Atleta por accidente
La tenista Elena Jacinto, que competir¨¢ por primera vez en los Juegos Paral¨ªmpicos, explica c¨®mo acab¨® en silla de ruedas
Primero despliega la silla, encaja las ruedas y les pone los frenos. Pasa del asiento del coche a la silla, agarra las piernas para colocarlas en su sitio y sonr¨ªe. Elena Jacinto (Barcelona; 1985) est¨¢ agotada despu¨¦s de haber conducido ocho horas para llegar a la concentraci¨®n. Le esperan dos m¨¢s de entrenamiento junto a su compa?era Lola Ochoa (Valencia; 1978) a las ¨®rdenes del seleccionador nacional de tenis en silla de ruedas, David Sanz.
Las dos se han clasificado para representar a Espa?a en los Juegos Paral¨ªmpicos de Londres que comienzan el pr¨®ximo 29 de agosto. Quedan pocos d¨ªas y no se pueden permitir perder ni un minuto de entrenamiento. Comienzan a dar unas vueltas a la pista para calentar los brazos y en seguida cogen las raquetas.
Jacinto habla de su accidente con una naturalidad pasmosa. "No me importa contarlo, pero la gente se sorprende", avisa entre risas; "me intent¨¦ suicidar tir¨¢ndome al metro hace casi 10 a?os". Una lesi¨®n medular la sent¨® en la silla de ruedas, pero a ra¨ªz del accidente, o "gracias a ¨¦l" como dice Jacinto, se le detect¨® y pudo empezar a tratarse una enfermedad mental que ahora tiene bajo control. "El deporte es importante para cualquier discapacitado, pero est¨¢ demostrado cient¨ªficamente que ayuda a estabilizar las enfermedades mentales", cuenta Jacinto y, por si a alguien le queda alguna duda: "aqu¨ª est¨¢ la prueba", dice se?al¨¢ndose a s¨ª misma. Empez¨® a competir hace cinco a?os y ahora est¨¢ a punto de zambullirse en su primera experiencia ol¨ªmpica.
Para Ochoa no es ninguna novedad, son ya los terceros Juegos a los que acude, aunque pens¨® que los de Pek¨ªn hab¨ªan sido los ¨²ltimos. "Hace dos a?os, tuve un par de operaciones en el hombro y en la mu?eca, as¨ª que para m¨ª ir a Londres es un regalo", asegura la tenista que ahora se encuentra en el puesto 19 del ranking mundial.
Para m¨ª, ir a los juegos de Londres es un regalo
Las dos jugadoras compaginan los entrenamientos diarios con el trabajo y utilizan las vacaciones laborales para competir. "Yo he intentado irme a Londres lo m¨¢s tarde posible porque no puedo pedir tantos d¨ªas", dice Ochoa, que trabaja en un banco. Cada jugador tambi¨¦n debe costearse las sillas de competici¨®n, que pueden tener precios entre 4.000 y 5.000 euros, y son muy diferentes de las que se utilizan para ir por la calle.
Las sillas de deporte son m¨¢s anchas y las ruedas traseras est¨¢n abiertas para darles m¨¢s estabilidad y permitirles hacer giros r¨¢pidos. Los jugadores tienen que ir amarrados de la cintura, los muslos y los tobillos, y en el reglamento la silla es considerada como parte del cuerpo.
Para estas deportistas, igual de importante que la figura del preparador f¨ªsico, resulta la del mec¨¢nico. Rafael Mu?oz es tambi¨¦n exdeportista paral¨ªmpico y se conoce las sillas de Jacinto y Ochoa como la palma de su mano. "Es importante que en las competiciones tengan a un mec¨¢nico de confianza porque si les falla algo en la silla y se ponen nerviosas les puede afectar al juego", explica Mu?oz.
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