¡°No sab¨ªa lo que estaba haciendo¡±
Contador, que no habl¨® por radio para evitar que sus rivales interceptaran la conversaci¨®n, insin¨²a que improvis¨® su ataque definitivo y Purito reconoce que dud¨® mucho
No queda muy claro si Alberto Contador ten¨ªa la t¨¢ctica decidida, estudiada con su director, con sus compa?eros, o si fue un impulso vital, un an¨¢lisis moment¨¢neo de la carrera o un enamoramiento de esos que te dejan KO. A juzgar por sus palabras, fue pura improvisaci¨®n. Es la versi¨®n oficial, aunque Contador algo rumiaba, algo se le mov¨ªa en la cabeza, algo le quitaba el sue?o, durante la jornada de descanso. Seg¨²n dijo, es la tercera meta m¨¢s feliz de su vida: ¡°La primera fue cuando regres¨¦ tras mi accidente, la segunda la Paris-Niza de 2007 y la tercera hoy¡±. Pero algo iba mascullando en funci¨®n de los acontecimientos.
Al final he hecho una contrarreloj de m¨¢s de 40 kil¨®metros pero ha salido bien¡±. Contador, tras la etapa
Actu¨® como un esp¨ªa de la Guerra Fr¨ªa: ¡°?bamos muy r¨¢pidos, todo el mundo quer¨ªa coger la escapada. Hab¨ªamos quedado, por eso, en tener siempre compa?eros por delante. Y en el Collado de la Hoz me fij¨¦ en que mucha gente iba muy justa¡±. No citaba a nadie Contador, pero se adivina que observ¨® flaquezas en el equipo Katusha. De hecho, Purito Rodr¨ªguez circulaba a cola. ¡°Entonces les he dicho a mis compa?eros que se fueran para adelante. No les he dicho nada m¨¢s, porque s¨¦ que los equipos cogen las radios de otros equipos, as¨ª que es mejor no hablar¡±. Ah¨ª mascullaba Contador su ataque, su ¨²ltimo intento, su ¨²ltima cuchillada, esta vez m¨¢s larga, m¨¢s profunda. ¡°Por eso me he ido con dos compa?eros para alcanzar la fuga e intentarlo. Al final he hecho una contrarreloj de m¨¢s de 40 kil¨®metros pero ha salido bien¡±. Humilde, como Purito, como los grandes, reconoci¨®: ¡°He pasado por momentos de miedo. La verdad es que no sab¨ªa ni lo que estaba haciendo. Casi ni hab¨ªa comido e ¨ªbamos a una velocidad de v¨¦rtigo. Pero he dicho que s¨ª, que hab¨ªa que hacerlo, aunque luego igual a 15 kil¨®metros de la meta me viniera abajo. Hab¨ªa que probar¡±.
Porque era lo que le faltaba. Todo lo intentado hab¨ªa conducido al fracaso. Exhibiciones, ambiciones, sensaciones, todo mor¨ªa a los pies de Purito, tenaz como el pegamento en la madera. Restaba el ataque largo, el que nadie se esperaba, el que ni el m¨¢s adivino del mundo barruntaba en su cabeza. Solo Contador le daba vueltas al asunto. ?l solo. Quiz¨¢s alg¨²n allegado, muy allegado.
Seguramente hoy he perdido la Vuelta, aunque en nuestro equipo estamos preparados para ganar, para perder, para caernos, para luchar" Purito, tras perder el liderato
¡°Lo malo con Contador es que nunca te esperas lo que puede hacer¡±, dijo Purito al poco de cruzar la meta. ¡°Seguramente hoy he perdido la Vuelta, aunque en nuestro equipo estamos preparados para ganar, para perder, para caernos, para luchar. !Y vaya si vamos a luchar hasta el final! Porque sabemos luchar¡±, asegur¨®. ¡°Lo mejor es no darle m¨¢s vueltas. Desde el principio me di cuenta de que los saxos iban muy bien. Y la verdad es que han hecho un carrer¨®n. Pens¨¦ que querr¨ªa reventarme antes de que llegara el ¨²ltimo puerto, pero nunca cre¨ª que ocurriera lo que ocurri¨®¡±, a?adi¨®. ¡°En esos 50 kil¨®metros de tensi¨®n he tenido muchas dudas. He pensado en jug¨¢rmela solo, tras el ataque, luego en quedarme con el equipo para abortar la fuga, en que el Movistar tambi¨¦n podr¨ªa interesarle abortarla. Muchas cosas me han pasado por la cabeza y la verdad es que todo pasa volando¡±, afirm¨® Purito. ¡°Me costar¨¢ dormir¡±.
Agotadas sus posibilidades, prefiri¨® refugiarse en la grandeza ¡°de d¨ªas como este¡±, aunque fuera el de su entierro en la general: ¡°Etapas como estas hacen que se hable bien del ciclismo. Y esta etapa de Fuente D¨¦ pasar¨¢ a la historia de la Vuelta. Me parece importante formar parte de esa historia¡±. La grandeza de la derrota.
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