Tremenda p¨¢jara del Atl¨¦tico
El Rayo estuvo a punto de igualar un partido que lleg¨® a ir perdiendo por cuatro goles
El Atl¨¦tico parec¨ªa desatado con cuatro goles de ventaja, pero se desplom¨® en los minutos finales y enterr¨® un partido en el que hab¨ªa invitado a hablar de una estructura s¨®lida. La fiabilidad no es un atributo que acompa?ara al Atl¨¦tico en los ¨²ltimos a?os. Navegaba con esa capacidad para autoinmolarse cuando le florec¨ªa un repunte. Un d¨ªa como el de ayer, con festejos de por medio por la Supercopa conquistada, sol¨ªa acabar con el ¨¢nimo inicial de su hinchada, que pasaba del optimismo al pesimismo con la misma facilidad con la que su equipo la defraudaba. Todo eso parec¨ªa olvidado, pero en seis minutos de desconcierto resucit¨®.
ATL?TICO, 4 - RAYO, 3
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, God¨ªn, Miranda, Filipe Luis; Arda Turan (Adri¨¢n, m. 66), Mario Su¨¢rez (Tiago, m. 62), Gabi, Koke; Diego Costa (Cebolla Rodr¨ªguez, m. 56) y Falcao. No utilizados: Asenjo; Cata, Emre y Ra¨²l Garc¨ªa.
Rayo Vallecano: Dani; Tito, Amat, Casado; Piti (Lass, m. 53), Javi Fuego, Trashorras, Adri¨¢n (Delibasic, m. 69); Jos¨¦ Carlos, Bille (Chori Dom¨ªnguez, m. 57) y Leo. No utilizados: Cobe?o; Sueliton, G¨¢lvez y Abu.
Goles: 1-0. M. 29. Mario Su¨¢rez. 2-0. M. 49. Koke. 3-0. M. 51. Arda Turan. 4-0. M. 55. Falcao, de penalti. 4-1. M. 82. Delibasic. 4-2. M. 85. Delibasic. 4-3. M. 88. Leo.
?rbitro: Estrada Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Jos¨¦ Carlos, Javi Fuego y Lass.
Unos 45.000 espectadores en el Calder¨®n.
Se dispon¨ªa el Calder¨®n a festejar esa tranquilidad de saber que tiene a un equipo capaz de responder a cualquier tipo de partido y ante cualquier rival, cuando asisti¨® estupefacto a ese susto final con los tres goles del Rayo. Los nervios y los malos presagios que evocaron dramas pasados inundaron el ambiente.
Hasta esa inexplicable p¨¢jara el duelo sirvi¨® para explicar la metamorfosis que ha experimentado el equipo desde la llegada de Simeone, cuyo mayor m¨¦rito es haber transformado a un equipo de mentalidad deleznable en un grupo que no se descompone. Puede jugar mejor o peor, pero sus futbolistas ya no se esconden. No se les cae encima el Calder¨®n al primer error, ni les acogota el peso del escudo. Koke, Gabi y Mario Su¨¢rez, son los que m¨¢s han progresado en ese sentido. No se derrumbaron con las primeras perdidas de balones, ni porque el centro del campo que dispuso el Rayo les ganara en superioridad num¨¦rica por esa apuesta atrevida de tres centrales y una superpoblaci¨®n de centrocampistas de buen manejo (Trashorras, Adri¨¢n, Piti, Jos¨¦ Carlos, Leo). Ese tr¨ªo de centrocampistas rojiblancos es ahora capaz de sufrir y de desplegarse sin miedo con la pelota cuando tiene oportunidad. El equipo en general dio la sensaci¨®n de gozar de ese estado de convencimiento que le ha dotado de una fiabilidad que desapareci¨® al final.
