Tan distintos, tan grandes
Mientras Bolt es desorganizado, indolente e histri¨®nico, Blake es t¨¦cnicamente superior, callado e introvertido
Tuve la suerte de asistir en directo a la final de los 100 metros de los Campeonatos del Mundo de Berl¨ªn. Es de esas pocas carreras de velocidad en las que no hace falta mirar al marcador electr¨®nico para saber que estamos ante una marca excepcional. Porque excepcional es correr en 9,58s. Excepcional es bajar el r¨¦cord del mundo del hect¨®metro en 11 cent¨¦simas de segundo de una sola vez. El m¨ªtico record de Hines en los Juegos de M¨¦xico tard¨® 15 a?os en ser batido por Calvin Smith, que lo rebaj¨® en dos cent¨¦simas. Pero excepcional es tambi¨¦n su autor, Usain Bolt. De entrada, es un velocista muy alto, de hecho el m¨¢s alto de cuantos hayan pose¨ªdo el r¨¦cord del mundo. Por eso tiene una zancada largu¨ªsima: 41 le bastan para cubrir los 100 metros, tres menos que a sus contrincantes. Quiz¨¢ tambi¨¦n por eso tiene una puesta en acci¨®n irregular y una t¨¦cnica poco depurada. Y unos metros finales sencillamente insuperables.
Pero su excepcionalidad llega a su atractiva, cabe decir parad¨®jica, personalidad. Algo no encaja cuando, en lugar del tradicional monje deportivo ¨²nicamente dedicado a su preparaci¨®n, nos encontramos con un chaval m¨¢s bien vago (al menos, eso es lo que se nos dice de ¨¦l), desorganizado, un poco indolente y un tanto histri¨®nico. De su triunfo en Pek¨ªn se recuerda, por supuesto, su record, su extraordinaria superioridad, pero tambi¨¦n los gestos con los que acompa?¨® su entrada en la meta y que le valieron incluso una reprimenda del severo presidente del COI.
Pues bien, lo que se jugaba anoche tambi¨¦n era eso. Porque de Yohan Blake cabe decir todo lo contrario. Se trata de un velocista atl¨¦ticamente correcto, tanto por lo que se refiere a su f¨ªsico como a su personalidad. Como Bolt, es jamaicano. Como ¨¦l, ama la m¨²sica reggae, los coches, a su tierra. Comparten incluso entrenador. Y tienen, seg¨²n reconocen ambos, buena qu¨ªmica. Pero ah¨ª se acaba todo. Blake es m¨¢s bajo, m¨¢s fuerte, t¨¦cnicamente superior y tiene una salida mucho m¨¢s consistente. Y sobre todo es callado, casi introvertido, amante del entrenamiento, tenaz.
Usain busc¨® la l¨ªnea de meta con el pecho, consciente de que ten¨ªa a su amigo pegado a ¨¦l. Demostr¨® que es un atleta sobrehumano
Hab¨ªa mucha gente en el mundo del atletismo que optaba ayer por Bolt. Eran quienes creen que esas caracter¨ªsticas de Usain, las atl¨¦ticas y las personales, son un tesoro para un deporte, el atletismo, necesitado de publicidad en una sociedad ¨¢vida de modelos alternativos. Frente a ellos se encontraban los que, desde el purismo, defienden otro tipo de atleta, mas t¨®pico, esforzado, sereno en la victoria y en la derrota. Ayer estaban con Blake.
Y la final fue excepcional. Una final ol¨ªmpica siempre lo es. Pero es que, adem¨¢s, en la pista se encontraban los cinco atletas m¨¢s r¨¢pidos de todos los tiempos. No nos defraudaron. Dos norteamericanos, Gatlin y Gay, los dos en la treintena, obligaron a Blake a hacer su mejor marca personal para ganarles. Los tres borraron esas victorias de Bolt, casi andando, que nos dejaban en el aire la pregunta de lo que habr¨ªa hecho si hubiera corrido hasta el final. Ayer, no. Ayer busc¨® la l¨ªnea de meta con el pecho, consciente de que ten¨ªa a su amigo pegado a ¨¦l. Ayer, Bolt, apretando los dientes para ganar, nos demostr¨® que s¨ª, que es un atleta sobrehumano, no un extraterrestre. Un atleta excepcional para una final excepcional.
Ganar una carrera de 100 metros depende de muchas cosas. Y no siempre el que gana es el mejor. Anoche no fue as¨ª. Gan¨® el mejor. El mejor velocista de todos los tiempos.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba es secretario general del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE).
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