Campamento 3
El Real Madrid de Mourinho empieza su tercer a?o desde una posici¨®n inmejorable para el asalto a la cumbre: la d¨¦cima
Eternamente apremiado por mostrarse a la altura de su nombre, son inhabituales los veranos tranquilos en el Real Madrid. Sin embargo, esta temporada los blancos se entrenan para encarar su primer partido oficial con una calma que no se viv¨ªa en Chamart¨ªn desde los tiempos de Vicente del Bosque. ?l fue el ¨²ltimo entrenador que, all¨¢ por finales de 2001, pudo permitirse el raro privilegio de comenzar un tercer a?o consecutivo al frente de un equipo cuya afici¨®n est¨¢ tan acostumbrada al ¨¦xito como a la impaciencia. De hecho, a la hora de rastrear otro t¨¦cnico que haya iniciado su tercer a?o, como ahora le toca a Mourinho, debemos remontarnos hasta 1988, durante la primera etapa de Beenhakker en el club, a quien contrat¨® Ram¨®n Mendoza apenas terminado el Mundial de M¨¦xico 86.
Esta estabilidad, que hoy solo es posible gracias a la curva ascendente en el juego y los resultados, es invaluable. Despu¨¦s de los futbolistas, el tiempo es el bien m¨¢s preciado para cualquier entrenador. Por eso la continuidad de un m¨¦todo y un estilo ya asimilados no tiene precio. Todo lo dem¨¢s se puede comprar con su tarjeta preferida. Ese ahorro de tiempo es, entre otras, una de las razones por la cual el Barcelona no fue a buscar lejos de casa y eligi¨® a Tito Vilanova, m¨¢s como una continuidad que como un reemplazo de Guardiola.
La continuidad de un m¨¦todo y un estilo ya asimilados no tiene precio
No hay mejor forma de constatar el verano azul madridista que echar un vistazo a su balanza comercial. Hasta ahora se han marchado Gago y Canales al Valencia, Altintop al Galatasaray y Pedro Le¨®n al Getafe. Consumida la Eurocopa y las vacaciones, todav¨ªa no ha habido altas y, m¨¢s all¨¢ de la t¨ªpica danza de nombres de estas fechas, tampoco hay un puesto donde el Madrid sienta necesidades acuciantes. Aun con ese margen para apostar por futbolistas nuevos, que siempre se puede permitir un equipo con ese poder econ¨®mico, a veces es menos beneficioso romper el equilibrio interno fichando jugadores para dar un hipot¨¦tico salto de calidad que mantener lo bueno conocido. Esa es otra ventaja y otra raz¨®n para manejar sin apuros las negociaciones por alg¨²n fichaje puntual, que agregue variantes a un plantel ya de por s¨ª completo y que ayude a mantener el nivel de tensi¨®n que genera cada a?o en el Madrid la renovaci¨®n de la competencia: no hay tiempo para dormirse en los laureles.
Tras ganar la Copa del Rey durante el primer a?o y la Liga el segundo de este ciclo, rompiendo la racha del Barcelona, hoy, con un plantel joven y a la vez maduro, el Real Madrid de Mourinho empieza su tercer a?o desde una posici¨®n inmejorable para el asalto a la cumbre: la d¨¦cima.
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