M¨¦xico reina en Wembley

El Tri rein¨® en Wembley de principio a fin. No hubo debate. M¨¦xico gobern¨® el duelo con humildad y convicci¨®n. La intensidad presidi¨® tanto su ataque como su defensa. Maltrat¨® a los brasile?os como si fueran unos ni?atos. Y atrap¨® el oro ol¨ªmpico, el primero de su historia, con un doblete del ariete Oribe Peralta, uno de tiro raso para descorchar la final y otro, de cabeza, para sentenciarla. Un premio a la cantera mexicana, campeona del mundo sub-17 en 2011 tras batir a Uruguay. Desquici¨® a Brasil, que acab¨® con un enfrentamiento entre dos de sus defensas, Juan y Rafael, malencarados tras una derrota que deja otra vez sin el oro en el palmar¨¦s de la canarinha. Humillado en su ego un pa¨ªs nacido para el f¨²tbol.

Porque Brasil hab¨ªa preparado la cita de hoy durante a?os, tanto en un elaborado trabajo de base como en la elecci¨®n de los tres mayores de 23 a?os que acompa?ar¨ªan a los m¨¢s j¨®venes, tres jugadores tan contrastados como Thiago Silva, Marcelo y Hulk. Todo en vano. La canarinha no encuentra el hilo que la defini¨® durante decenios. Por muchas vueltas que le d¨¦, por muchos seleccionadores intercambiados, ha perdido las esencias, el toque, el f¨²tbol. Quiere vivir de las rentas. El pentacampe¨®n del mundo sum¨® su tercera derrota en una final ol¨ªmpica tras las de Los ?ngeles 84 y Se¨²l 88. Y a las puertas del Mundial de Brasil 2014, en su propia casa, Mano Menezes llega muy tocado.

A pesar de la mala fama del f¨²tbol ol¨ªmpico, la final atrajo a Wembley a 90.000 espectadores, animados por dos hinchadas tan festivas como estas. Los seguidores del tri jalearon con ol¨¦s los pases de sus muchachos, azuzados por el gol supers¨®nico de Oribe, a los 30 segundos, despu¨¦s de un error en el pase del lateral del Manchester Rafael Silva. Envi¨® el bal¨®n al centro y se anticip¨® El Cepillo Oribe, que levant¨® la ceja, calibr¨® la posici¨®n del portero Gabriel y dispar¨® raso y colocado desde la frontal del ¨¢rea.

Fracas¨® de nuevo el delantero del Santos en una cita internacional, dejando en evidencia a todos quienes quieran compararlo con Messi. A a?os luz del argentino, a Neymar le queda mucho que aprender

M¨¦xico ha sido un conjunto sin estrellas: unas como Chicharito porque su entrenador, Alex Ferguson, no le permiti¨® alejarse del Manchester; otros, como Vela y Jonathan dos Santos, porque prefirieron afilar su preparaci¨®n en la Real y el Bar?a, respectivamente; y otros como Gio dos Santos, lesionado en la semifinal ante Jap¨®n. Pero, al fin y al cabo, el seleccionador, Luis Fernando Tena, ha formado un equipo. Solidario, ordenado, agresivo y adornado por las gotas de calidad de Marco Fabi¨¢n, la velocidad de Aquino, la experiencia de Salcido y el olfato goleador de Oribe Peralta.

Brasil result¨® tan plano y previsible como su entrenador, Mano Menezes, sin un solo centrocampista que sacara a la canarinha de la mediocridad. Lo hizo Oscar en la semifinal ante Corea, pero esta vez el reciente fichaje del Chelsea, que pag¨® al Internacional de Portoalegre 32 millones, no sali¨® del anonimato. Peor fue Neymar. Impotente y sometido por una marcaje muy duro de El Piloto Jim¨¦nez. Fracasado de nuevo el delantero del Santos en una cita internacional, dejando en evidencia a todos quienes quieran compararlo con Messi. A a?os luz del argentino, a Neymar le queda mucho que aprender.

El arre¨®n final de Brasil no sirvi¨® de nada. El gol de Hulk en el minuto 90 precedi¨® un remate de cabeza alto de Oscar, solo frente al portero Corona, que sepult¨® las opciones de la canarinha, v¨ªctima de la quimera ol¨ªmpica y de una apuesta ajena a su historia. La laboriosidad y la seriedad mexicana mereci¨® este oro y este grito: ¡°?Viva M¨¦xico!¡±.