Un r¨¦cord como excusa
Messi ya nos acerc¨® a Platini con los tres Balones de Oro y ahora recupera a Zico, M¨¹ller, Artime y Chitalu, el goleador de Zambia
Tal vez el aporte m¨¢s imprevisible de Messi, a medida que derriba con parsimonia de paseante dominical algunos r¨¦cords tan grandes que parec¨ªan destinados a permanecer erguidos para siempre, sea la s¨²bita pasi¨®n historicista que recorrieron los medios durante la semana. Poco importa ahora si los libros se desempolvaron con curiosidad natural o con af¨¢n revisionista para tirarse estad¨ªsticas por la cabeza. Lo interesante fue que nos sirvi¨® de excusa para revivir viejas historias e, incluso, para descubrir otras.
Porque seguir a Messi es salir a pasear con el DeLorean: uno enciende la tele y puede ver goles de M¨¹ller en blanco y negro, comprar el peri¨®dico y repasar las tardes de Zico, o salir a caminar y ver en una manifestaci¨®n por la sanidad p¨²blica en Gran V¨ªa a dos extranjeros con una camiseta blanca donde se lee, en grandes letras negras: ¡°Chitalu¡±. ?Qui¨¦n pod¨ªa anticipar que un joven deportista argentino del siglo XXI le regalar¨ªa a Zambia, y a ?frica en general, un s¨ªmbolo de identidad rescatado del siglo XX para usar en una manifestaci¨®n en la Espa?a de hoy?
Y es que Messi, tras pulverizar la competencia contempor¨¢nea, nos fue llevando juventud abajo. Ya nos acerc¨® a Platini cuando igual¨® sus tres Balones de Oro, y esta semana fuimos m¨¢s atr¨¢s. Primero le toc¨® a Gerd M¨¹ller, a quien, a diferencia de Platini, hab¨ªamos perdido de vista. Solo con volver a ver sus tres goles contra Per¨² en el 70 (de derecha, de zurda y de cabeza) alcanza para contextualizar por qu¨¦ llego a 10 redes en ese Mundial y a 85 goles en un a?o calendario en el 72.
Una cifra de goles tremenda, a la que le salieron al cruce un pu?ado de competidores hist¨®ricos como Zico, de quien dicen que marc¨® 88 en el a?o 79, y Godfrey Chitalu. Con Chitalu la historia es distinta. No por lo anecd¨®tico ni porque, distinto de los de Messi, M¨¹ller y Zico, nadie haya visto ninguno de sus supuestos 107 goles ¡ª?hay diferencia si hubiesen sido 83 o 91?, ?no es lo suficientemente impresionante como para trascender en los libros de historia del f¨²tbol sacarle 56 goles al segundo m¨¢ximo goleador, sea en la Liga de Zambia o en la de Estados Unidos?¡ª, sino porque a trav¨¦s de su figura y de su historia de vida recordamos, una vez m¨¢s, que el mundo no termina en la M30 ni en la General Paz. Muy recomendable el art¨ªculo de Sid Lowe en Sports Illustrated.
El cuarto nombre que surgi¨® esta semana a ra¨ªz del r¨¦cord de Messi fue el de uno de los m¨¢s grandes goleadores argentinos de la historia. Luis Artime naci¨® en Mendoza y pas¨® su infancia en Junin. All¨ª trabajaba en los talleres del ferrocarril cuando empez¨® a jugar para el Independiente de esa ciudad. Cuando ten¨ªa 19 a?os, Osvaldo Zubeldia lo vio jugar y lo recomend¨® para Atlanta, donde jug¨® entre el 58 y el 62 junto a Gatti, Griguol, Betinotti y Alberto Gonz¨¢lez. En el 62 pas¨® a River Plate y fue goleador del campeonato por primera vez, superando por un tanto a Sanfilippo, tras marcar en la ¨²ltima fecha. Luego repiti¨® cono m¨¢ximo goleador argentino en el 63 con River y en el 66 y el 67 con Independiente de Avellaneda. Tambi¨¦n en el 67 fue el goleador de la Copa Am¨¦rica con la selecci¨®n argentina. Con Nacional fue goleador uruguayo en los a?os 69, 70 y 71, a?o en el que se consagr¨® goleador y campe¨®n de la Copa Libertadores. Un equipo que luego ganar¨ªa la Interamericana y la Intercontinental.
Cuando ten¨ªa 13 o 14 a?os mi familia veraneaba en Mar del Plata y nuestros vecinos de carpa eran los Artime. Todas las tardes se armaban picados y Luis, con unos callos m¨¢s grandes que los pies, que lo hac¨ªan gritar de dolor cada vez que pateaba, se paraba de 9. ¡°Dale nene, dale... ?Quer¨¦s ganar?... ?T¨ªrala ac¨¢ adelante entonces!¡±, me gritaba. Desde all¨¢ arriba, desde el ¨¢rea, ¡°si no la tir¨¢s no ganamos nene¡±.
Ayer, despu¨¦s de una infinidad de veranos, lo llam¨¦. Us¨¦ como ariete los 148 goles en un solo a?o que le atribuye una estad¨ªstica de Guti¨¦rrez Cortina. Los goles, al fin y al cabo, una excusa para saludarlo despu¨¦s de tantos a?os. ¡°?Y Luis, es verdad que hiciste todos esos goles?¡±. ¡°Que s¨¦ yo nene, no me acuerdo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.