¡°En el desfile iba tras el Pr¨ªncipe¡±
La primera medallista espa?ola en gimnasia r¨ªtmica, con 16 a?os, se retir¨® solo uno despu¨¦s
El discurso de Carolina Pascual (Orihuela, Alicante; 1976) destila melancol¨ªa. A los 16 a?os toc¨® el cielo en Barcelona 1992. Solo uno despu¨¦s, tras coronarse como la primera medallista ol¨ªmpica espa?ola en gimnasia r¨ªtmica, busc¨® la puerta de salida y el cobijo de su familia. Hastiada de las trituradoras jornadas de entrenamiento, del castigo de su anatom¨ªa y su mente, desapareci¨® del foco, puso el broche a su carrera y se reencontr¨® con los estudios de los que le hab¨ªa privado el deporte. ¡°Quiz¨¢ ten¨ªa que haber apurado hasta Atlanta 1996¡±, matiza ahora desde la perspectiva de madurez que le otorgan sus 36 a?os, ¡°pero, eso s¨ª, me fui a lo grande¡±.
Pregunta. ?Siente un cosquilleo especial estos d¨ªas?
Respuesta. S¨ª, tengo los sentimientos a flor de piel. Viendo el desfile inaugural, me emocion¨¦. En el de Barcelona iba detr¨¢s del pr¨ªncipe Felipe, en la primera fila. Me encantar¨ªa poder volver a vivir algo como aquello. Fue ¨²nico.
P. ?C¨®mo recuerda la final?
R. Hab¨ªa mucha tensi¨®n. La ucrania Alexandra Timoshenko era una pasada, inalcanzable. No tuve chance para el oro, pero sab¨ªa que pod¨ªa hacer algo importante. Sent¨ªa que no pod¨ªa fallar. Fue duro, pero tambi¨¦n disfrut¨¦ mucho porque obtuve el premio al sacrificio de muchos a?os. El p¨²blico estuvo incre¨ªble.
P. Su plata rompi¨® moldes en la gimnasia espa?ola. ?Era consciente de lo que hab¨ªa logrado?
R. No del todo. Era muy jovencita y todo me abrumaba un poco. Ahora lo pienso y se me ponen los pelos de punta. Lo saboreo m¨¢s. Invert¨ª mi infancia en este deporte. Y tuve premio.
Llegu¨¦ a entrenarme 10 horas diarias. Me consum¨ª. No pod¨ªa m¨¢s. Necesitaba volver a casa¡±
P. Su pulso con la ucrania Oksana Skaldina ech¨® chispas.
R. No supo perder. No pudo soportarlo. Demostr¨® toda su rabia en la pista, delante de toda la gente, pero fue peor lo que hizo de puertas adentro. Se volvi¨® loca, pero mi alegr¨ªa era demasiado grande. No le guardo rencor.
P. Sus compa?eras se quedaron af¨®nicas anim¨¢ndole.
R. Me apoyaron much¨ªsimo. Se lo debo todo. Ten¨ªa mucha presi¨®n encima. Era una ni?a y me arroparon de principio a fin. Lo celebramos todas juntas con una cena. Fue precioso. Este a?o nos hemos vuelto a reunir para contar historietas y revivir aquellos d¨ªas en Barcelona.
P. ?Qu¨¦ es de su medalla?
R. La conservo como oro en pa?o. Tiene un gran significado.
P. Despu¨¦s del ¨¦xito, ?por qu¨¦ dej¨® tan pronto la competici¨®n?
R. Es f¨¢cil darle vueltas ahora. Tambi¨¦n me digo: ¡°Si lo hubiese hecho mejor, pod¨ªa haber ganado el oro, pero...¡±. A veces me arrepiento de no haber ido a Atlanta. Miro atr¨¢s y le doy vueltas al tarro, pero no pod¨ªa m¨¢s. La gimnasia me consumi¨®. En Barcelona, eso s¨ª, viv¨ª mis mejores d¨ªas.
P. ?Tanto exprime la ¨¦lite?
R. Llegu¨¦ a entrenarme 10 horas diarias. Exige una dedicaci¨®n plena, a una edad prematura, y eso tiene un peaje. Te pierdes muchas cosas. En mi caso, necesitaba descansar, volver a casa y tener cerca a mis padres.
P. Todav¨ªa comparte techo con ellos en Orihuela.
R. Las cosas est¨¢n muy dif¨ªciles. Todo est¨¢ patas arriba. Solo intento trabajar, vivir de lo que m¨¢s me gusta, del deporte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.