Los jugones de Valero

Si Espa?a se deja de experimentos, es decir, si juegan como solo ellos saben, podr¨¢n llegar pr¨¢cticamente hasta donde lo deseen. No hay equipo de balonmano, con permiso de Francia, con las condiciones de esta selecci¨®n de Valero Rivera, con tanto jug¨®n que pueda resultar determinante, sin una estrella sobre la que tenga que moverse todo el engranaje. Pero si se desnaturalizan hasta Corea del Sur, el rival m¨¢s d¨¦bil que se van a encontrar en el campeonato, les puede meter el miedo en el cuerpo.

Por mucho que alguno lo considere imposible, el madrug¨®n trajo buenas noticias. La primera, la recuperaci¨®n de Arpad Sterbik. El guardameta, que cay¨® en el primer suspiro del debut ante Serbia, ha podido resarcirse y disputar todo el partido. No es que estuviera tan entonado como de ¨¦l se espera, pero s¨ª tuvo unas cuantas intervenciones determinantes, sobre todo al final del primer tiempo, cuando evit¨®, con 15-14, que los surcoreanos igualasen.

Como ocurri¨® contra Serbia y contra Dinamarca, los de Rivera desplegaron de inicio un balonmano como pocos se suelen ver hoy en d¨ªa. Feroces en ataque y s¨®lidos atr¨¢s, con Gede¨®n Guardiola y Viran Morros sembrando el p¨¢nico de nuevo -m¨¢s que otra buena noticia, esta es ya una constataci¨®n-, una aut¨¦ntica pesadilla para el ataque del equipo asi¨¢tico. Aparecieron jugadores que hasta ahora no hab¨ªan dado un paso al frente, y que son necesarios, como Joan Ca?ellas y Ra¨²l Entrerr¨ªos, dos genios, aut¨¦nticos trileros del bal¨®n, que descargan presi¨®n, trabajo y minutos a Dani Sarmiento, vig¨ªa del juego espa?ol.

Pero como tambi¨¦n sucedi¨® en los dos primeros partidos, Espa?a pareci¨® sufrir un cortocircuito mediada la primera parte. Cuando dej¨® de jugar a lo que saben. Cuando cay¨® en la trampa de Corea del Sur, que pele¨® hasta convertir la Caja de Cobre en un avispero, en un ir y venir del bal¨®n sin control, buscando el uno contra uno, el sprint constante, la anarqu¨ªa, un sistema en el que Espa?a no est¨¢ c¨®modo.

Puso, pues, orden Arpad Sterbik antes de irse a la ducha, y la vuelta fue otro cantar. Los surcoreanos no tienen la capacidad f¨ªsica para aguantar a Espa?a, y mucho menos para soportar a Guardiola y Morros, as¨ª que todo era cuesti¨®n de paciencia, de templar el partido, de no precipitarse en el ataque, donde uno por uno fueron desfilando el brazo de Jorge Maqueda, clave en todo el campeonato y m¨¢s ante los asi¨¢ticos, despu¨¦s de que se retirase, aparentemente lesionado Eduardo Gurbindo (en principio podr¨¢ seguir en la competici¨®n); la consistencia de Julen Aginagalde en los seis metros; la velocidad de Cristian Ugalde en el extremo izquierdo... as¨ª hasta lograr sentenciar a los surcoreano y poner pie y medio en los cuartos de final. Un pase que se certific¨® matem¨¢ticamente horas m¨¢s tarde, despu¨¦s de que Dinamarca derrotase a Serbia (26-25), a quien los de Rivera ganaron en el primer partido.