Matr¨ªcula de honor
El waterpolo femenino se juega contra Hungr¨ªa el derecho a pelear por el oro El juego del equipo de Oca pasa por el brazo y la cabeza de Anni Espar, mitad ¨¢ngel, mitad guerrera.
Las jugadoras del waterpolo femenino espa?ol tienen hoy una cita con la historia. A las 20.40 se miden a Hungr¨ªa. La historia que empez¨® hace un a?o en Shangh¨¢i llega a las puertas de la gloria ol¨ªmpica: en el preol¨ªmpico, las jugadoras entendieron que eran buenas, que jugaban bien y all¨ª dejaron los miedos, en Kirishi, al lado de Lenningrado. Hoy les queda un partido para conseguir la plata, al menos, y saben lo que tienen que hacer. Ganar, ganar y ganar. ?Qui¨¦n dijo miedo? En Rusia algo cambi¨® y empezaron a ganar. Miki Oca, el seleccionador, les hizo ver que pod¨ªan, que eran capaces, que Pajarito vuela, que Maiki lleva al equipo subido en las cervicales. Y todo cambio. Mati sac¨® la vena, Jenny dio el paso al frente que le exig¨ªan los galones y Pe?a y Laura L¨®pez la siguieron mientras Andrea , Marta y Roser Tarrag¨® comprendieron que ser joven no era excusa, que les pod¨ªan faltar a?os, pero les sobraban agallas. Ona, la andaluza Miranda y Laura L¨®pez las empezaron a enchufar. En Rusia miraron la cara de Miki Oca, plata y oro ol¨ªmpico, madrile?o y tan osado que se com¨ªa la piscina, y le creyeron porque saben, se lo han contado, que Miki nunca tuvo un gramo de tonto. En alg¨²n momento descubrieron que la confianza era mutua y justo entonces, vieron florecer a Anna Espar (Barcelona, 1993) y el equipo paso del 5 pelado a dar un 9 de rendimiento.
Es mi debilidad. No tengo palabras para definir la persona que es" Ana Copado sobre Anna Espar
Oca le entreg¨® a Espar el cinco, un n¨²mero m¨ªtico que en el waterpolo mundial remite a Manel Estiarte. ¡°Son igual de fr¨ªos al jugar¡±, dice el seleccionador, excompa?ero del manresano. Incomparable, porque lo hac¨ªa todo: ¡°Era t¨¦cnicamente perfecto, r¨¢pido, se met¨ªa en los dos metros, tiraba de fuera¡¡±, recuerdan los t¨¦cnicos de la selecci¨®n. ¡°Los dos tienen la piscina en la cabeza¡±, coinciden quienes les conocieron, que se rinden a una evidencia: ¡°Defiende mucho mejor que Manel¡±. ¡°Es fr¨ªa y piensa¡±, insiste Oca cuando se le pide justificar aquella decisi¨®n: pasarla de la posici¨®n de 2 a la de 5. ¡°En dos a?os, la ves c¨®mo ha sido capaz de aprender y no te lo crees¡±, sostiene Maica Garcia, que la considera poco menos que ¡°un ¨¢ngel¡±. ¡°Es mi debilidad. No tengo palabras para definir la persona que es¡±, dice Ana Copado, la veterana del equipo, de una compa?era 10 a?os menor que ella: ¡°No es una ni?a normal, es maravillosa: es guapa, inteligente, cari?osa, honrada, trabajadora, humilde. Es la mejor¡±.
La Espar, en la vida como en el campo, piensa en todo antes que en su ombligo y siempre est¨¢: ¡°Elena, una compa?era suya de equipo, sufri¨® una trombosis en una pierna . Anni fue a verla durante los d¨ªas que pas¨® en el hospital cada d¨ªa, ma?ana y tarde, y sin saltarse una hora de un entrenamiento ni de estudio¡±, explican. ¡°No la quieres, te la comer¨ªas¡±, aseguran en la planta siete del edificio que ocupa Espa?a en la Villa, la de las chicas del waterpolo femenino. A su padre, Xesco, exjugador de balonmano y entrenador, y a su madre, Ana, ultrafondista, les lleg¨® a preocupar su grado de responsabilidad: No es normal que entrenando cuatro horas al d¨ªa, obtuviera matr¨ªcula de honor en tercero de bachillerato. Lleva en el Car desde los 14 a?os y se va a Estados Unidos en septiembre, becada por la Universidad del sur de California. T¨¦cnicamente perfecta, en su elecci¨®n recae el juego ofensivo de la selecci¨®n, por su cabeza pasa el oro. ¡°Para entendernos, es como Xavi, o como Guardiola, ella decide¡±.
No est¨¢ muy claro si Anni tiene ¨¢ngel o es un ¨¢ngel, pero en la pista manda ella
¡°Miki me pide que mueva y busque a boya¡ todo eso que debes hacer en la posici¨®n¡±, resume ella, que piensa y ejecuta ¡°seg¨²n lo que veo¡±. ¡°A veces se pone nerviosa, pero nunca pierde los nervios¡± cuentan.
T¨ªmida, se le encoge la nariz al explicarse a si misma y dice que le gusta leer, pero que no escucha mucha m¨²sica. ¡°Puede que sea t¨ªmida, un poco, pero en la piscina no¡±, asegura mientras muerde el gorro, como si le incomodara hablar de ella y buscara refugio, pero se le nota en la cara despu¨¦s de los partidos que ama este deporte. ¡°Lleg¨® del primer entrenamiento, en el Mediterrani, con su hermana Clara, y nos dijeron: ¡®queremos jugar a esto¡±, cuenta su padre. No ha dejado de progresar. No hay mayor r¨¦cord en la delegaci¨®n espa?ola en Londres que el de la nadadora o el de la Espar, que se ha multiplicado por cinco y defiende mejor que nunca. Cuesti¨®n de responsabilidad.
No est¨¢ muy claro si Anni tiene ¨¢ngel o es un ¨¢ngel, pero en la pista manda ella. En la pileta, hoy, en las semifinales de los Juegos Ol¨ªmpicos, estar¨¢n su novio, waterpolista, su hermana, que no pas¨® el corte ol¨ªmpico y juega con ella desde que eran peque?as, su hermano, triatleta, su padre, su madre, un equipo a su alrededor y una final delante de su cara que no quieren dejar escapar.
A Miki solo le preocupa que sepan de lo que son capaces. ¡°A ver qui¨¦n las para ahora¡±, vaticin¨® Joan Jan¨¦, seleccionador de China, despu¨¦s de perder en el estreno de las guerreras que, llegados a este punto, quieren m¨¢s: ¡°No hemos luchado para caer ahora¡±, avisa Maica Garcia. Ya se comi¨® a la n¨²mero seis h¨²ngara en la primera fase y est¨¢ dispuesta a repetir. La pelota la tiene una ni?a de matricula de honor; la suerte esta echada. A Espa?a le espera la gloria, a Anni Espar, un helado de chocolate belga y cinco aros tatuados de por vida en el cuerpo.
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