Jazz en azulgrana

Dec¨ªa Jimmy Cobb que Kind of blue debi¨® haber sido hecho en el cielo. El celestial Kind of blue era el tipo de ¨¢lbum que ten¨ªa una magia especial. Desde el inicio de la grabaci¨®n los m¨²sicos supieron que algo grande se estaba gestando. En ¨¦l, Miles Davis simplific¨® sus sonidos y dio unas pautas a los m¨²sicos para que estos improvisaran. Y simplemente sucedi¨®. Todos los factores confluyeron en aquellos dos d¨ªas de 1959 para crear una obra maestra de la m¨²sica moderna. Kind of blue estaba listo para erigirse como el mejor disco de todos los tiempos. Es perfecto se mire por donde se mire. Por su exquisita grabaci¨®n, por la cuidada elecci¨®n de los m¨²sicos, por lo que signific¨® para el jazz. Nada fue dejado a la improvisaci¨®n, ni siquiera la propia m¨²sica.

Al igual que con Kind of blue pasa con el f¨²tbol de este Barcelona en una analog¨ªa perfecta. Deben ser pocos los que piensen en f¨²tbol y no lo hagan en Xavi, Messi, Iniesta y compa?¨ªa. Miles Davis es a la m¨²sica lo que estos jugadores son al f¨²tbol. En cierto modo cuando escucho Kind of blue pienso que sus interpretaciones no se alejan mucho de las otras grandes interpretaciones que cada semana nos ofrecen los jugadores de este grupo. Forman un grupo que afina y sincroniza como una verdadera banda de jazz. Este equipo juega con la exquisita precisi¨®n con la que un m¨²sico de jazz ata sus notas una a una en aparente anarqu¨ªa, pero que no es m¨¢s que una improvisaci¨®n enmarcada dentro de un contexto del que no se sale bajo ning¨²n concepto.

'Kind of blue' es perfecto se mire por donde se mire y lo mismo ocurre con el Barcelona, puesto que los que piensan en f¨²tbol evocan a Xavi, Messi, Iniesta y compa?¨ªa

Estos jugadores tienen margen para improvisar y recrearse en sus pases y en el desarrollo del juego, pero siempre sin olvidar que el contexto es el que marca Tito. La sinton¨ªa, la coordinaci¨®n y el tempo que tienen son puro jazz. Si en la m¨²sica moderna el jazz es la cumbre en cuanto a t¨¦cnica, armon¨ªa y conocimiento de un instrumento, en el f¨²tbol moderno este Barcelona es la m¨¢xima expresi¨®n del ¨¦xito y del triunfo a costa del trabajo, la disciplina y, lo que es m¨¢s complicado, la calidad t¨¦cnica. Esta generaci¨®n es perfecci¨®n e improvisaci¨®n, pero siempre siguiendo una partitura que Tito, y antes Guardiola, han sabido inculcar a estos futbolistas que templan el bal¨®n y le dan salida con maestr¨ªa, haciendo f¨¢cil lo dif¨ªcil. Cuando los veo es como sumergirme en Kind of blue.

Xavi tocando aqu¨ª y all¨¢, marcando el ritmo a sus compa?eros y levantando la cabeza para ofrecer otro pase de libro. Iniesta haciendo piruetas con el bal¨®n en apenas un palmo de terreno. Toca, recula, regatea. Se recrea. Y Cesc, que mima el bal¨®n y lee la jugada. Mira, se prepara y ofrece un bal¨®n en bandeja para que Messi, pactando otro gol imposible con el mism¨ªsimo diablo, remate ante un p¨²blico rendido a su magia. Y todo sucede casi sin querer. En cierto modo, vivimos en lo deportivo un momento tan excepcional como el que sucedi¨® durante la grabaci¨®n de Kind of blue.

El f¨²tbol estaba m¨¢s que inventado, pero Guardiola supo disponer a sus jugadores para que expresaran la manera en la que ¨¦l ve¨ªa el f¨²tbol

Este Barcelona es tambi¨¦n excepcional porque re¨²ne a una generaci¨®n que dif¨ªcilmente se volver¨¢ a repetir. Y francamente as¨ª lo espero. Estos chicos merecen seguir siendo especiales. Si repiti¨¦ramos la perfecci¨®n la banalizar¨ªamos y perder¨ªa la esencia que la distingue. Si cada semana en alg¨²n lugar del planeta alguien pudiera sentarse en un estudio y grabar un nuevo Kind of blue, entonces el grabado por Miles en 1959 ser¨ªa un disco m¨¢s. Y ni Miles merece eso ni este Barcelona que otra hornada como esta se repita hasta dentro de mucho tiempo. Estamos ante el mejor equipo de la historia por lo que hacen y por c¨®mo lo hacen. Miles no invent¨® nada con Kind of blue, simplemente jug¨® las cartas de otra manera para obtener algo nuevo y fresco, y para eso necesitaba a los mejores. Sin ellos Kind of blue no ser¨ªa Kind of blue.

En cierto modo Guardiola hizo lo mismo. El f¨²tbol estaba m¨¢s que inventado, pero ¨¦l supo verlo de otra manera. Supo disponer a esos jugadores para que expresaran la manera en la que ¨¦l ve¨ªa el f¨²tbol y, casi dir¨ªa, la propia vida. Como en el deporte, el jazz es sacrificio. Escala tras escala y nota tras nota, Guardiola y Tito han inculcado a estos chicos que sin trabajo no hay ¨¦xitos. Ese ha sido el gran logro de este equipo de ensue?o. Crear con un bal¨®n y convertir una jugada en una obra maestra. Han hecho jazz con una pelota en los pies. Sin estos jugadores el Bar?a seguir¨ªa siendo el Bar?a, pero desde luego no ser¨ªa el Bar?a que fascina en todo el mundo. Han hecho del f¨²tbol, de su f¨²tbol, un arte dif¨ªcil de repetir. Han hecho f¨¢cil lo dif¨ªcil, como hizo Miles Davis hace m¨¢s de 50 a?os. Verles tocar el bal¨®n es como degustar un concierto de buen jazz, solo que este en azulgrana. Es un concierto que, por otra parte, no quieres que acabe nunca.

Sergio Torres es autor del blog Las Cr¨®nicas de Metr¨®polis.