La revoluci¨®n de los an¨®nimos
Manolo Jim¨¦nez, t¨¦cnico y jefe del ¨¢rea deportiva del Zaragoza, ha formado un equipo competitivo con jugadores de categor¨ªas inferiores
Est¨¢ en todos los saraos porque fue una de las condiciones para renovar el contrato, despu¨¦s de que salvara al equipo de la quema en el curso pasado cuando se daba por descontado su descenso, a la cola de la Liga hasta el ¨²ltimo estir¨®n. Manolo Jim¨¦nez es el t¨¦cnico del Zaragoza, pero tambi¨¦n estudia v¨ªdeos de los posibles fichajes, descuelga el tel¨¦fono para convencerles, los presenta en sociedad y maneja el ¨¢rea deportiva porque no existe el director deportivo (Antonio Prieto) y el secretario t¨¦cnico (Pedro Herrera), ambos despedidos por el propietario y presidente, Agapito Iglesias. ¡°A Manolo no le gusta eso de m¨¢nager general¡±, se sisea por el club. Pero lo es. Y el Zaragoza funciona ¨Csuma tres triunfos seguidos antes de visitar el Bernab¨¦u-, con un sosiego deportivo que anestesia las penurias econ¨®micas e institucionales.
¡°Las cosas han ido mal hasta ahora, pero con Manolo cambiar¨¢n¡±, les dijeron a varios de los 13 futbolistas que han recompuesto el equipo esta temporada. La realidad es que el club perdi¨® poder de persuasi¨®n, coyuntura dada por los vaivenes deportivos y por su crisis de capital. Por lo que se rebajaron las pretensiones. ¡°La econom¨ªa manda; hemos salido de una ley concursal y hay que ajustarse. Nuestro mercado son j¨®venes con proyecci¨®n, apostar por lo que se les intuye y no por lo que se les ve¡±, expone el exjugador Chucho Solana, integrante del ¨¢rea deportiva junto al hijo de Jim¨¦nez, Dani, Lalo Arantegui y Javier Su¨¢rez. ¡°No podemos ir al mercado internacional ni a las grandes ligas como la inglesa, italiana o alemana¡±; interviene Su¨¢rez; ¡°buscamos j¨®venes que acaben contrato y sean desconocidos para no entrar a subasta con otros clubes¡±. Se fich¨® a jugadores de Segunda B como Jos¨¦ Mari (Ja¨¦n) y V¨ªctor Rodr¨ªguez (Badalona), de Segunda como Monta?¨¦s (Alcorc¨®n) y Javi ?lamo (Recreativo), y an¨®nimos para el gran p¨²blico como Loovens (Celtic), Sapunaru (Rapid de Bucarest)¡ Todos ellos futbolistas influyentes en el equipo. ¡°Asumes que con ellos pod¨ªas acertar o no, y parece que se acert¨®¡±, apostilla Solana. Aunque entre la afici¨®n otros - Babovic (Partiz¨¢n de Belgrado), Wilchez (Colo Colo) y Romaric (Espanyol)- generan dudas.
Nada m¨¢s aterrizar en el club, los nuevos pasaron por el psic¨®logo Miguel Morilla
¡°Me llam¨® Ander Garitano [coordinador de la Ciudad Deportiva] para que jugara en el filial, pero me ofreci¨® hacer la pretemporada con el primer equipo, lo que fue clave para fichar¡±, admite V¨ªctor Rodr¨ªguez, toda una sensaci¨®n en Primera. ¡°A m¨ª me telefone¨® Carlos Cuartero ¨Cexjugador del club que echa un mano en el ¨¢rea deportiva- y luego Manolo. Dej¨¦ mis vacaciones de inmediato en Formentera¡±, cuenta Paco Monta?¨¦s, otra sorpresa del equipo como Jos¨¦ Mari, Sapunaru, Loovens¡ El rendimiento, sin embargo, no es casual.
Nada m¨¢s aterrizar en el club, los nuevos pasaron por el despacho de Miguel Morilla, psic¨®logo a distancia del Zaragoza porque vive en Sevilla. ¡°Una charla para quitarnos miedos y para contarle nuestra vida e inquietudes¡±, explican desde el vestuario. ¡°Aunque a veces lo vemos, nos comunicamos por m¨®vil¡±, explica Monta?¨¦s. ¡°Env¨ªa un mensaje antes y otro despu¨¦s de cada partido¡±, ampl¨ªa Rodr¨ªguez. La psicolog¨ªa, en cualquier caso, es algo que tampoco desatiende Manolo Jim¨¦nez. ¡°Un d¨ªa, sin m¨¢s, me dijo que ya me tocaba cambiarme siempre con el primer equipo¡±, explica todav¨ªa emocionado Rodr¨ªguez; ¡°se me pusieron los ojos como platos porque me ofrec¨ªa ser uno m¨¢s. Y, como tal, siempre me repite que debo ser constante y exigente. Sabe exprimirme con sencillez e intensidad¡±, analiza Rodr¨ªguez. ¡°Desde el primer d¨ªa me dio confianza al decirme que me conoc¨ªa, y me pidi¨® que me dejara la vida y quedara exhausto. Y como muchos estamos viviendo un sue?o, lo hacemos en cada partido¡±, a?ade Monta?¨¦s. Porque son jugadores por formar.
¡°Intentamos ser descubridores de talento¡±, explica Javier Su¨¢rez; ¡°vamos los fines de semana a destripar las inferiores de Espa?a¡±. Por lo que los ojeadores se han repartido el pa¨ªs en cuatro zonas (¡°Valencia, Catalu?a, Madrid y Andaluc¨ªa, porque Galicia y Castilla Le¨®n nos pillan lejos, y Pa¨ªs Vasco est¨¢ copado por el Athletic y la Real¡±, apuntan desde el ¨¢rea deportiva) e infinitos informes. ¡°Pero V¨ªctor y Jos¨¦ Mari nos han animado a pensar que hay m¨¢s que pueden jugar en Primera¡±, subraya Solana. ¡°Esto es un sue?o¡±, admite Monta?¨¦s, que por si las moscas estudia CAFD (antiguo INEF) en la Universidad. ¡°Jugar aqu¨ª quiz¨¢ lo apreciamos m¨¢s que otros porque cualquier detalle nos alucina¡±, a?ade Rodr¨ªguez. Incluso disfrutan de los toallazos de Sapunaru en las duchas ¨C¡°nos deja marcados a todos¡±, explica uno; ¡°un domador de leones¡±, le define otro-, de que Movilla no se deje llamar abuelo, del grito del vestuario antes de los partidos ¨C¡°Uno, dos y tres, ?Zaragoza!¡±- que resume la idea original de Manolo Jim¨¦nez al renovar la plantilla: una suma, una consecuencia, un crescendo desde el principio, un equipo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.