La Bola en el ¡®bolo¡¯

Una Vuelta grandilocuente deb¨ªa tener un final grandilocuente antes de desmonterarse en el pase¨ªllo por Madrid. Nada m¨¢s grandilocuente que decidir la carrera en un lugar llamado La Bola del Mundo, una prolongaci¨®n de Navacerrada, con un piso descarnado, de cemento que se agarra a la bicicleta como si transcurriera por una hilera de sapos. La Bola del Mundo es algo as¨ª como el Cuitu Negru, en Asturias, pero con peor firme, con rampas que llegan a alcanzar el 23% de desnivel. Seg¨²n Alberto Contador es incluso ¡°m¨¢s duro que el Cuitu Negru. Yo, que suelo entrenar por esa zona, hay muchas veces que no lo subo¡±.

Pero la etapa que cierra deportivamente hoy la Vuelta (el domingo es un homenaje al l¨ªder) es m¨¢s que la grandilocuente Bola del Mundo. Antes de llegar all¨ª, habr¨¢n tenido que ascender tres puertos de Primera (Navafr¨ªa, La Morcuera y Cotos) y uno de Segunda (Canencia). En total entre los cinco puertos, m¨¢s de 50 kil¨®metros de ascensi¨®n, en una etapa de 170,7 kil¨®metros, sin contar los continuos repechos que van hilvanando las cumbres de la etapa.

Ahora hemos cambiado el chip y tenemos que luchar por desbancar a Valverde del segundo puesto"

?Y el Katusha? ?Tendr¨¢ ganas y fuerzas de provocar una batalla rom¨¢ntica, cl¨¢sica? Un ataque largo, como el de Contador en Cantabria, una locura, una bella locura. Se nota tensi¨®n y un cierto estado euf¨®rico en el equipo ruso de Purito Rodr¨ªguez, una sensaci¨®n de lanzar sus ¨²ltimos fuegos (luego se ver¨¢ si reales o artificiales). Ganas de no dejar esa sensaci¨®n de Fuente D¨¦, cuando no solo fall¨® Purito, sino tambi¨¦n el equipo entero, quiz¨¢s despistado, quiz¨¢s gastado. Joaquim Rodr¨ªguez sigue con su actitud humilde: ¡°Ahora hemos cambiado el chip y tenemos que luchar ma?ana (por hoy), por desbancar a Valverde del segundo puesto. Para que Contador sea vencido tiene que pasar alg¨²n desastre, Dios no lo quiera. A m¨ª me hace mucha ilusi¨®n ser segundo en esta Vuelta¡±. Contador, tambi¨¦n cauto, no duda de que sus rivales, Joaquim y Valverde, ¡°lo probar¨¢n aunque no s¨¦ a qu¨¦ distancia lo har¨¢n. Est¨¢ claro que Joaquim querr¨¢ ganar la etapa para pasar al segundo tiempo y para ello intentar¨¢n que no haya escapadas y quiz¨¢s pongan un ritmo duro¡±.

Est¨¢ claro que nadie, y menos ahora, desvela sus cartas. La sorpresa en una etapa tan dura, es la primera piedra del ¨¦xito. Luego las piernas y la cabeza dictan sentencia. Las palabras previas se acercan m¨¢s a la diplomacia que a la realidad. Cuesta creer que quien pueda ganar no lo intente.

Quiz¨¢s el plato fr¨ªo de la venganza pueda estar cocin¨¢ndose por m¨¢s que la etapa tenga todo el estilo Contador. Pero una vez regresados al ciclismo de anta?o la etapa de hoy en la Bola del Mundo invita a un regreso al pasado. Lo que est¨¢ claro es que la Bola del Mundo est¨¢ en el ¡°bolo¡± de todos. Para bien o para mal.