¡°?A sonre¨ªr! ?Que nadie llore!¡±

Son¨® la bocina. Los Juegos hab¨ªan terminado ba?ados en plata. Las espa?olas que estaban en el agua se abrazaron llorando; las que se hallaban al borde tampoco pod¨ªan reprimir sus l¨¢grimas. El sue?o del oro se hab¨ªa escapado. Pero Miki Oca, el seleccionador, les llam¨® al orden. ¡°Nos ha dicho que nos quer¨ªa ver sonre¨ªr, que no quer¨ªa ver llorar a nadie, que lo que hemos hecho es muy importante¡±, explic¨® Maica Garcia, ¡°y tiene raz¨®n, pero hemos perdido. Claro que dicen que es mejor el bronce [terminar el torneo ganando] que la plata, pero que con los a?os das m¨¢s valor a la plata¡±.

Las chicas obraron en consecuencia. Se fueron al vestuario a prepararse para la ceremonia, baj¨® el pr¨ªncipe Felipe a felicitarlas y, cuando volvieron a aparecer, su cara era otra. ¡°Sabemos que hemos hecho historia, que esto tiene sentido porque es el premio a nuestro esfuerzo y porque habr¨¢ ni?as que, por vernos en la tele, se pondr¨¢n a jugar al waterpolo¡±, declar¨® Jennifer Pareja. ¡°Esto es muy grande y estamos muy contentas. La derrota duele porque siempre queremos ganar, pero hemos de ser conscientes de que hemos logrado algo important¨ªsimo¡±, apostill¨® Roser Tarrag¨®. ¡°Tenemos que estar supercontentas de lo que hemos conseguido. En el segundo cuarto estuvimos bloqueadas en el ataque. Cuesta digerirlo, pero es una plata¡±, zanj¨® Espar.

Hemos hecho historia, esto tiene sentido porque es el premio a nuestro esfuerzo y porque habr¨¢ ni?as que, por vernos en la tele, se pondr¨¢n a jugar al waterpolo¡± Jeffiner Pareja

¡°Empezamos bien, pero en la segunda y la tercera parte, por mayor fuerza f¨ªsica y una presi¨®n muy dura cuerpo a cuerpo, nos han ganado. Las estadounidenses son grandes y fuertes¡±, explic¨® Miki Oca, el seleccionador. ¡°Lo que han hecho [en alusi¨®n a sus jugadoras] es incre¨ªble. No solo han conseguido jugar los Juegos, sino tambi¨¦n la final. Pueden estar satisfechas. Tienen alma de campeonas y por eso les duele perder, pero van a crecer m¨¢s. Yo me alegro de que les duela. Es una buena se?al¡±, a?adi¨®; ¡°la verdad, miro su edad [una media de 22 a?os] y no les adivino el techo¡±.