Ni con ¡®foto finish¡¯

No import¨® que hubiera que nadar 1,5 kil¨®metros, que luego llegara el ritmo fren¨¦tico de la bicicleta durante otros 40 y que m¨¢s tarde hubiera que castigarse las piernas en un ag¨®nico 10.000m a la carrera, bajo el sol y entre los gritos de la gente. La suiza Nicola Spirig y la sueca Lisa Norden llegaron juntas a la ¨²ltima recta de la prueba. Era una medalla de oro disputada codo con codo. Apretaron los dientes. Esprintaron. Como dos gotas de agua, en paralelo, llegaron hasta la l¨ªnea de meta (1h59m48s), lanz¨¢ndose de cabeza, avanzando el pecho, intentando ganar ese cent¨ªmetro que inclinara hacia un lado el escal¨®n m¨¢s alto del podio. No fue suficiente.

La organizaci¨®n dio como ganadora a la suiza Spirig, decisi¨®n que mantuvo el Tribunal de Arbitraje deportivo (TAS) tras admitir a tr¨¢mite una petici¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Sueco que le solicitaba que? valorara la foto finish, si era cierto que Spirig gan¨® o si se deb¨ªan repartir dos oros, ex-aequo, como ha pedido la Federaci¨®n sueca.

En su argumentaci¨®n ante el tribunal, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Sueco present¨® la foto de la llegada y pidi¨® que se investigara si la Federaci¨®n Internacional hab¨ªa cumplido con su propio reglamento, que establece que el nombre del ganador se debe decidir por la posici¨®n de su torso en la l¨ªnea de llegada, y no seg¨²n qu¨¦ pie o qu¨¦ cabeza cruce antes la meta. El TAS no vio fallo alguno y dej¨® el podio como estaba.

El tribunal no entr¨® en valorar la argumentaci¨®n sueca, al considerar que hay una abundante jurisprudencia que establece que no deben retocarse decisiones adoptadas sobre el terreno a no ser que sea evidente la arbitrariedad de las mismas o la mala fe.