Calder¨®n evita el gran batacazo

Hubo?rock and roll cada dos por tres, bailarinas, un animador de primera y toda la parafernalia que corona el entusiasta esfuerzo de un pa¨ªs organizador por lucirse en uno de los pocos deportes que, extra?amente, ni han inventado y en el que no consiguen salir de un ins¨®lito segundo plano. Tal vez por todo eso, porque el equipo espa?ol manej¨® con relativa solvencia casi todo el tiempo, porque se conf¨ªo cuando vio que Mensah Bonsu y Deng perd¨ªan los nervios y se ganaban a pulso dos faltas que los pon¨ªa con un pie fuera del partido, por lo que se dej¨® ir de tal manera que a punto estuvo de darse un batacazo enorme.

Se salv¨® Espa?a a la heroica, con un par de robos de bal¨®n de San Emeterio y Calder¨®n y gracias la perfecta ejecuci¨®n del base extreme?o desde la l¨ªnea de tiros libres propiciados por las faltas de los brit¨¢nicos, en un tramo final de aqu¨ª te pillo y aqu¨ª te mato. Les fue de maravilla porque Freeland y Deng, inspirad¨ªsimos, con 51 puntos y 16 rebotes entre los dos, y hasta Clark y Reinking se apuntaron a la fiesta de los triples que hicieron temblar a Espa?a.

Despu¨¦s de dominar todo el tiempo gracias al juego interior, gracias a los hermanos Gasol y tras haber tenido el partido visto casi para sentencia con un 60-48 bien entrado el ¨²ltimo cuarto, el equipo de Scariolo perdi¨® la br¨²jula ante la presi¨®n defensiva que utiliz¨® Reino Unido. No estuvo bien la segunda unidad, ni Ibaka, ni Felipe Reyes, ni Llull, ni Claver¡­ casi ninguno de los hombres de refresco. Y cuando el juego entr¨® en esa din¨¢mica tampoco volvieron con la fuerza de los tres primeros cuartos los hermanos Gasol.

En el ¨²ltimo cuarto, los de Scariolo perdieron la br¨²jula ante la presi¨®n defensiva

La ventaja se esfum¨® en los ¨²ltimos minutos en los que Deng y Freeland se mostraron inspirad¨ªsimos sin que la defensa lograra ajustarse a su quehacer, los dos operando siempre lejos de la zona. Los brit¨¢nicos buscaron las esquinas, los triples, sin que las manos de los espa?oles puntearan con eficacia. Todo lo contrario sucedi¨® ante la otra canasta, err¨¢ticos los tiradores espa?oles, con solo cuatro triples y un 24% de acierto, echando esta vez de menos a Navarro, todav¨ªa lesionado.

Se destartal¨® el juego de la escuadra de Scariolo, muy expuesta al estropicio. De los 12 puntos de ventaja se pas¨® a seis, a cuatro, a dos a falta de algo m¨¢s de un minuto. Salv¨® una vez San Emeterio con un robo la posibilidad del empate, salv¨® otra vez Calder¨®n. Clark meti¨® un triple, Reinking otro, Deng el ¨²ltimo para dejar el marcador en un m¨ªsero punto de diferencia final.

La victoria result¨® angustiosa. En la desbandada general del ¨²ltimo tramo, Calder¨®n, perseguido por los brit¨¢nicos, que jugaron con convencimiento y acierto al gato y al rat¨®n, logr¨® anotar desde la l¨ªnea de tiros libres. As¨ª sac¨® del apuro a Espa?a y evit¨® una derrota sonrojante, que hubiera tenido serias consecuencias de cara a los cruces de cuartos de final.

Se salv¨® Espa?a por los pelos y dej¨® dudas inesperadas sobre la consistencia de su juego, m¨¢s expuesto de lo esperado al achuch¨®n de un rival a la desesperada y que consigui¨® un tremebundo parcial en el ¨²ltimo cuarto: 19-30. Deng y Freeland rozaron la sorpresa y Espa?a, un serio rev¨¦s.