El Madrid, sin bal¨®n y sin moral

Tener el bal¨®n fue el sello que distingui¨® a los mejores jugadores y a los mejores equipos. Con las variaciones propias de cada cultura, desde que este juego se patent¨®, los futbolistas que se distinguieron se realizaron cuando el talento les permiti¨® organizarse con la pelota. Acostumbrado a reunir a los jugadores m¨¢s destacados de cada generaci¨®n, el Madrid edific¨® su leyenda alrededor del bal¨®n. Hasta que lleg¨® Jos¨¦ Mourinho para cambiar la historia y los jugadores le vieron desde?ar la posesi¨®n para centrarse en el trabajo defensivo y dedicar horas a orquestar campa?as de comunicaci¨®n para cuidar su prestigio y su imagen m¨ªtica.

Desde que el Madrid comenz¨® a despe?arse en la Liga, Mourinho ha concentrado sus esfuerzos en protegerse. Tras las pitadas que le dedic¨® el Bernab¨¦u, su agente, Jorge Mendes, ech¨® mano de sus m¨²ltiples tel¨¦fonos m¨®viles para enviar mensajes sms a sus cinco jugadores representados en el Madrid pidi¨¦ndoles que defendieran p¨²blicamente a Mourinho cuando acabara el partido de Copa que jugaron el mi¨¦rcoles contra el Celta. Solo Cristiano obedeci¨®. Los dem¨¢s se escabulleron de una tarea ingrata. El m¨¢nager lleva semanas sin apenas cruzar palabra con la gran mayor¨ªa de la plantilla. ¡°No nos soport¨¢bamos la temporada pasada¡±, explica un jugador. ¡°Y ahora menos¡±.

Los jugadores descubrieron hace tiempo que la prioridad del t¨¦cnico es salvar su reputaci¨®n internacional. ¡°No podemos m¨¢s¡±, dice un futbolista extranjero, que confiesa que el vestuario est¨¢ abatido. ¡°Nos minti¨® cuando dijo que nos proteger¨ªa p¨²blicamente. ?S¨®lo piensa en echarnos mierda! Por eso le hace la vida imposible a Casillas. Porque Iker, desde el principio, le dijo las cosas muy claras por el bien del grupo, dejando en evidencia que sus intereses y los intereses del equipo no siempre coinciden¡±.

Tras el empate ante Osasuna, son ya 12 puntos menos que el curso pasado

El empate (0-0) del s¨¢bado en el viejo Sadar hundi¨® al Madrid un poco m¨¢s profundamente en una depresi¨®n que desconcierta a la hinchada pero que no sorprende ni a los jugadores ni a los directivos, que lo vieron venir. Cumplida la primera ronda de la Liga, con 19 partidos disputados, el Madrid de Mourinho nunca hab¨ªa tenido menos puntos (37 frente a los 49 del a?o pasado y los 48 de 2011). Para encontrar una temporada con menos puntuaci¨®n hay que remontarse a la 2005-2006, antes de que la depresi¨®n econ¨®mica partiera al f¨²tbol espa?ol, cuando al Madrid lo sacud¨ªan los bandazos institucionales y Wanderley Luxemburgo, el entrenador, no pas¨® de los 33 puntos a estas alturas del campeonato.

La posesi¨®n del bal¨®n tambi¨¦n cay¨®. En la primera temporada de Mourinho el equipo tuvo la pelota el 57% del tiempo de juego. El a?o pasado gan¨® la Liga con el 62% de la posesi¨®n y este curso la media es del 56%. El equipo perdi¨® la pelota cuando se le agot¨® la energ¨ªa arrolladora que le caracteriz¨® en el ¨²ltimo campeonato. ¡°La temporada pasada empujamos todos en la misma direcci¨®n porque hab¨ªa mucha necesidad de un t¨ªtulo importante¡±, explica un jugador, que se?ala que la plantilla hizo de tripas coraz¨®n ante todo tipo de conflictos internos porque precisaba reivindicarse ante la afici¨®n para defender los contratos. ¡°Pero¡±, recuerda, ¡°soportamos una presi¨®n demasiado grande¡±.

La plantilla hab¨ªa hecho de tripas coraz¨®n ante los conflictos internos

Los jugadores aseguran que entre 2010 y 2012 aguantaron cosas que no le habr¨ªan tolerado a ning¨²n t¨¦cnico. El presidente, Florentino P¨¦rez, lo sabe porque m¨¢s de un futbolista le advirti¨® de que Mourinho no era el hombre adecuado para entrenar al Madrid. Si los tratos de favor a los protegidos de Mendes, el ambiente opresivo generado por los auxiliares, o el desprecio por las cosas que hacen del f¨²tbol un juego atractivo para los talentosos no hicieron estallar el vestuario fue porque hab¨ªa ¡°necesidad¡±. Todos persegu¨ªan un trofeo. Y todos se entregaron por completo al cumplimiento de las tareas ingratas que requiere el manual del m¨¢nager: presionar sin cesar, jugar en largo, elaborar lo menos posible, y acabar las jugadas con el cron¨®metro, corriendo de ¨¢rea a ¨¢rea, ida y vuelta, sin pensar m¨¢s que en obedecer. ¡°Al final, cuando te pasas dos a?os sin saber lo que haces con el bal¨®n, sin que te den m¨¢s soluci¨®n que el contragolpe, te bloqueas¡±, dice un futbolista. ¡°Con las armas que nos aporta Mourinho, meternos atr¨¢s y pegar pelotazos es la ¨²nica opci¨®n que nos queda¡±.

Con la Copa del Rey en su poder, en abril de 2011, Mourinho se atrevi¨® a revelar la esencia de un ideario que muchos se apresuraron a aplaudir. ¡°El gran f¨²tbol no es tener la posesi¨®n del bal¨®n¡±, declar¨®. A?o y medio despu¨¦s el Madrid ha ganado una Liga a cambio de perder el bal¨®n y la moral.