Despedida colosal

Londres baj¨® el tel¨®n con un duelo de colosos, un cierre de altura como merece la gran fiesta universal del deporte. Un reto may¨²sculo, vibrante y planetario: el baloncesto espa?ol llev¨® a Estados Unidos a una situaci¨®n extrema. Como el deporte es enso?aci¨®n, Espa?a fue hasta el ¨²ltimo instante el dream Espa?a, se qued¨® a un paso del olimpiazo (107-100). M¨¢s cerca que nunca de Estados Unidos ¡ªen Pek¨ªn perdi¨® por once puntos y en LA 84 por 31¡ª, la selecci¨®n cerr¨® un partido estupendo, forz¨® a la realeza de la NBA y entr¨® en el ¨²ltimo cuarto solo un punto por debajo (83-82). Entonces, Scariolo reserv¨® m¨¢s de la cuenta y dio vuelo a los estadounidenses. El partido no admit¨ªa treguas, requer¨ªa a todas las estrellas en el parqu¨¦. Era su d¨ªa, era innecesario regular. No lo entendi¨® as¨ª el t¨¦cnico italiano y Espa?a rem¨® hasta la orilla. Con talento y orgullo, pero insuficiente ante un adversario de m¨¢xima graduaci¨®n, un equipo que solo admite comparaci¨®n con el genuino dream team de Barcelona 92. Solo una selecci¨®n como esta o aquella de Estados Unidos puede cerrar el paso a la brillante generaci¨®n que lidera Pau Gasol. Estas platas del baloncesto son oro puro.

Solo una selecci¨®n como esta o el 'dream team' puede cerrar el paso a la brillante generaci¨®n que lidera Pau Gasol

La turbadora final de basket sell¨® la ¨²ltima medalla de Espa?a, la sexta masculina, lo que subraya el ejemplar papel del deporte femenino, el principal titular espa?ol en Londres. Un dato elocuente que evidencia que en este pa¨ªs las deportistas no merecen el papel subalterno que se les concede. Espa?a ha descubierto que tiene otro tejido deportivo, un grupo de chicas pujantes y con hierro en las venas cuya explosi¨®n poco tiene que ver con la ¨®rbita de la nomenclatura oficial. Ellas, en su mayor¨ªa, han hecho cumbre por su cuenta, de forma espont¨¢nea, por su capacidad, casi quijotesca, para sobreponerse al anonimato al que se ven abocadas en su rutina interol¨ªmpica. Espa?a tiene una nueva veta que explotar. La de Mireia Belmonte, Maialen Chorraut, Maider Unda, Brigitte Yag¨¹e, Ona Carbonell, Andrea Fuentes, Marina Alabau, las delfinas del waterpolo, las guerreras del balonmano, y tantas otras. Todas merecen un reconocimiento extraordinario.

Hay disciplinas cuyo fiasco se perpet¨²a m¨¢s de la cuenta: el f¨²tbol ha reaccionado sin demora y el atletismo debe adoptar medidas

Frente al aire fresco de las mujeres, Espa?a, por m¨¢s que sus rectores, del CSD y del COE, eval¨²en los resultados finales por encima de las expectativas primarias, debe revisar algunos programas. No solo por la recesi¨®n econ¨®mica, sino porque hay disciplinas cuyo fiasco se perpet¨²a m¨¢s de la cuenta. Si el f¨²tbol, con el despido de Luis Milla, ha reaccionado sin demora a su rid¨ªculo tr¨¢nsito por estos Juegos, el atletismo tambi¨¦n debe adoptar medidas. Desde Mosc¨² 80, son ya tres ediciones ol¨ªmpicas sin premio (Se¨²l 88, Pek¨ªn 2008 y Londres 2012). De su paso por Inglaterra solo ha dejado huella con su pulso a la autoridad en el caso Mullera, al que se empecin¨® en colar en estos Juegos por un atajo infame pese a las sospechas m¨¢s que fundadas de su b¨²squeda de un plan de dopaje. Un escarnio innecesario para el deporte espa?ol, que no puede permitirse cortijos feudales como el de Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola en su exclusiva federaci¨®n de atletismo. No solo reta al poder y refuerza d¨ªa a d¨ªa su indulgencia ante lo que el mundo ya no tolera, sino que encima faltan resultados, competidores al menos. La c¨¢ntabra Ruth Beitia fue la ¨²nica a la altura. S¨ª, pero en su ¨²ltima gran prueba internacional. Detr¨¢s solo se vislumbra barbecho puro y duro.

Tan acomodado como el del f¨²tbol fue el paso del tenis, otro deporte que concilia regular con el olimpismo, porque ya tiene su negocio particular. Los Juegos no son un relevante apunte bancario. En el caso espa?ol: a 94.000 euros el oro individual, a 48.000 la plata y a 30.000 el bronce; a 75.000 el oro en parejas, 37.000 la plata y el 25.000 el bronce. Por equipos, el premio mayor a 50.000, el segundo a 29.000 y el tercero a 18.000. Suculentos para la meritoria gente del pirag¨¹ismo, y no digamos el taekwondo, que ha hecho pleno con sus tres representantes. De la necesidad, virtud. Mod¨¦lico, aleccionador. Deportes, junto a la vela, capitales para que Espa?a certifique ya 130 medallas en su historia.

Phelps se ha despedido con 22 medallas en su curr¨ªculo y Bolt, como el m¨¢s grande velocista que se haya conocido

Una sexta parte del bot¨ªn absoluto espa?ol ya las tiene por s¨ª mismo Michael Phelps, que se ha despedido con 22 medallas en su curr¨ªculo. No fue el emperador de Pek¨ªn, pero su humanizaci¨®n no le releg¨® a un papel secundario. Tampoco Bolt fue el plusmarquista de 2008, salvo por su contribuci¨®n del s¨¢bado al mejor registro mundial del 4x100 logrado por Jamaica (36,84s), y, sin embargo, sale de los Juegos como el m¨¢s grande velocista que se haya conocido, el ¨²nico capaz de hacer doblete en 100 y 200 en dos ediciones consecutivas. Como ocurre entre los dream teams de ayer y hoy, Bolt alimenta otro debate infinito con Carl Lewis. Bolt y Phelps fueron testigos de otros imprescindibles en el gran p¨®ster de estos Juegos: Ye Shiwen, Missy Franklin, David Rudisha, Mo Farah...

Pulsos entre mitos, los que genera el deporte, los Juegos, su gran fiesta planetaria. Y Londres ha sido un m¨¢s que digno escenario. Sin el gigantismo de Pek¨ªn, pero eficiente y con un indiscutible apego popular. L¨¢stima su exceso de celo y su estilo militarizado para conducir lo que en su imaginario eran reba?os de gente. Pero los Juegos Ol¨ªmpicos pueden con todo. Con el dopaje cada vez m¨¢s ventilado, el deporte est¨¢ en forma.