Kak¨¢ se da un homenaje
El brasile?o marca tres goles al Millonarios en el Trofeo Bernab¨¦u que rinde tributo a Di St¨¦fano
¡°Estamos aqu¨ª gracias a la industria brit¨¢nica. Son ellos los que hicieron de un hobby una profesi¨®n¡±, dice Alfredo Di St¨¦fano. Anoche los que estaban all¨ª, en el Santiago Bernab¨¦u, eran los Millonarios de Bogot¨¢. Una industria colombiana. De no ser por ellos, quiz¨¢s Di St¨¦fano nunca habr¨ªa llegado a Europa y el Real Madrid nunca hubiese sido el Madrid de las cinco Copas de Europa. La XXXIV edici¨®n del Trofeo Santiago Bernab¨¦u sirvi¨® para rendir tributo a Di St¨¦fano con el Millonarios en el cartel y Kak¨¢ como protagonista, con tres goles, de una contundente goleada.
R. MADRID, 8 - MILLONARIOS, 0
Real Madrid: Ad¨¢n (Jes¨²s Fern¨¢ndez, m. 74); Nacho (Fabinho, m. 46), Ra¨²l Albiol (Mario Hermoso, m. 74), Varane (Carvalho, m. 46), Coentr?o (Derik, m. 74); Khedira (Alex Fern¨¢ndez, m. 61), ?zil (Cheryshev, m. 61), Kak¨¢ (Mosquera, m. 61); Callej¨®n (Essien, m. 81), Morata (Modric, m. 46) e Higua¨ªn (Benzema, m. 46).
Millonarios: Delgado; Lewis Ochoa, Torres, Franco, Mart¨ªnez; Blanco (Urbano, m. 74), Ram¨ªrez, Robayo (V¨¢zquez, m. 64), Candelo (Ort¨ªz, m. 64); Tancredi y Renter¨ªa (Cosme, m. 56).
Goles: 1-0. M. 13. Kak¨¢. 2-0. M. 23. Callej¨®n. 3-0. M. 32. Morata. 4-0. M. 36. Morata. 5-0. M. 37. Kak¨¢. 6-0. M. 60. Kak¨¢, de penalti. 7-0. M. 68. Callej¨®n. 8-0. M. 79. Benzema.
?rbitro: Carlos del Cerro Grande. Sin amonestados.
Unos 30.000 espectadores en la XXXIV edici¨®n del Trofeo Santiago Bernab¨¦u. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria de Alonso Ezquerra, alev¨ªn del Real Madrid.
En marzo de 1952 los Millonarios fueron invitados a Chamart¨ªn para festejar las bodas de oro del club blanco. Di St¨¦fano luc¨ªa el 9 y bastante m¨¢s rizos que ahora. Marc¨® dos goles. Nunca hab¨ªa pisado Europa. Un a?o despu¨¦s de aquel amistoso volvi¨® para quedarse. Anoche, con ocasi¨®n del trofeo Bernab¨¦u, se reedit¨® aquel duelo, 60 a?os despu¨¦s.
Los Millonarios de Bogot¨¢ ya no son aquel equipo apodado el Ballet Azul, ese del cinco y baila. Hac¨ªan bailar la pelota una vez que alcanzaban los cinco goles en el marcador. M¨¢s all¨¢ no se pod¨ªa ir, para no machacar a la afici¨®n rival, para que no se le quitaran las ganas de ir al estadio. Era un pacto estipulado entre los jugadores. ¡°Un d¨ªa marcamos un gol m¨¢s y hubo bronca¡±, ha contado Di St¨¦fano.
Ser¨ªa impensable, hoy d¨ªa, llegar a ese tipo de acuerdo. Tambi¨¦n lo ser¨ªa terminar el partido y correr a por tortilla. Lo recordaba ayer Di St¨¦fano en una entrevista en el AS. ¡°Nos peleamos todos por las tortillas de patata¡ eran famosas en el mundo. Y el cocido. Comimos tortilla, cocido y m¨¢s¡±.
