Despres, a la caza de un motor
El franc¨¦s ejerce de mec¨¢nico en la etapa marat¨®n e intercambia su motor con el de un piloto privado tras romper la caja de cambios
Sobre un manto de piedras, a la entrada de un min¨²sculo polideportivo municipal en la peque?a localidad de Cachi, con las herramientas prestadas por el cami¨®n de la organizaci¨®n y todav¨ªa vestido con parte del mono de faena, el de piloto, no el del mec¨¢nico que fue antes de empezar a ganar un Dakar tras otro, Cyril Despres puso su moto a punto. Eso s¨ª, lo hizo gracias a la generosidad de un piloto polaco, Marek Dabrowski, perteneciente a un equipo privado, pero que corre con una KTM. Despres, que hace muchos a?os se ganaba, y muy bien, la vida como mec¨¢nico en Paris, refresc¨® la memoria, se rode¨® de un buen pu?ado de amigos y puso la log¨ªstica del Dakar a disposici¨®n de su moto.
Lo tuvo que hacer, pues no le quedaba otra, en plena etapa marat¨®n para las motos, caracterizada por la ausencia de asistencias, mec¨¢nicos y log¨ªstica propia en una suerte de vivac improvisado a unos cuantos cientos de kil¨®metros del campamento en el que hac¨ªan noche el resto de equipos y los competidores en coche. Lo hizo reci¨¦n empezada la tarde y hasta que cay¨® la noche, al aire libre, a la vista del resto de rivales, a las afueras de aquel polideportivo a cuyas vallas asomaban decenas de curiosos. Despres se vio obligado a cambiar su motor tras romper la caja de cambios de su moto en mitad de la especial. La aver¨ªa le hizo ceder poco m¨¢s de 13 minutos este viernes y, como consecuencia, perdi¨® 14 minutos con el l¨ªder de la carrera, un sorprendente Olivier Pain. Ocurre que, al tratarse de una etapa marat¨®n, el franc¨¦s necesitaba solucionar el problema con sus propias manos antes de volver a tomar la salida este s¨¢bado, pues otra especial con la caja de cambios rota dar¨ªa al traste con sus aspiraciones de sumar el quinto Dakar.
La aver¨ªa le hizo ceder poco m¨¢s de 13 minutos
As¨ª que Despres localiz¨® a su verdugo, Dabrowski, le pidi¨® un favor ante el que este no se pod¨ªa negar ¨C¡°Es muy importante para nosotros mantener la buena relaci¨®n con KTM. Es bonito que podamos ayudar, y yo no creo que pierda mucho: tendr¨¦ una solo una marcha y quiz¨¢ tenga que conducir hasta la noche, ?pero qu¨¦ puedo hacer?, conced¨ªa-, reclut¨® a un pu?ado de amigos, entre ellos a su mochilero Ruben Faria, al ganador de la etapa y sustituto de Marc Coma en el equipo oficial de KTM, Kurt Caselli, y a Patrick Beaul¨¦, un mec¨¢nico de KTM Canad¨¢ que tambi¨¦n participa en la carrera como privado. Entre los cuatro desmontaron el motor del polaco y lo intercambiaron por el de Despres. Pasaron la tarde y parte de la noche, a pesar del chaparr¨®n que les oblig¨® a buscar cobijo bajo una carpa frente a la entrada del polideportivo.
Pero Despres no perdi¨® los nervios en ning¨²n momento. Cualquiera hubiera tenido dificultades para solventar el problema en una jornada tan compleja como esta, sin piezas de recambio y un equipo de mec¨¢nicos, pero no ¨¦l. Porque sabe mejor que ning¨²n otro como cambiar un motor, porque no tuvo problemas para encontrar a su verdugo, y porque pese a la penalizaci¨®n que le supone cambiar esta pieza (15 minutos) tendr¨ªa que haberlo hecho m¨¢s pronto que tarde, pues nadie completa la prueba con un solo motor. Eso s¨ª, tras horas de trabajo se neg¨® en rotundo a atender a los escasos periodistas presentes. La jornada no hab¨ªa sido tranquila y no ten¨ªa ganas de hacer un ¨²ltimo esfuerzo. Ahora solo le queda confiar en que el motor de Dabrowski, que es id¨¦ntico a los de la KTM oficial pero que el polaco lleva utilizando desde que empez¨® el rally, tenga suficiente vida para que no se vea obligado a volverlo a cambiar antes de llegar a Santiago de Chile. Eso le supondr¨ªa una sanci¨®n extra de 45 minutos que le apartar¨ªa definitivamente de su lucha por el t¨ªtulo.
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