El Athletic, a ciegas
El equipo rojiblanco sigue a oscuras ante un Eibar impetuoso, organizado e interesante que sell¨® su porter¨ªa (0-0)
Ni en pleno mediod¨ªa, cuando a¨²n luc¨ªa el sol en Eibar, se le encendi¨® la bombilla al Athletic, inc¨®modo en aquel campo de los viejos tiempos, sufriendo en defensa e inoperante en ataque, sujetado en el centro del campo por los aguerridos mediocentros del conjunto azulgrana. Tan grande fue su falta de recursos que hasta Marcelo Bielsa, al que los empates se le atragantan como un bocadillo de arena, reconoci¨® al t¨¦rmino del encuentro que ¡°extra?amente el empate est¨¢ bien¡±. ¡°No me siento decepcionado por el resultado¡±, a?adi¨®. Para un ganador nato, que aline¨® a la mayor¨ªa de sus titulares frente a un Segunda B, deb¨ªa ser duro reconocer que la igualada era un acto de justicia ¡°despu¨¦s de haber sido dominados en toda la primera mitad¡±.
Ser¨ªa el campo, peque?ito, ¨ªntimo. Ser¨ªa el c¨¦sped descarnado y barroso. Ser¨ªa la hora, las doce de la ma?ana y d¨ªa festivo, con medio pa¨ªs de puente. La colecci¨®n de disculpas puede ser amplia, pero la raz¨®n es ¨²nica: el Eibar fue mejor que el Athletic, m¨¢s impetuoso, mejor organizado y con el punto de ambici¨®n tan cercano a la autoestima como lejano de la locura. Bastaba ver las diabluras de Del Olmo, amarg¨¢ndole la ma?ana a su excompa?ero Iraola, jugando de espaldas con la sabidur¨ªa de los a?os, o la amalgama de recursos del delantero Mainz, para hacer sudar a los centrales rojiblancos.
EIBAR, 0 - ATHLETIC, 0
Eibar: Irureta; Aimar, Arregi, Ra¨²l Navas, Bingen; Errasti, Abaroa; Capa, Arruabarrena (Diego Jim¨¦nez, m. 59), Del Olmo (Arroyo, m. 55); y Mainz (Aketxe, m. 75). No utilizados: A. Errasti y Dani Garc¨ªa.
Athletic; Ra¨²l; Iraola, San Jos¨¦, Amorebieta; Aurtenetxe; Herrera, Iturraspe; Susaeta, Toquero (De Marcos, m. 45), Ibai G¨®mez (Muniain, m. 45); y Llorente (Aduriz, m. 73). No utilizados: Iraizoz y Castillo.
?rbitro: Paradas Romero. Amonest¨® a Capa y Abaroa
3.859 espectadores en Ipurua
El Athletic sigue en su Halloween particular, sin ver amanecer, solo fogonazos que a veces le iluminan el camino. Quiz¨¢s por eso solo cuando empez¨® a llover y al Eibar se le encogieron los pulmones, as¨ª de forma gris, fue capaz de acercarse a la porter¨ªa rival y proponer un cierto asedio como exig¨ªan sus galones. La presencia de Llorente en el once titular, en un campo tan reducido, presagiaba un aluvi¨®n de centros en busca de su cabeza o el control con el pecho. Centros los hubo, pero todos indignos de Primera Divisi¨®n. Un par de ellos llegaron en condiciones al ariete, pero el ¨¢rbitro los invalid¨® por fuera de juego, ambos muy dudosos.
Era la primera vez que Llorente sal¨ªa del vestuario al campo y no del banquillo al terreno de juego. Toda una invitaci¨®n al ¨¢nimo generalizado de la muchachada rojiblanca, no de la afici¨®n del Eibar que le dedic¨® sus c¨¢nticos m¨¢s ofensivos, sin que se sepa que Llorente le haya causado mal alguno al equipo armero.
La situaci¨®n de Llorente es inc¨®moda. Solo hab¨ªa participado hasta ayer en 10 encuentros (incluida la Liga Europa) y en todos ellos saliendo del banquillo, seis de los cuales con el equipo perdiendo. Solo en dos ocasiones Llorente se ha ido a la ducha con la victoria, situaciones inusuales para un futbolista de jerarqu¨ªa. Ayer ten¨ªa su primera titularidad, pero el equipo le busc¨® mucho y mal. Solo un centro a su perfil y muchos balonazos al entrepecho. El debate contin¨²a. Lo reconoc¨ªa el propio Bielsa cuando afirm¨® que el partido ¡°no se acomod¨® a las caracter¨ªsticas de Llorente, en un campo pesado y con pocos pases para que se luzca¡±. No luci¨®. Nadie luci¨® salvo la presencia del joven Ra¨²l en la porter¨ªa que sac¨® hacia afuera las ocasiones del Eibar.
El equipo azulgrana supo escarbar los rincones de la ratonera y suyas fueron las ¨²nicas combinaciones de la primera mitad. Mainz, una ardilla, romp¨ªa la defensa de San Jos¨¦, mientras Arruabarrena le daba consistencia a las transiciones azulgrana. Pudo marcar en tres ocasiones el Eibar, pero le falt¨® punter¨ªa y pag¨® el acierto de Ra¨²l en sus estiradas. Hubiera necesitado el equipo armero que el portero, titular en esta ocasi¨®n, hubiera tenido dos cent¨ªmetros menos en cada brazo. Y al Athletic, a pesar de los esfuerzos de Herrera por darle movilidad y vivacidad al centro del campo, el f¨²tbol le pillaba lejos.
La entrada tras el descanso de De Marcos y Muniain le dio m¨¢s profundidad, aunque sus dos ¨²nicas ocasiones fueron dos magn¨ªficos tiros lejanos de Iraola que exigieron lo mejor del portero. Curioso: Ra¨²l, con sus ciento noventa y pico cent¨ªmetros, respondi¨® magn¨ªficamente por abajo e Irureta, el portero del Eibar, m¨¢s bajito y potente, supo volar como un p¨¢jaro.
El Eibar resisti¨® f¨ªsicamente m¨¢s de lo esperado por la diferencia de categor¨ªa (Segunda B frente a Primera), con desgaste terrible de sus mediocentros y sus centrales, colosales en el juego a¨¦reo e inteligentes en el ¨¢rea. Debi¨® ganar y se llev¨® el gustazo del empate, que le presentar¨¢ en San Mam¨¦s en igualdad de condiciones dentro de dos semanas. ¡°Todo sigue estando igual de dif¨ªcil para nosotros¡± dijo Gaizka Garitano, su entrenador, pero en el baile de ida, el Eibar marc¨® el paso.
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