No le import¨® de primeras al Atl¨¦tico que la pelota fuera del Rayo. Aguard¨® su oportunidad con paciencia para ense?ar sus armas. Principalmente esa capacidad para desplegarse al contragolpe descolg¨¢ndose hasta con seis o siete jugadores. Sin ser dominador de inicio, hubo detalles que hablaban de esa confianza infinita que aflora en todos sus futbolistas. Falcao, al que no se le supone desborde, retrat¨® a Casado en la banda con un regate pic¨¢ndole la pelota con suavidad. Diego Costa, titular por primera vez, que parec¨ªa un retorno residual en la pretemporada, jug¨® como si llevara todo el curso junto a Falcao. Ca¨ªdo a la izquierda fue una tortura para la defensa rayista. Percuti¨® y percuti¨® con una producci¨®n espectacular. Gener¨® dos goles por banda y provoc¨® un penalti. Su actuaci¨®n tambi¨¦n refrenda el efecto de la mano de Simeone en dos direcciones: la de tener a todo el plantel enchufado y la de premiar el trabajo en los entrenamientos.
Tuvieron las cuatro jugadas de los goles del Atl¨¦tico un molde similar, lo que radiograf¨ªa a un equipo que explota al m¨¢ximo las debilidades de sus contrarios. Si descubre un agujero, machaca y machaca. Eso lo pudo comprobar hasta el mism¨ªsimo Chelsea, que en aquella tunda de M¨®naco fue castigado una y otra vez con el mismo golpe: robo y salida. El socav¨®n del Rayo lo tuvo muy claro desde el inicio: las bandas. La propuesta de Paco J¨¦mez dejaba a Piti y a Jose Carlos como carrileros. Dos futbolistas solo de ida, as¨ª que fueron pasados por encima cada vez que les buscaron las espaldas. La secuencia letal y reiterada fue pase al espacio, internada, centro atr¨¢s y llegada de un centrocampista del Atl¨¦tico para marcar. Mario Su¨¢rez, Koke y Arda fueron reflejando en el marcador ese rasgo que distingue a los equipos que saben a qu¨¦ juegan: los tres culminaron a un toque esa perseverancia en hacer da?o a su rival por su punto m¨¢s d¨¦bil. Tras el cuarto gol, Falcao de penalti, se produjo esa bajada de tensi¨®n. Se deshilach¨® el equipo con los cambios y por una falta de concentraci¨®n y contundencia preocupante.
La hinchada rojiblanca asisti¨® at¨®nita a esa crecida progresiva del Rayo de tres goles en seis minutos, del 82 al 88. Delibasic no le concedi¨® importancia a su primer gol, tampoco excesiva al segundo. Ni los aficionados del Atl¨¦tico, hasta que el de Leo les record¨® ese t¨®pico de sufridores eternos.
Simeone asume "toda la responsabilidad"
¡°Me apur¨¦ en los cambios. La responsabilidad de los tres goles recibidos al final es m¨ªa¡±, reconoci¨® Diego Pablo Simeone, el t¨¦cnico del Atl¨¦tico, tras un encuentro en el que su equipo, que estaba goleando al Rayo, termin¨® ganando por la m¨ªnima diferencia y pidiendo la hora. ¡°Hicimos un buen partido. Entendimos c¨®mo jugar a un rival valiente¡±, resalt¨®, en cualquier caso, el argentino despu¨¦s de admitir que se precipit¨® al hacer las sustituciones pensando que todo estaba resuelto.
¡°El Atl¨¦tico necesita el compromiso interno, la fortaleza del grupo, y tambi¨¦n comprender que no se puede regalar nada porque nadie te regala nada y el destino debemos marcarlo nosotros mismos d¨ªa a d¨ªa¡±, advirti¨® Simeone en relaci¨®n con la ense?anza que tanto ¨¦l como sus jugadores deben extraer del tremendo susto de anoche.
En el plano individual, el entrenador rojiblanco destac¨® la actuaci¨®n de Diego Costa, que ha vuelto esta temporada al conjunto tras su cesi¨®n en la pasada precisamente al Rayo: ¡°Apostamos por ¨¦l. Le vemos mejor cada d¨ªa. Es valiente, fuerte, agresivo... Puede jugar tanto por el centro del ataque como por los extremos¡±.
Paco J¨¦mez, su hom¨®logo del Rayo, se lament¨® de que su conjunto se despertase ¡°demasiado tarde¡± y apostill¨® que el verdadero es el que se vio en la ¨²ltima media hora. ¡°Pero el partido ya lo hab¨ªamos entregado en los minutos iniciales de la segunda parte al conceder tres tantos¡±, concluy¨®.
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