La lucha por la supervivencia
El conjunto espa?ol firma sus peores resultados desde Montreal 1976
El atletismo espa?ol entr¨® en Londres trastabill¨¢ndose y sali¨® cojeando. El primer participante fue ?ngel Mullera, que corri¨® pese a estar siendo investigado por dopaje y gracias a la falta de compromiso de la federaci¨®n. La ¨²ltima que salt¨® al estadio encantado de Londres fue Ruth Beitia, tambi¨¦n la mejor competidora y casi la ¨²nica cara positiva del equipo: termin¨® cuarta. Fue una de los cuatro finalistas (tambi¨¦n el lanzador de disco Casa?as y los marchadores L¨®pez y Pascual), el n¨²mero rid¨ªculo que deja la actuaci¨®n espa?ola en uno de los peores lugares de los ¨²ltimos a?os, a la par de Se¨²l 1988 (tambi¨¦n solo cuatro finalistas), la peor actuaci¨®n desde Montreal 1976 (dos finalistas), desde la prehistoria. En Montreal, el equipo espa?ol lo compon¨ªan 17 atletas. En Se¨²l, 34. En Londres, 47. Los ¨²ltimos Mundiales, los de Daegu 2011 (el bronce de Natalia Rodr¨ªguez, el cuarto puesto de Manolo Olmedo), no fueron mucho mejor para el deporte rey de los Juegos, por lo que ser¨ªa muy complicado un an¨¢lisis descontextualizado de los resultados londinenses.
Una de las frases m¨¢s repetidas desde el principio de los tiempos es que el sistema de becas del plan ADO convierte a los atletas en funcionarios que buscan asegurarse un modus vivendi en el que la competici¨®n, el m¨¢s alto, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s fuerte, es secundaria. ¡°Ja¡±, dice Juan Pineda, representante de atletas de talento, algunos de ellos, como Kevin L¨®pez, aut¨¦nticas joyas, ¡°ya me gustar¨ªa que fueran funcionarios. Lo que son es mileuristas o ni eso. ?Y d¨®nde podemos ir con un atletismo de mileuristas?¡±.
¡°?D¨®nde podemos ir con un atletismo de mileuristas?¡±, plantea el representante Pineda
¡°La vida es supervivencia¡±, dice, terminada su prueba en Londres (34?, 2h 17m 48s), el maratoniano Jos¨¦ Carlos Hern¨¢ndez y es dif¨ªcil discernir si el atleta canario habla de su primer marat¨®n como internacional espa?ol (a los 34 a?os), de su vida como atleta o del atletismo en general. O de las tres cosas a la vez. ¡°Supervivencia¡±, repite como si le hubiera cogido gusto a una palabra que sirve para explicarlo todo; ¡°a los 18 kil¨®metros lo he pasado fatal, pero he resistido, he sobrevivido, porque uno no se puede retirar de un marat¨®n ol¨ªmpico. No me he rendido por eso. No me pod¨ªa rendir en mi debut¡±.
Despu¨¦s, Hern¨¢ndez, que es de Lanzarote, explica por qu¨¦ nunca se rendir¨¢. Cuenta que hasta que en marzo logr¨® la marca m¨ªnima y entr¨® en el plan ADO, que le supone 15.000 euros al a?o, ¡°malviv¨ªa¡± gracias a la ayuda de su familia. ¡°Menos mal que en Lanzarote la vida es barata y puedo subsistir con poco¡±, dice, ¡°y menos mal que el fisio es un amigo que me da masaje gratis porque, con los pocos sponsors que pod¨ªa arrancar y eso, pierdo dinero con el atletismo: material, entrenador, m¨¦dico¡ Todo lo ten¨ªa que pagar. Era un profesiona amateur¡±.
¡°Pero es generoso como pocos¡±, dice su entrenador, Juan Carlos Granado, que le gu¨ªa desde Valladolid; ¡°est¨¢ casado y es padre. Tiene lo justo para vivir, pero siempre es el primero en pagarme. Y le pasa de todo. A veces logra que peque?as empresas locales le patrocinen con 100 o 200 euros en una carrera. Pues bien, una vez, gan¨® una media marat¨®n con una buena marca y le descalificaron por llevar publicidad¡±.
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