El ¡°milagro¡± de Ferrer

¡°Ha sido un milagro¡±. Igual que si fuera L¨¢zaro, un muerto resucitado, David Ferrer reacciona con sorpresa a su clasificaci¨®n para las semifinales del Abierto de Australia, donde le espera el serbio Novak Djokovic, porque para levantar los brazos en los cuartos tiene que remontar 4-6, 4-6, 7-5, 7-6 y 6-2 a Nicol¨¢s Almagro y coronar su victoria 500 en el circuito con una hombrada. Tres veces saca el murciano por la victoria y las tres se encuentra con las fauces y los largos restos del alicantino, que le niegan el triunfo. A un paso del cielo, el n¨²mero 11 vive un infierno. Es Almagro rozando la primera semifinal grande de su carrera, poni¨¦ndole fin a su maldici¨®n sobre cemento, domando a un demonio. El resultado, sin embargo, le descubre derrotado por un muro hecho de resabios, veteran¨ªa y dominio de uno mismo. ¡°Sab¨ªa que uno se pone nervioso en los momentos importantes, porque a m¨ª tambi¨¦n me pasa¡±, razona luego el alicantino. ¡°Por eso intent¨¦ jugar con fuerza, estar centrado, no cometer errores y ser consistente. Me mantuvo la garra, las ganas de estar cinco horas m¨¢s en la pista, de luchar, de perder bien si perd¨ªa. Lo tuve perdido durante muchas fases¡±.

?A los 31 a?os, Ferrer es un hombre en paz consigo mismo. Satisfecho con su carrera. A finales de 2012, el espa?ol gan¨® el masters 1.000 de Par¨ªs-Bercy. Fue su primer t¨ªtulo de la categor¨ªa. La culminaci¨®n, entendi¨® el alicantino, de toda una vida deportiva. Eso le ha permitido afrontar 2013 con calma, sin hipotecas, compitiendo por la simple ambici¨®n de mejorar lo conseguido.

¡°El mensaje es de tranquilidad¡±, resume David Andr¨¦s, expsic¨®logo del Villarreal y hoy preparador f¨ªsico del tenista alicantino. ¡°Cuando las cosas vienen mal dadas es cuando se trata de cambiar la din¨¢mica, pero ahora estamos viviendo un momento dulce¡±, prosigue. ¡°David siempre ha sido muy trabajador y ahora se le suma la madurez, de forma que disfruta del tenis y de la competici¨®n m¨¢s que nunca porque sabe que llegar¨¢ el momento en que no pueda hacerlo¡±, a?ade. ¡°Quiz¨¢s tambi¨¦n influya que se le est¨¢ reconociendo el m¨¦rito de lo conseguido todos estos a?os, y ¨¦l devuelve ese cari?o con dedicaci¨®n, como no puede ser de otra manera por su educaci¨®n y su forma de ser¡±, dice. ¡°(...) ?Qu¨¦ partido!¡±, comenta sobre su encuentro con Almagro. ¡°Mira que lo tenemos visto y a¨²n as¨ª nos sorprende con una vuelta de tuerca m¨¢s¡±.

Almagro vive el encuentro desde el otro extremo. El murciano, que acaba con un adductor roto y con l¨ªquido en el tend¨®n de un tobillo, arranca a un ritmo alt¨ªsimo. La frecuencia de sus golpes tiene la cadencia de los elegidos. Es un ejercicio de convencimiento acompa?ado por las armas necesarias: Almagro no deja que Ferrer se acune en el fondo de pista horadando sus piernas con largos intercambios. No deja que el alicantino le ahogue los pulmones mene¨¢ndole de una esquina a la otra, como si fuera un parabrisas desesperado por la lluvia que no cesa. Almagro pega, pega y pega un pelotazo tras otro para acortar los peloteos. El saque, supers¨®nico hasta los tres juegos en los que sirve por el duelo (entonces vive casi sin primeros), le protege. Si los rel¨¢mpagos de su rev¨¦s paralelo rematan puntos para la videoteca, es su derecha la que apuntala su ventaja al no resquebrajarse bajo la presi¨®n de su contrario.

No quiero creer que haya sido un problema mental, opina el murciano

El n¨²mero 11 solo tiembla en el momento decisivo. Muchos recuerdos deben agolparse entonces en su memoria: que nunca ha ganado a Ferrer (0-13 desde ayer); que a finales de 2012 cedi¨® ante el checo Stepanek el punto decisivo de la final de la Copa Davis; que un d¨ªa de 2009 en Par¨ªs-Bercy, tambi¨¦n cuando ya el encuentro era suyo, dej¨® que Rafael Nadal se le escapara vivo pese a que tuvo cinco puntos de partido.

¡°No quiero creer que haya sido un problema mental. Si hubiera sido un problema mental creo que no hubiera ganado los dos primeros sets¡±, resume tras la derrota. ¡°Estoy decepcionado sobre todo con el tie break, pero necesito trabajar m¨¢s para estar preparado para jugar con los grandes jugadores¡±.

Ferrer, ayer durante varios tramos sin la agresividad que le caracteriza, ha competido las semifinales de tres de los ¨²ltimos cuatro grandes, todos menos Wimbledon. El alicantino nunca ha disputado una final de un torneo del Grand Slam. Su momento es ahora. Ya es el d¨ªa. Plantado en la treintena, Ferrer persigue uno de los ¨²ltimos trenes capaces de dejarle m¨¢s cerca que nunca de la gloria. Le espera Djokovic, al que ha ganado cinco veces en 14 partidos.