¡°Me he quitado el miedo a nadar¡±
Despu¨¦s de a?os de ensayos, de muchos intentos infructuosos, la nadadora supera por fin la ansiedad en una gran competici¨®n
Jos¨¦ Belmonte, electricista afincado en Badalona, hab¨ªa so?ado con ver a su hija en un podio ol¨ªmpico. Hab¨ªa imaginado ese momento desde que Mireia era una ni?a. M¨¢s de 10 a?os han pasado desde que padre e hija emprendieron la b¨²squeda de una medalla. Quiz¨¢ porque los afanes que agitan la existencia resultan incomprensibles, cuando los deseos se cumplen reina el desconcierto. Mientras la nadadora regresaba al vestuario agarrada a sus zapatillas, su ropa y su toalla, le pasaron un tel¨¦fono. Eran el padre y la madre anegados en l¨¢grimas. ¡°?Hola, qu¨¦ tal!¡±. ¡°?Bieeen!¡±. ¡°?Y t¨²?¡±. ¡°?Bieeen!¡±. ¡°?Adi¨®s!¡±.
Ayer, Mireia, que rompe a llorar con una facilidad asombrosa, dijo que no sac¨® l¨¢grima alguna a pesar de que deseaba liberar por los ojos los sentimientos desbordantes que ten¨ªa. Era la mejor nadadora que ha producido Espa?a en toda su historia. La m¨¢s fuerte, la m¨¢s vers¨¢til, la mejor entrenada. Sin embargo, por su car¨¢cter, le hab¨ªa resultado extenuante afrontar la exigencia psicol¨®gica de los campeonatos. Desde 2008, hab¨ªa perseguido una medalla en Juegos y Mundiales, hundi¨¦ndose a cada intento, paralizada por brotes de ansiedad que no la dejaban competir. A sus 21 a?os, sus compa?eros aseguraban que la madurez le ayudar¨ªa a sobrellevar la tensi¨®n. Pero las pruebas de 400 estilos, 200 estilos y 400 libre que hab¨ªa disputado en estos Juegos no invitaban al optimismo. ¡°Se me agarrotan los m¨²sculos¡±, dijo, tras quedarse fuera de la final de 400 libre.
Desde 2008, hab¨ªa perseguido una medalla en Juegos y Mundiales, hundi¨¦ndose a cada intento, paralizada por brotes de ansiedad que no la dejaban competir
¡°Estos d¨ªas me han servido para entrar en competici¨®n y quitarme ese miedo tan grande que ten¨ªa a nadar¡±, declar¨®, sonriente. ¡°Antes del calentamiento estaba como un flan. Estaba nerviosa, pero bien. Eran nervios buenos. El d¨ªa de la final de 400 estilos estuve demasiado relajada quiz¨¢¡±.
¡°Todo ha merecido la pena¡±, prosigui¨®, emocionada. ¡°La medalla no s¨®lo es m¨ªa. Es de mi familia, de mi entrenador, de mi preparador mental, de la gente de mi club, de todos mis compa?eros y de la gente que ha estado conmigo. Tengo que partirla en mil pedacitos para d¨¢rsela a todo el mundo¡±.
El ambiente de competencia feroz que se respira en la imponente piscina del centro acu¨¢tico de Stratford, como la piscina de los Mundiales de Shangh¨¢i, o la del Foro It¨¢lico en los Mundiales de Roma, debi¨® causarle un profundo impacto. ¡°Al principio pens¨¦ que iba a ser muy dif¨ªcil ganar medalla¡±, coment¨®; ¡°pero me tranquilic¨¦ dici¨¦ndome que si hab¨ªa entrenado bien, tarde o temprano algo tendr¨ªa que salir. Ha salido tarde, pero ha salido¡±.
Ahora que se ha liberado de sus aprensiones, Mireia tiene ante s¨ª la posibilidad de medirse sin complejos en los 800 libres, la carrera que m¨¢s se ajusta a sus raras condiciones, mezcla de resistencia y potencia. Deber¨¢ hacerlo a partir de hoy en la eliminatoria. La final se disputa ma?ana. Si logra otra medalla har¨¢ historia. La ¨²nica mujer espa?ola que la precedi¨® en un podio ol¨ªmpico fue la rusa nacionalizada Nina Zhivanevskaya.
Despu¨¦s de a?os de ensayos, de muchos intentos infructuosos, los sue?os de Jos¨¦ Belmonte y su hija Mireia se hicieron realidad en Londres.
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