¡°Es peque?a y... ?vuela!¡±

La selecci¨®n espa?ola de waterpolo no sue?a con medallas, se las est¨¢ ganando. Ayer se clasific¨® primera del grupo A despu¨¦s de imponerse a Hungr¨ªa (13-11) en un partido tremendamente duro y tenso, que termin¨® con el entrenador Miki Oca expulsado. Las guerreras de la piscina supieron jugar con determinaci¨®n y cabeza, y result¨® absolutamente decisiva la actuaci¨®n de Laura Ester Ramos, la chica de los ocho brazos.

¡°Ha estado espectacular¡±, le reconoci¨® la capitana del equipo, Jennifer Pareja, que no habla por hablar. La estad¨ªstica acumulada dice que solo Elena Gigli, la portera italiana, ha parado m¨¢s que Laura en este campeonato, pero la sensaciones insisten en se?alarla como la gran protagonista bajo los palos de la piscina ol¨ªmpica de Londres.

¡°Ha construido una pared en la porter¨ªa¡±, dice Andrea Blas de esa que llaman ¡°pajarito¡±: ¡°?Por qu¨¦? Porque es peque?ita y ?vuela!¡±, explica su compa?era Maiki Garc¨ªa. ¡°Le faltaba cre¨¦rselo y ya se lo cree. Para m¨ª, es la mejor de largo en este campeonato, pero estoy segura de que seguir¨¢ mejorando¡±, insiste la boya espa?ola".

Trabaja cinco horas al d¨ªa, especialmente musculaci¨®n en el tren inferior y abdominal

¡°Su evoluci¨®n es espectacular; ha crecido una barbaridad en los ¨²ltimos a?os y es b¨¢sica en el juego del equipo¡±, admite Jennifer Pareja, que ayer se las tuvo tiesas con varias adversarias h¨²ngaras. ¡°Con trabajo y constancia todo el mundo evoluciona¡±, asegura. Lo que no explica es que trabaja una media de cinco horas al d¨ªa, especialmente musculaci¨®n en el tren inferior y abdominal, y dedica gran parte del tiempo fuera de la piscina a ejercicios para mejorar la capacidad de reacci¨®n.

¡°Yo creo que si he crecido en algo es psicol¨®gicamente. Me lo he cre¨ªdo. Todo cambi¨® en Kirishi [Rusia], antes del preol¨ªmpico: empezamos a ver que defend¨ªamos mejor, yo empec¨¦ a parar y nos soltamos en ataque. Fue ese el punto de inflexi¨®n del equipo y, por consiguiente, el m¨ªo¡±.

Pero, harta de tanto elogio, avisa: ¡°Me han metido un gol de mierda que nos ha podido costar el partido. Error m¨ªo, esa pelota no debi¨® entrar nunca¡±. Habla del ¨²ltimo gol de las h¨²ngaras, que se le col¨® por el primer palo. ¡°En el ataque, solo pensaba: 'por favor, dios m¨ªo, por favor, ?que sea gol, ay¨²dame!¡¯. Y fue gol. No me hubiera perdonado hacerle esto al equipo¡±.

Nacida en la calle Badal, en La Bordeta, en el barcelon¨¦s barrio de Sants, tiene 22 a?os, mide 170 cent¨ªmetros y pesa 56 kilos y, seg¨²n sus compa?eras es ¡°traviesa y muy cachonda¡±. Laura iba al colegio Cavall Bernat, a pocos metros de su casa y de la piscina del Mediterrani, donde de muy ni?a empez¨® a jugar al waterpolo.

Harta de tanto elogio, dice: ¡°Me han metido un gol de mierda y fue un error m¨ªo¡±

Su padre, que trabaja como repartidor ¡°de lo que sea¡±, lleg¨® de Orense y su madre, ama de casa, de Salamanca. La ni?a les ha salido un fen¨®meno: no solo est¨¢ en los Juegos de Londres, adem¨¢s empezar¨¢ segundo curso de Bioqu¨ªmica, estudios que compagina mejor que bien con los entrenamientos en el Club Nataci¨®n Sabadell y con la selecci¨®n espa?ola, que ayer sufri¨®, otra vez, los caprichos arbitrales. No pierde el tiempo: ¡°El rollo de siempre. Ellos pitan lo que ven y nosotras jugamos; a defender a muerte y a meter todas las que podamos¡±.

Laura Ester Ramos avisa que no sue?a m¨¢s all¨¢ de ganar el cruce de cuartos, pero es consciente de que algo ha cambiado por siempre en el waterpolo femenino espa?ol, as¨ª que ha prometido que cuando vuelva a Barcelona se tatuar¨¢ los aros ol¨ªmpicos para recordar de por vida esta experiencia inolvidable, pase lo que pase.

Siempre se dijo en Barcelona que las chicas de la Bordeta son guapas, trabajadoras e inteligentes. Hay un pajarito en Londres que hace honor al barrio. Y adem¨¢s, lo para todo.