El triplete de Manuel Pablo

Aquel t¨ªmido que en las salas de prensa apenas era capaz de esbozar una sonrisa, alzar la mirada e hilar una corta frase, el zaguero que semejaba llegar desde el Las Palmas como carabina del Turu Flores, tiene sobre la mesa una oferta para jugar con el Deportivo su decimosexta campa?a consecutiva. As¨ª lo revel¨® el presidente Augusto C¨¦sar Lendoiro despu¨¦s de que Manuel Pablo Garc¨ªa marcara su tercer gol en esa casi media vida que lleva como blanquiazul. En el recuento, a punto de cumplir los 37, el lateral canario, aunque siempre con vocaci¨®n ofensiva, no se ha caracterizado por sus intentos ante la meta rival. Eso s¨ª, los tres goles son para el recuerdo: disparos de larga distancia que se cuelan por la escuadra. El primero en Santander el 16 de septiembre de 2000, el segundo en Murcia, en partido de Copa, el 30 de enero de 2003. El de ayer ante el Mallorca, en otro partido de esa competici¨®n, tuvo si cabe m¨¢s m¨¦rito porque, diestro como es, lo emboc¨® con la zurda.

Lendoiro se siente en deuda con ¨¦l por frenar su traspaso al Madrid

?¡°El de Murcia fue m¨¢s complicado porque le d¨ª a la pelota sin haberla controlado¡±, explica Manuel Pablo, que encuentra un nexo com¨²n en su particular triplete. ¡°Despu¨¦s de marcarlo mis compa?eros me abrazaron como locos. Me parece que no se lo cre¨ªan. Y yo tampoco¡±, matiza jocoso. ¡°Fue de sombrerazo¡±, sentenci¨® Joaqu¨ªn Caparr¨®s, el t¨¦cnico del Mallorca, el mismo que entren¨® a Manuel Pablo dos temporadas en el Deportivo, quiz¨¢s con el que menos a gusto se encontr¨® un futbolista que jam¨¢s levant¨® la voz en sus declaraciones p¨²blicas o privadas, ni siquiera cuando tuvo la opci¨®n de jugar en un grande de Europa. El Inter le sigui¨® durante meses y el coru?¨¦s Luis Su¨¢rez pas¨® informes aconsejando su fichaje por la entidad milanesa, pero la oferta m¨¢s concreta por ¨¦l lleg¨® desde el Real Madrid, que plante¨® dos opciones en el verano de 2001: la primera consist¨ªa en el pago de 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros), aproximadamente lo que hab¨ªa abonado al club coru?¨¦s el a?o anterior por Flavio Concei?ao. Ante la primera negativa de Lendoiro, se lleg¨® a plantear la posibilidad de una operaci¨®n por 6.000 millones de pesetas que incluyera adem¨¢s el traspaso del meta Molina a la entidad de Chamart¨ªn y la cesi¨®n por dos a?os de Iker Casillas al Deportivo.

?Lendoiro dijo no y por eso ayer reconoci¨® que todav¨ªa hoy se siente en deuda con su capit¨¢n, al que ofrecer¨¢ la continuidad en el club hasta que el propio futbolista sienta que le acompa?a el aliento. Aquel verano de hace once a?os, el presidente del Deportivo sent¨ªa que en lo futbol¨ªstico estaba a la par que el Real Madrid. Y as¨ª era. ¡°Me llamaron al club y me hicieron ver que compet¨ªamos contra ellos y que yo era un baluarte. Y ya no hab¨ªa mucho m¨¢s que decir por mi parte¡±, recuerda el futbolista. Lendoiro sab¨ªa, en cualquier caso, que el inter¨¦s del Inter lat¨ªa y sent¨ªa que ten¨ªa un cheque en blanco galopando por la banda, una millonada que se esfum¨® a los dos meses en un choque con Giovanella, una doble fractura de tibia y peron¨¦, una larga convalecencia y una certeza. ¡°Regres¨¦ e intentaba ser el mismo, pero no lo consegu¨ªa¡±, reconoce Manuel Pablo, que con todo ha ofrecido un nivel m¨¢s que notable tras aquel varapalo, castigado en los ¨²ltimos meses por peque?as dolencias que, seg¨²n ¨¦l, mentalmente causan m¨¢s desasosiego que aquella espeluznante lesi¨®n. As¨ª, mientras recupera sensaciones y con la seguridad de la confianza del club, disfruta de las mieles del gol, del abrazo del compa?ero y el reconocimiento de la grada, que ayer no dej¨® de jalearle tras la diana.