Mireia tira del carro
Las dos platas de la nadadora del CN Sabadell ocultan los malos resultados del resto del equipo espa?ol
La aparici¨®n de una ni?a superdotada, becada por la federaci¨®n catalana en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat en 2003, se convirti¨® pronto en un secreto a voces en el peque?o mundo de la nataci¨®n espa?ola. Cuando en 2007 Mireia Belmonte obtuvo los primeros puestos en los 400 metros libre y los 400 estilos en los Mundiales j¨²niors de R¨ªo de Janeiro, los estrategas de la federaci¨®n espa?ola comenzaron a hacer planes para el futuro. Maurizio Coconi, por entonces el director t¨¦cnico, lo anunci¨® con aplomo: ¡°Los Juegos de Mireia ser¨¢n los de 2012¡±.
Llegaron los Juegos de Pek¨ªn 2008 y Mireia padeci¨® un episodio de miedo esc¨¦nico que se repetir¨ªa en a?os sucesivos. Hasta 2012. En Londres, tras sacudirse la ansiedad de las primeras jornadas, en las que los nervios le impidieron estar a su altura en las pruebas de estilos y en los 400 metros libre, complet¨® la mayor haza?a de la nataci¨®n espa?ola conquistando la plata en los 200 mariposa y los 800 libre. Nunca antes un nadador nacido en Espa?a hab¨ªa conseguido dos medallas en unos mismos Juegos y la muchacha de Badalona lo hizo en dos pruebas que se caracterizan por una exigencia m¨¢xima de entrenamiento. Para el organismo humano, los 200 mariposa constituyen un reto equivalente a los 400 del atletismo. En los 800 la competencia se multiplic¨® con la irrupci¨®n de Katie Ledecky, que, a sus 15 a?os, parece la heredera de Janet Evans; predestinada a marcar una ¨¦poca.
A los 22 a?os, Mireia cumpli¨® con los pron¨®sticos de Coconi y salv¨® del hundimiento al resto del equipo espa?ol. El clima de tensi¨®n generado por el director t¨¦cnico, Luis Villanueva, obsesionado por controlar cada detalle, por irrelevante que sea, convirti¨® la convivencia durante la preparaci¨®n de Londres en un tr¨¢nsito complejo. Dici¨¦ndose inspirado por una visi¨®n de excelencia, Villanueva no solo impuso unos criterios de marcas m¨ªnimas inflexibles que acabaron esquilmando al conjunto masculino. Adem¨¢s, se dedic¨® a impartir consignas a discreci¨®n sobre cualquier cuesti¨®n.
Entre otros detalles, elabor¨® una lista de prohibiciones que renov¨® casi a diario mediante correos electr¨®nicos con copia a toda la expedici¨®n. Seg¨²n los nadadores, prohibi¨® la bisuter¨ªa, los bolsos de mano, las zapatillas de playa o el contacto con la prensa en un documento que les oblig¨® a firmar bajo pena de no ir a los Juegos.
Con la misma vehemencia, Villanueva impuso un severo r¨¦gimen de concentraciones en los ¨²ltimos a?os y al nadador que puso objeciones, fuera por razones de estudios o por necesidades espec¨ªficas de entrenamiento, le presion¨® con formas marciales. Hay gente en la federaci¨®n que vincula este modo de actuar con el estado depresivo en el que se encuentran los grupos de nadadores del CAR de San Cugat y la residencia Blume de Madrid.
Nueve de los 11 participantes en pruebas individuales no lograron mejorar sus marcas
Los resultados no respaldan la estrategia seguida. Nueve de los 11 nadadores espa?oles que participaron en pruebas individuales no consiguieron igualar su mejor marca personal. Solo Mireia y Melania Costa completaron ese objetivo. El caso de Mireia es excepcional. No le debe su preparaci¨®n tanto al programa de la federaci¨®n como a la ambici¨®n del Club Nataci¨®n Sabadell, que le ofrece los medios para entrenarse, incluyendo a su t¨¦cnico, el franc¨¦s Fred Vergnoux, que dise?¨® su puesta a punto para Londres.
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