Un fogonazo en medio de un apag¨®n
Un zurdazo de ¡®Cebolla¡¯ Rodr¨ªguez al l¨ªmite del tiempo da la victoria al Atl¨¦tico (1-0) frente a un aguerrido Viktoria Plzen
Un zurdazo de Cebolla Rodr¨ªguez desde 30 metros de distancia, cuando ya expiraba el partido, dio al Atl¨¦tico un triunfo en el que quien m¨¢s crey¨® fue su entrenador, Diego Pablo Simeone, pese a la noche de f¨²tbol espeso que le dieron sus futbolistas. Ya marc¨® un gol de similar factura el uruguayo en Israel. El de ayer fue lo mejor de un partido desangelado por las calvas en los grader¨ªos y la falta de juego. Un fogonazo en medio de un apag¨®n. Con m¨¢s cuajo y m¨¢s argumentos f¨ªsicos, t¨¦cnicos y t¨¢cticos que los del endeble Hapoel de Tel Aviv, el Viktoria no fue un rival tan asequible para la cara B del Atl¨¦tico.
Vivi¨® m¨¢s el partido Simeone en la banda que algunos de sus futbolistas. Al t¨¦cnico rojiblanco le da igual que la visi¨®n de las gradas den un aspecto de bolo. Dirige desde la entra?as y desde esa pasi¨®n no debi¨® de gustarle nada lo que vio en el primer tiempo, sin demasiadas se?as de ese equipo que tiende a acogotar a sus contendientes por anticipaci¨®n. Esa virtud depende de la intensidad y la de ayer no fue la adecuada, principalmente en esos primeros 45 minutos.
ATL?TICO, 1 - VIKTORIA, 0
Atl¨¦tico: Sergio Asenjo; Kader (Sa¨²l ?¨ªguez, m. 85), Pulido, Cata D¨ªaz, Cisma; Gabi, Emre; Adri¨¢n, Koke (Tiago, m. 63), Cebolla Rodr¨ªguez; y Diego Costa (Ra¨²l Garc¨ªa, m. 60). No utilizados: Courtois; God¨ªn, S¨ªlvio y Ndoye.
Viktoria Plzen: Kocakic; Reznik, Sevinsky, Cisovsky, Limbersky; Darida (Hejda, m. 90), Prochazka; Rajtoral (Hora, m. 89), Hanousek, Duris; y Bakos. No utilizados: Bolek; Horvath, Malakyan, Zeman y Stipek.
Gol: 1-0. M. 93. Cebolla Rodr¨ªguez lanza un gran zurdazo desde la frontal del ¨¢rea.
?rbitro: Antony Gautier (Francia). Amonest¨® a Gabi, Emre y Prochazka.
Unos 25.000 espectadores en el estadio Vicente Calder¨®n.
Debi¨® de haber un toque de atenci¨®n en el vestuario porque el talante fue otro tras el descanso. Aparecieron en el Atl¨¦tico cierto nervio y una mayor agilidad con la pelota, siempre bajo la mirada fiscalizadora de su entrenador, que no se sent¨® en todo el partido.
Ante los ojos y los aspavientos de Simeone, el duelo se convirti¨® en una pasarela en la que casi ninguno de sus futbolistas desfil¨® a la altura debida. A Kader, el lateral tunecino, reci¨¦n convocado por su selecci¨®n nacional, se le vio demasiado tierno ante la potencia de Limbersky, que le rompi¨® en alguna ocasi¨®n con un simple cambio de ritmo. Ense?¨® Kader mejor rosca en un par de pases que aptitudes defensivas. Puede que achacara la pesadez de piernas del novato. Al otro lado, de Cisma no hubo demasiadas noticias, aunque estuvo m¨¢s centrado en la defensa. Por delante de ¨¦l, tampoco Cebolla Rodr¨ªguez estir¨® al equipo todo lo que se esperaba, sobre todo en ese primer tiempo que exasper¨® los nervios de su entrenador.
Los focos principales estaban puestos en dos futbolistas, Emre y Adri¨¢n. El primero ense?¨® en un pase que tiene buen pie para romper las l¨ªneas. Su destinatario fue precisamente Adri¨¢n, que fue objeto de un penalti que el colegiado no se?al¨®. Le falt¨® m¨¢s continuidad a Emre, que tampoco tuvo el arranque que demandan este tipo de partidos muertos. A un jugador de su jerarqu¨ªa hay que exigirle que d¨¦ un paso m¨¢s o los que hagan falta para ir a buscar la pelota, para despertar y agitar el duelo.
A un jugador de la categor¨ªa de Emre hay que exigirle un paso m¨¢s
Adri¨¢n tampoco respondi¨® al envite de su titularidad. Protagoniz¨® un par de esa conducciones en velocidad que le hicieron temible y poco m¨¢s. Se le vio con falta de tacto en el pase corto al recibir de espaldas y, lo que es peor, se arriesg¨® poco en algunas acciones en las que iba de cara: ni dribl¨® ni se atrevi¨® a filtrar el bal¨®n entre las l¨ªneas.
Entre Adri¨¢n y Emre estuvieron Koke y Gabi, que tampoco contribuyeron en demas¨ªa a que el f¨²tbol fluyera. El primero ni siquiera ense?¨® ese golpeo tan temido a bal¨®n parado. Gabi estuvo impreciso en el pase y por ah¨ª se rompieron la mayor¨ªa de las ocasiones en las que su equipo tuvo oportunidad de elaborar algo de f¨²tbol. En ese p¨¢ramo tambi¨¦n Diego Costa se perdi¨® sin remisi¨®n.
Sin bandas y obtuso con la pelota por el medio, no tuvo el Atl¨¦tico una ocasi¨®n clara. Lo m¨¢s que se acerc¨® al gol fue en unos cuantos intentos desde fuera del ¨¢rea y en un centro de Adri¨¢n que Ra¨²l Garc¨ªa remat¨® con la puntera en la boca de gol, pero Kozacik, el portero checo, se la sac¨®. Fue su ¨²nica intervenci¨®n de m¨¦rito junto a otro cabezazo del propio Adr¨ªan, las dos ¨²nicas oportunidades en las que fue exigido de verdad.
Adri¨¢n tampoco respondi¨® el envite de su titularidad: ni dribl¨® ni filtr¨® el bal¨®n
Termin¨® el Atl¨¦tico con cuatro mediocentros con la entrada de Tiago y Ra¨²l Garc¨ªa y eso contribuy¨® m¨¢s a la confusi¨®n. Pero la prueba concluy¨® con el golazo de Cebolla Rodr¨ªguez, que eleva a 15 la racha de victorias del Atl¨¦tico en las competiciones oficiales.
Si hay una lectura positiva es que el equipo no pierde y que infunde respeto pese a jugar con una alineaci¨®n en la que faltaron sus futbolistas m¨¢s importantes. La otra nota a tener en cuenta es el car¨¢cter de Simeone para tratar de levantar desde la banda a sus futbolistas en una noche aciaga. Si hubo un impulsor de la victoria fue ¨¦l. Con sus gestos pasionales, con su af¨¢n por inculcar a sus jugadores que all¨ª deb¨ªa haber un partido de f¨²tbol, no un entrenamiento.
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