Los premios ahora no son tortillas. El premio para los canteranos ahora es ir convocados (hab¨ªa ocho ayer, Nacho, Cheryshev, ?lex, Fabinho, Derik, Mosquera, Mario Hermoso y el portero Jes¨²s Fern¨¢ndez) e invitar a los amigos con la esperanza de que les vean jugar unos minutos. El premio, para jugadores como Carvalho es volver a sentarse en el banquillo y salir de ¨¦l, aunque sea en la segunda parte. Reencontrarse con las sensaciones de ser futbolistas. El premio para jugadores como Kak¨¢, volver a tener minutos y volver a asomarse al escenario.
Relegado en lo que va de temporada, el mediapunta no jugaba un minuto desde mayo
El brasile?o no jugaba un partido oficial con el Madrid desde la eliminaci¨®n en la semifinal de ¡®Champions¡¯ contra el Bayern. Fue invitado a irse este verano en una reuni¨®n que mantuvo con Jos¨¦ Mourinho. ¡°Si se va bien por ¨¦l, si se queda intentaremos sacarle el m¨¢ximo provecho¡±, repet¨ªa el t¨¦cnico. Ha pasado casi un mes y Kak¨¢ no ha pisado el c¨¦sped ni un minuto.
Hace tres a?os, un 24 de agosto de 2009, el Trofeo Bernab¨¦u fue su puesta en escena. Esa noche se present¨® a la afici¨®n. Han cambiado tanto las cosas ¡ªentre operaciones de rodilla y pubalgia¡ª que anoche, ante algo menos de 30.000 espectadores, tuvo que aprovechar un amistoso para soltar las piernas. No estaban tan oxidadas ya que tard¨® 13 minutos en reencontrarse con el gol. Y a juzgar por c¨®mo lo celebr¨®, falta le hab¨ªa hecho. El segundo lo anot¨® con el trasero. Iron¨ªa del destino debi¨® de pensar. Se rio de s¨ª mismo en la celebraci¨®n. El tercero lo anot¨® de penalti antes de ser sustituido y recibir la ovaci¨®n del Bernab¨¦u. Tambi¨¦n se llev¨® el premio al mejor jugador del partido.
Al brasile?o quiz¨¢s no le contara nadie lo del ¡®cinco y baila¡¯. O s¨ª, pero tampoco era plan de coquetear con la historia
El tercer gol de Kak¨¢ fue el sexto del Madrid. Al brasile?o quiz¨¢s no le contara nadie lo del?cinco y baila. O s¨ª, pero tampoco era plan de coquetear con la historia anoche. Hubiese sido bonito, s¨ª, que fallara ese penalti. Para cerrar el c¨ªrculo. Para rememorar lo que fue el Millonarios de Di St¨¦fano. Para devolverle a la memoria ese pacto de cinco goles y a bailar.
Bailar, bailaron todo el partido, sin bal¨®n. Les oblig¨® el Madrid de Higua¨ªn, Kak¨¢, Callej¨®n (que marc¨® el s¨¦ptimo porque a esas alturas ya no quedaba nada de romanticismo y viejos tiempos) y Morata. Otro que aprovech¨® la noche para sentirse parte del primer equipo.
Se lo perdieron Casillas, Pepe, Cristiano, Arbeloa, Xabi Alonso, Di Mar¨ªa y Marcelo, a los que Mourinho decidi¨® dar descanso. No se lo perdi¨® Di St¨¦fano aunque el de anoche ya no era su Millonarios sino un equipo muy flojo al que un Madrid sin la mayor¨ªa de sus estrellas le meti¨® ocho goles. Y lo que se lleva ahora en el vestuario despu¨¦s de los partidos son las pizzas. Un producto muy poco de la industria brit¨¢nica.
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