La sabidur¨ªa del Se?or Tiempo

En un reciente partido contra los humildes Cavaliers de Cleveland, Paul Pierce, de 35 a?os, se convirti¨® en el jugador m¨¢s veterano de los Celtics de Boston en anotar 40 puntos en un partido de la liga regular. Kobe Bryant, el jugador de los Lakers de Los ?ngeles, encabeza la lista de anotadores de la NBA con 34. Los Knicks de Nueva York, con el equipo m¨¢s veterano de la historia de la NBA (con una media de edad de 32,7 a?os), y en el que juega el novato m¨¢s veterano en vestirse de corto en 40 a?os (Pablo Prigioni, 35 a?os), ocupan la primera posici¨®n de la Conferencia Este.

Al presentarle estos datos, el observador ocasional podr¨ªa suponer que el equipo medio de la NBA ha invitado al Padre Tiempo a una copa y se est¨¢ planteando pedirle que se quede a cenar. El observador ocasional estar¨ªa equivocado. La media de edad en la NBA alcanz¨® su m¨¢ximo en la temporada 1999-2000, cuando rondaba los 28 a?os. Hoy en d¨ªa, anda cerca de un m¨ªnimo hist¨®rico: 26,7. ?Se?or Tiempo? Ah¨ª est¨¢ la puerta.

Paul Pierce, Kobe Bryant y los Knicks de Nueva York son las excepciones, no la norma. Lo que, podr¨ªamos suponer, es como la mayor¨ªa de los aficionados quieren que sea. Porque, ?no deber¨ªan los deportes profesionales consistir en juventud, en emoci¨®n, en venas que siguen sin verse por encima de la piel y en patas de gallo que siguen siendo una preocupaci¨®n para el futuro?

Puede que s¨ª, para algunos.

Los veteranos nos dan esperanza, y nos ense?an que no somos tan viejos como todo el mundo nos dice, que sigue quedando tiempo

Para otros, sin duda es bonito ver a jugadores volar por el aire con la mayor de las facilidades, pero tambi¨¦n est¨¢ bien tener a alguien que les lance el bal¨®n. Que dirija el tr¨¢fico, que se acuerde de las jugadas, que recuerde al novato que no puede llevarse su pistola nueva para la pr¨®xima serie de partidos fuera de casa.

O a lo mejor yo soy el ¨²nico. Porque, ya ven, acabo de cumplir 35 a?os.

Y a esta persona de 35 a?os le parece que la NBA est¨¢ pasando por alto una franja demogr¨¢fica fundamental: al grupo de los casi ancianos y casi enfermizos de m¨¢s de 30 a?os (que, por cierto, no es una parte insignificante de la poblaci¨®n). Somos un grupo al que le gusta que Jason Kidd (39) siga siendo capaz de volar por la cancha como si no le preocupase su inminente jubilaci¨®n. Nos produce una gran alegr¨ªa ver a Rasheed Wallace (38) volver de su retiro, lanzando triples y gritando a los ¨¢rbitros. Saltamos de nuestros asientos cada vez que Steve Nash (38)... un momento, no piensen en eso.

Lo que digo, por si la NBA est¨¢ escuchando, es que necesitamos a estos tipos. Nos dan esperanza, y nos ense?an que no somos tan viejos como todo el mundo nos dice, que sigue quedando tiempo, y que, aunque nuestro n¨²mero de espermatozoides no sea tan elevado como antes, todav¨ªa no han desaparecido.

?Ah! Y luego est¨¢ esto:

A lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os, la media de edad de los participantes en las finales de la NBA se situ¨® entre los 28 y los 29 a?os. El 89% de los equipos ganadores del campeonato de la NBA eran m¨¢s mayores que la media de la liga. Uno podr¨ªa argumentar que esto se puede atribuir al empuje, y que los mejores equipos de la NBA son los que permanecen unidos.

Pero puede que intervenga otro factor. Podr¨ªa ser que, al igual que pasa en la vida, y por tanto en el baloncesto, lo que algunos llaman edad y otros llaman experiencia es realmente lo mejor de ambos mundos.

La sabidur¨ªa. Y sigue valiendo la pena ver esa sabidur¨ªa, aunque no sustituya a la piel joven y a las piernas fuertes, al menos en la cancha de baloncesto.

Pero tambi¨¦n es posible que el que habla as¨ª sea mi cumplea?os.