Federer, a la final tras 36 juegos en el ¨²ltimo set
El suizo, cuatro veces a dos puntos de perder, jugar¨¢ la final tras batir (3-6, 7-6 y 19-17) a Del Potro en el partido m¨¢s largo de la historia a tres sets (4h26m)
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En las semifinales de los Juegos, un partido mastod¨®ntico y dos rivales gigantescos: el suizo Roger Federer vence 3-6, 7-6 y 19-17 al argentino Juan Mart¨ªn del Potro para luchar por el oro ol¨ªmpico, pero en medio pasa terribles sufrimientos. Saca el n¨²mero uno por el duelo, y el argentino le rompe. Se procura luego un 0-40 que le debe dejar de nuevo en ese privilegiado sitio, y su contrario le remonta. Las idas y venidas producen un pulso tit¨¢nico, en los peloteos, las sensaciones y las estad¨ªsticas: cuando Federer levanta los brazos, feliz porque se ha asegurado su primera final ol¨ªmpica, que disputar¨¢ contra Andy Murray (doble 7-5 al serbio Djokovic), el reloj ha apurado 4h26m. Nunca se disput¨® un partido a tres mangas m¨¢s largo. Solo el parcial definitivo super¨® las dos horas y apur¨® los 36 juegos.
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Se compite entre rachas de viento. Federer intenta imponer sus sutilezas, las pelotas a mitad de pista, esos reveses cortados maliciosos que obligan a Del Potro a caminar hacia adelante, inclinar el espinazo y doblar las rodillas. Empujado a tan cansado esfuerzo, el argentino propone otra cosa: competir con su saque, discutir con sus mandobles, pelear a cara de perro con sus tiros planos y violentos. Hay mucho coraz¨®n en los dos rivales. Federer sabe que se juega, probablemente, la ¨²ltima oportunidad de conquistar una medalla ol¨ªmpica individual, salvo que llegue a los Juegos de 2016, con casi 35 a?os, en plenitud de condiciones. Del Potro, por su parte, entiende que tiene una oportunidad ¨²nica para separase en el imaginario de su pa¨ªs de tenistas m¨¢s terrenales: sumado ya un torneo grande (Abierto de Estados Unidos 2009), una medalla le asegura acercarse a Vilas, el h¨¦roe argentino, y dar un paso m¨¢s para alejarse de Nalbandian, Gaudio y Coria.
Sobre c¨¦sped, si no hay buenos restadores o intervienen sacadores tremendos, no hay quien produzca un break
Federer sabe que se juega, probablemente, la ¨²ltima oportunidad de lograr una medalla individual, salvo que llegue a Brasil 2016, con casi 35 a?os
La tensi¨®n es m¨¢xima. El espect¨¢culo, maravilloso. Del Potro muerde en los saques de Federer, pero el suizo se libra; Federer, que hab¨ªa ganado los cinco duelos previos, muerde en los saques de Del Potro, pero el argentino se escapa. Hay mucho deseo, mucha ambici¨®n en el encuentro. Eso se transforma a veces en nervios, es ¨¦pica en otras ocasiones.
Con el serbio Novak Djokovic y el brit¨¢nico Andy Murray enfrentados en la otra semifinal, la hierba ayuda a prolongar el encuentro. En Wimbledon vuelan los saques, cuesta m¨¢s romper los servicios. Por eso Tsonga y Raonic disputaron en estos Juegos el partido ol¨ªmpico m¨¢s largo en individuales en t¨¦rmino de juegos (25-23 en el tercer set). Por eso los brasile?os Soares y Melo firmaron el duelo de dobles m¨¢s largo de la historia de los Juegos ante los checos Berdych y Stepanek (24-22 en el tercero). Sobre c¨¦sped, si no median buenos restadores o intervienen sacadores tremendos, no hay quien produzca un break, se eterniza el di¨¢logo y mueren pronto los peloteos.
El cruce de nervios corona a Federer, que solo gan¨® seis puntos m¨¢s que Del Potro y desaprovech¨® 11 puntos de break en un partido apasionante, jugado sobre hierba pero disputado mucho m¨¢s arriba: hab¨ªa tanto en juego que en la cabeza estuvo el triunfo.
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