Rivales para siempre
¡°Hemos creado una rivalidad tremenda y una amistad¡±, dice Lochte, que se despidi¨® de Phelps y puso t¨¦rmino a su participaci¨®n ol¨ªmpica con cinco medallas. ¡°Le voy a echar de menos¡±
Dice una nadadora espa?ola que le vio de juerga en la Villa Ol¨ªmpica, una de esas noches en las que deber¨ªa haber estado durmiendo, concentrado, postergando el deseo de ser feliz para ganar m¨¢s oros. ?l ya lo advirti¨®, antes de comenzar a competir: ¡°No voy a privarme de las distracciones que me ofrece la vida. No lo he hecho nunca y no lo har¨¦ ahora que estoy en los Juegos¡±.
As¨ª es Ryan Lochte, uno de los mejores nadadores de todos los tiempos, pero, ante todo, un chico con las prioridades claras. Ayer, tras enterarse de que los t¨¦cnicos le hab¨ªan apartado del equipo de relevos de estilos por encontrarlo ¡°cansado¡±, se fue de vacaciones con su cargamento de cinco trofeos. Dos oros, dos platas y un bronce que, despu¨¦s de tres Juegos, completan un total de 14 medallas.
Ser¨¢ bastante raro no tenerlo ah¨ª cerca. Nos hemos presionado mutuamente para superarnos"
No lo hizo sin despedirse de Michael Phelps. Momentos antes de la final que los midi¨® en el 200 estilos, Lochte hab¨ªa ca¨ªdo en la cuenta de que nunca m¨¢s se volver¨ªan a encontrar en una competici¨®n, porque Phelps ha resuelto retirarse. A continuaci¨®n, tuvo lugar uno de esos raros episodios de la historia del deporte en la que los adversarios descubren que se necesitan, que no son nada el uno sin el otro, y que una separaci¨®n implica necesariamente una crisis existencial. ¡°No me di cuenta hasta esta tarde¡±, dijo Lochte, que siempre anda distra¨ªdo. ¡°Me he pasado mi carrera nadando contra ¨¦l. Los estilos, las pruebas de nado libre, la espalda¡ Michael siempre ha estado conmigo. Ser¨¢ bastante raro no tenerlo ah¨ª cerca. Nos hemos presionado mutuamente para superarnos. Todo el tiempo. Quedarme sin esa referencia ser¨¢ extra?o. Con suerte, podr¨¦ crear nuevas rivalidades con otra persona en los pr¨®ximos cuatro a?os¡±.
Lochte, que hoy cumple 28 a?os, edad un tanto provecta para un nadador, estaba emocionado. Phelps le oy¨® decir esto mientras ambos comparec¨ªan ante las c¨¢maras, en la sala de conferencias de la piscina, pero no pareci¨® alterarse. Phelps es fr¨ªo. Lochte es del sur. Es de Florida, de un pueblecito llamado Port Orange que bautiz¨® una de sus calles con su nombre (Lochte Way). Es hijo de Steve Lochte e Iliana Aramburu, una inmigrante cubana de origen vasco. Los platos preferidos de Ryan, adem¨¢s de las hamburguesas, son las croquetas, la ropa vieja [plato popular canario y caribe?o] y el picadillo que le prepara su abuela. ¡°Mi familia me ha ense?ado que la vida es para disfrutarla y ser feliz¡±, dijo antes de los Juegos. La persecuci¨®n del ¨¦xito, siempre lo advirti¨®, no se interpondr¨¢ en su filosof¨ªa de surfero-hip-hopero.
Afront¨® la competici¨®n con la intenci¨®n de conquistar siete oros, un prodigio que solo hab¨ªan logrado Phelps y Spitz. No lo logr¨®. Sin embargo, se declar¨® contento con lo que hab¨ªa logrado: ¡°Cada vez que voy a unos Juegos siento que ha llegado mi momento. Esa es la disposici¨®n que tengo. Siento que cada vez que me subo a los poyetes voy a ganar. En estos Juegos he tenido altibajos. Pero en general estoy satisfecho¡±. ¡°Hacer dobles, nadar dos finales por tarde¡±, explic¨®, ¡°especialmente cuando el campeonato ha avanzado, es muy duro. Te absorbe el 200% de tu cuerpo. Para eso me he entrenado en los ¨²ltimos cuatro a?os. Pero a algunas veces ganas y otras no¡±.
¡°S¨ª, quer¨ªa ganar siete oros¡±, admiti¨®. ¡°Pero no pudo ser. Tendr¨¦ que vivir con eso. Tendr¨¦ que seguir adelante y aprender de esto. Y no cometer los mismos errores en los pr¨®ximos cuatro a?os porque definitivamente volver¨¦ a entrenarme para prepararme para Rio de Janeiro¡±. Y prosigui¨®: ¡°Aunque, definitivamente, a partir de ahora me entrenar¨¦ de otra manera. Todas esas sesiones de grandes vol¨²menes que me he metido en el cuerpo no ser¨¢n posibles. Me estoy haciendo viejo. Creo que es hora de cambiar mis entrenamientos y tomarme un tiempo para descansar¡±.
?Dejar¨¢s de preparar el 400 estilos, supongo¡!" Michael Phelps
Phelps lo mir¨® y le dijo, sonriente: ¡°?Dejar¨¢s de preparar el 400 estilos, supongo¡!¡±. La prueba m¨¢s dura de la nataci¨®n, la que coron¨® a Lochte como campe¨®n ol¨ªmpico en Londres, exige entrenamientos exhaustivos como ninguna otra. ¡°Michael me ha ayudado mucho¡±, continu¨® Lochte. ¡°Ha sido el m¨¢s duro de los nadadores con los que he competido en carreras. Hemos estado haciendo carreras juntos durante ocho a?os y la rivalidad que hemos creado ha sido tremenda para este deporte. Nuestra amistad, que tambi¨¦n es una creaci¨®n nuestra, es fant¨¢stica. Espero poder seguir mejorando sin ¨¦l. Lo voy a echar de menos¡±.
¡°Michael¡±, continu¨®, ¡°es uno de los mejores nadadores de todos los tiempos y yo me siento feliz de haber formado parte de su equipo y haber podido nadar contra ¨¦l. Es algo que voy a conservar para el resto de mi vida¡±.
Phelps, que tiene 27 a?os, anunci¨® junto a Lochte lo que ya ven¨ªa anunciando desde hace meses. Que se retira. Que no soporta los entrenamientos. Que se acab¨®. Que hoy nadar¨¢ el ¨²ltimo 100 mariposa de su vida y el s¨¢bado se despedir¨¢ de todos en la ¨²ltima carrera de los Juegos, los 400 estilos. ¡°Nunca m¨¢s volver¨¦ a competir¡±, dijo, ¡°ni en torneos de veteranos. Nunca m¨¢s quiero volver a pensar en lo que pude haber hecho bien y no hice. Nunca m¨¢s quiero volver a so?ar con la carrera perfecta. Lo hecho, hecho est¨¢¡±.
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