Media hora para enmarcar

Espa?a se fue al descanso perdiendo contra Serbia por 10-14 porque se olvid¨® de lo que es, un equipo, y no supo atacar. Pero termin¨® ganando por 26-21 tras media hora para enmarcar, despu¨¦s de un parcial incre¨ªble: 16-7. Una segunda parte que alg¨²n d¨ªa deber¨¢ servir de ejemplo para los ni?os que este verano han pasado unos d¨ªas en alguno de los muchos campus que se convocan en Espa?a.

Espa?a no tiene sentido si no funciona como equipo y eso fue, con may¨²sculas, en el segundo tiempo. La selecci¨®n, que busca una final que no ha catado en unos Juegos, solvent¨® con una lecci¨®n de balonmano lo que fue una primera parte para olvidar, marcada, sin duda, por la lesi¨®n de su portero, Sterbik, duda para el pr¨®ximo partido por un problema en los gemelos que le oblig¨® a dejar el campo a los 10 minutos de partido. Los m¨¦dicos son optimistas y el jugador tambi¨¦n, pensando en lo mucho que le queda por pelear al combinado espa?ol, pero no vendr¨ªa nada mal que el seleccionador, Valero Rivera, empezara a tener un poco de suerte.

Tras una primera parte que no auguraba nada bueno, Rivera se ech¨® a la cara a sus jugadores en el descanso y les inst¨® a tirar de orgullo y compa?erismo para recuperar su esencia y les pidi¨® que fueran m¨¢s que nunca lo que son, es decir, un equipo. Y eso sucedi¨®. Espa?a, que fue machacada por el poder en el tiro exterior de Ilic y Stankovic, se fue a la caseta magullada, pero reapareci¨® resplandeciente, combativa y orgullosa hasta aplastar a esos serbios de acero contra los que hab¨ªa chocado.

A partir de una defensa tremendamente agresiva ¡ªempezaban en 5-1 y terminaba pr¨¢cticamente con un 3-3, intensos y r¨¢pidos en la anticipaci¨®n a m¨¢s no poder¡ª para combatir el potencial de los martillos serbios, Espa?a se gan¨® el bal¨®n mordiendo hasta robarlo en ocho ocasiones, lo que le permiti¨® correr para remontar y, finalmente, para destrozar al conjunto balc¨¢nico, incapaz de dar respuesta a un equipo que jug¨® media hora maravillosa. Esa esencia de grupo permiti¨® defender muy bien y atacar mejor, en parte porque Rivera se sac¨® un conejo de su chistera sin fondo. La variaci¨®n t¨¢ctica en el ataque por la que opt¨® el seleccionador amarg¨® la vida a Stanic, al otro lado del parqu¨¦ de la Caja de Cobre, y termin¨® siendo decisiva.

El primer tiempo estuvo marcado por la temprana lesi¨®n de Sterbik, uno de los porteros espa?oles

Consciente de que Serbia pudo correr en el primer tiempo porque Espa?a, con poco tiro exterior, no supo atacar suficientemente bien en est¨¢tico, Rivera orden¨® abrir el campo por los extremos a Ugalde y Tom¨¢s, atac¨® con dos centrales ¡ªAginagalde, Moros, Sarmiento, todos arrimaron el hombro¡ª y en 10 minutos igual¨® el partido, con un parcial de 5-2.

Emergi¨® entonces la enorme figura del capit¨¢n, Hombrados, luz y gu¨ªa de este grupo, que mostr¨® para qu¨¦ sirve el talento y la experiencia que le dan los 40 a?os. Ese al que llaman Jota, ese que siempre est¨¢ cuando se le necesita, no par¨® ninguno de los 10 remates de los serbios en el primer tiempo, fr¨ªo, sin apenas haber podido calentarse tras tener que sustituir a su amigo Sterbik, pero cambi¨® el signo del duelo con, al menos, tres intervenciones fundamentales en la segunda parte, mejorando su estad¨ªstica en un 20%. A partir de la defensa y de ese acierto del capit¨¢n, vol¨® Espa?a, en especial Tom¨¢s, agresivo atr¨¢s y letal en el contragolpe, con cuatro goles de cuatro intentos.

Serbia sucumbi¨® a la maravillosa media hora del balonmano espa?ol en su estreno ol¨ªmpico en Londres, seguramente la mejor segunda parte de la era de Rivera al frente del equipo, que se medir¨¢ el martes a Dinamarca, precisamente la actual campeona de Europa.