Una victoria para pensar
La victoria vale m¨¢s que los tres puntos que se trajo la selecci¨®n el martes por la noche a Buenos Aires. Ausente Brasil por ser la organizadora del Mundial, Argentina dispone ahora de tranquilidad y tiempo porque es primera en la tabla con ocho puntos de ventaja sobre la l¨ªnea del repechaje. Dos lujos raros en unas eliminatorias mundialistas que la albiceleste deber¨¢ usar con inteligencia para buscar soluciones a su juego.
Porque reconocer la contundencia ofensiva de la selecci¨®n y sus buenos n¨²meros en arco propio (es el equipo m¨¢s goleador con 20 y el segundo menos goleado con siete) no deber¨ªa utilizarse para ocultar debajo de la alfombra carencias no poco evidentes en fase defensiva. La foto, en la columna de los goles en contra, es enga?osa. Ya en Lima, Argentina hab¨ªa sufrido mucho m¨¢s de lo que reflej¨® el marcador con aquel solitario gol de Zambrano en el primer tiempo. El martes pasado, Chile no solo fue una marea roja que se filtro en terreno albiceleste por los costados, tambi¨¦n tuvo un nivel de punter¨ªa peculiar: conjug¨® en sus numerosos remates el menor porcentaje de acierto al arco con el mayor porcentaje de acierto al cuerpo del arquero en lo que va de a?o.
Es cierto que, aprovechando el factor campo y apremiados por la tabla de posiciones, tanto Per¨² como Chile propusieron partidos muy agresivos, con las ¨²ltimas l¨ªneas adelantadas y mucha gente volcada en ataque. Algo que pone fuera de foco a Argentina, m¨¢s habituada a enfrentar planteos como los ¨²ltimos de Paraguay o Uruguay, donde se mostr¨® muy superior. Es cierto tambi¨¦n que los equipos que asumen esos riesgos con Messi enfrente pueden pagarlo caro. Pero no es menos cierto que, en circunstancias similares, cuando el rival lo atac¨® sin complejos, Argentina pareci¨® tener m¨¢s para perder que para ganar. Eso es lo que le ocurri¨® durante buena parte del partido en Lima y durante todo el primer tiempo en Santiago. Y esa es la contracara a la regularidad lograda por el equipo desde que Sabella cambi¨® el esquema definitivamente, en aquel segundo tiempo de la remontada contra Colombia, hace ya 11 meses.
La punter¨ªa rematadora y los buenos resultados de Argentina no deben esconder las debilidades defensivas
Aquel d¨ªa en Barranquilla Ag¨¹ero entr¨® en la segunda parte y no solo ayudo a revertir un partido decisivo, sino que tambi¨¦n gan¨® para los delanteros un puesto que hasta entonces ocupaba un volante. De ah¨ª, Messi qued¨® suelto en la mediapunta, con dos referencias por delante: Higua¨ªn y Ag¨¹ero. Y cuando El Kun no estuvo, su puesto lo ocupo Lavezzi (Paraguay y Per¨²).
Las virtudes de este esquema est¨¢n comprobadas: Messi se siente c¨®modo para flotar en el centro sin que los centrales lo persigan y encuentra apoyos por detr¨¢s y por delante. Su campo de acci¨®n se ampl¨ªa sin que por eso el equipo pierda peso arriba. Mayor presencia ofensiva. Mejoran las posibilidades en el juego largo, como se vio en la gestaci¨®n del gol de Di Mar¨ªa a Paraguay, en una jugada iniciada con un lanzamiento largo de Gago a Lavezzi; o en el gol de Higua¨ªn a Per¨², tambi¨¦n gestado por un pique profundo de Lavezzi, tras un lanzamiento de Fern¨¢ndez; o en el gol de Higua¨ªn a los chilenos, esta vez habilitado a un ¨¢ngulo del campo por Di Mar¨ªa.
Sin embargo, son las debilidades, que hasta ahora le salieron muy baratas, las que deben ocupar a Argentina a la hora de plasmar ese dibujo. Debilidades que tanto Chile como Per¨² exprimieron al m¨¢ximo adelantando la defensa, presionando alto, comprimiendo los espacios en el medio, proyectando a los laterales y, sobre todo, ensanchando el campo a la hora de atacar la l¨ªnea de tres medios argentina. Una l¨ªnea que, en los repliegues, se estrecha a¨²n m¨¢s con la presencia de Di Mar¨ªa, menos habituado al juego posicional defensivo que Gago o Mascherano.
Esa fractura que, cuando es atacado, sufre Argentina entre los tres jugadores ofensivos y el resto, a¨ªsla el centro y lo debilita. Lo puso contra las cuerdas el martes durante una primera media hora de sufrimiento, donde Chile proyect¨® tanto a Isla como a Beausejour (dos volantes que hicieron de laterales pero profundizaron como wines [extremos]) para quebrar una y otra vez a Zabaleta y Campagnaro, de la misma forma que Adv¨ªncula lo hizo por la banda de Rojo en Per¨².
Argentina vivi¨® y festejo en Chile de la indefinici¨®n ajena y la gran precisi¨®n propia. Los s¨ªntomas ya son repetidos. Con la holgura que le da esta victoria, tiene tiempo y margen para pensar y probar alternativas. Debe lograr ajustar los desarrollos para hacerlos coincidir con los finales.
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