta?a, por este orden, dos pa¨ªses que invierten millones en este deporte¡ª y a falta de una subdivisi¨®n, cinco equipos entre los que estaba Espa?a, ten¨ªa asegurada la final del lunes. El campe¨®n tambi¨¦n estar¨¢ en la final individual, aunque ayer fue superado por los estadounidenses Leyva y Orozco y el brit¨¢nico Thomas.

Para Uchimura fue un d¨ªa fastidioso. Aunque brill¨® en suelo, una de sus especialidades, tras los errores, todos en el primer tercio de la competici¨®n, se vio obligado a remontar, algo a lo que no est¨¢ acostumbrado desde hace a?os. Y con ¨¦l iba su equipo, Jap¨®n, una leyenda de la gimnasia, la tierra de los campeones Endo y Kato, de Tsukahara y muchos m¨¢s, que a pesar de la m¨ªstica que le rodea no tiene un campe¨®n ol¨ªmpico absoluto desde Los ?ngeles 1984, cuando Koji Gushiken dio la sorpresa en aquellos Juegos descafeinados por el boicot de la URSS y otros pa¨ªses de la Europa comunista. El equipo que domin¨® la gimnasia ol¨ªmpica entre 1960 y 1976, 16 a?os, con total autoridad y que solo pudo volver a reivindicarse en Atenas 2004, lleg¨® a hundirse ayer hasta la 6? posici¨®n.

Al final, salv¨® la cara. Como la salv¨® Uchimura, que empez¨® a tontear con la gimnasia con solo tres a?os, pero que no se tom¨® en serio el deporte hasta que estuvo en el instituto. Todav¨ªa conf¨ªa en coronarse como el mejor gimnasta de los Juegos, pero primero es el equipo, ese t¨ªtulo que se le resiste. Jap¨®n espera a su estrella. Y la gimnasia, que ve en ¨¦l al atleta m¨¢s completo desde hace d¨¦cadas, tambi¨¦n.