Siempre ser¨¢ el Grande
Armstrong super¨® sin ning¨²n problema todos los controles antidopaje a los que fue sometido en esa ¨¦poca, as¨ª que me parece injusto que haya que volver al pasado buscando justicia
Peor d¨ªa no pod¨ªa haber escogido, por ejemplo, Bouhanni ¡ªcuarto ayer en el sprintdel circuito de Motorland¡ª para estrenarse en la Vuelta. Pero no: ni ¨¦l ni el segundo, Viviani ¡ªacaba de disputar los Juegos en pista¡ª, pudieron con la fuerza bruta de Degenkolb, que acumula as¨ª tres de seis, es decir, el 50% de las etapas disputadas en l¨ªnea. Estilo Cavendish en la efectividad, estilo Boonen en la ejecuci¨®n.
Y peor d¨ªa no pod¨ªa ser porque el comunicado de renuncia a su propia defensa por parte de Lance Armstrong frente al procedimiento que tiene abierto con la USADA cop¨® todas las conversaciones desde bien entrada la ma?ana, hasta el punto de que lo que ocurriese en la Vuelta quedaba en un segundo plano, visto el terremoto que amenaza de nuevo al ciclismo si se confirma la anulaci¨®n de todos sus resultados conseguidos a partir de 1998. El culebr¨®n, por si no era ya largo, toma un nuevo rumbo en el guion a partir de hoy y amenaza con restar protagonismo en los pr¨®ximos d¨ªas a todo lo que suceda en las carreteras de la Vuelta.
Lo m¨¢s sorprendente, en principio, es la renuncia a la lucha de un hombre que, entre otras cosas, siempre se ha caracterizado por ser un luchador innato. Lo demostr¨® dentro y fuera de la bici. Por todos es conocida su peripecia vital. Un luchador inteligente adem¨¢s. As¨ª que si renuncia es, entre otras razones y a pesar de las consecuencias, porque sabe que es la mejor de las opciones. De sus palabras se adivina a un hombre cansado, completamente agotado por lo que califica como ¡°una caza de brujas¡± contra su persona, y desenga?ado del concepto de justicia que pregona la USADA, cuyo procedimiento califica de ¡°farsa¡±.
Me apena ver esta situaci¨®n tanto por ¨¦l como por el ciclismo. Efectivamente, es un d¨ªa triste para nuestro deporte. Dec¨ªa Millar en una entrevista que el tejano, con dopaje o sin ¨¦l, ha sido uno de los mejores ciclistas de la historia, pero que, por desgracia, formaba parte de la generaci¨®n equivocada y del periodo equivocado de este deporte. Estoy de acuerdo con Millar en lo que respecta al periodo ¡ªperiodo que he compartido con ambos sobre la bici¡ª por la irrupci¨®n de la EPO como el producto dopante con mayor capacidad para influir en los resultados de las carreras. Pero discrepo en la generalizaci¨®n sobre la generaci¨®n.
Lo m¨¢s sorprendente, en principio, es la renuncia a la lucha de un hombre que siempre se ha caracterizado por ser un luchador innato
Armstrong super¨® sin ning¨²n problema todos los controles antidopaje a los que fue sometido en esa ¨¦poca. As¨ª que me parece injusto que haya que volver al pasado buscando justicia. Los m¨¦todos de dopaje y los l¨ªmites para pitar en los controles han ido variando con los a?os, tratando de cerrar el cerco al tramposo, y esa informaci¨®n nos iba llegando poco a poco por diferentes v¨ªas a todos los que compet¨ªamos entonces. A partir de ah¨ª, era ya la ¨¦tica de cada uno y las circunstancias personales de cada cual las que marcaban el modo de actuar individual. Por eso discrepo de Millar en lo de generaci¨®n equivocada. Puede ser que muchos corredores de esa generaci¨®n llevasen una l¨ªnea equivocada, es cierto, pero no es cierto que todos cay¨¦ramos en la trampa del dopaje. El l¨ªmite de seguridad respecto a la l¨ªnea que marcaban los controles era algo muy personal. As¨ª que es un error generalizar sobre esto.
Desconozco las pruebas que hay contra Armstrong y de las acusaciones de los testigos protegidos conozco lo que ha salido a la luz p¨²blica. Veremos c¨®mo termina todo esto, pero el da?o que va a sufrir el ciclismo va a ser de nuevo abundante. De lo que estoy seguro es de que si Armstrong se dopaba no lo hac¨ªa ni m¨¢s ni menos que sus rivales m¨¢s directos. De hecho, ¨¦l super¨® todos los controles mientras que algunos de sus rivales s¨ª que fueron cayendo por el camino.
De todas maneras, pase lo que pase con ¨¦l y con sus siete Tours de Francia, yo siempre lo recordar¨¦ como el Grande ¡ªcon may¨²sculas¡ª con el que coincid¨ª en mi carrera deportiva.
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