La Super Bowl se queda a oscuras
La ciudad lucha por demostrar que ha logrado dejar atr¨¢s el golpe del hurac¨¢n Katrina
Por d¨¦cima vez desde 1970, Nueva Orleans ha acogido este domingo la gran fiesta del f¨²tbol americano en Estados Unidos, la Super Bowl n¨²mero XLVII, que ha enfrentado a los Ravens de Baltimore contra los San Francisco 49ers, pero en esta ocasi¨®n ven¨ªa acompa?ada de un simbolismo diferente a todas las anteriores. Hace casi ocho a?os que la ciudad qued¨® semidestruida por el paso del hurac¨¢n Katrina y el majestuoso estadio Superdome sirvi¨® entonces para refugiar a 26.000 ciudadanos. Este domingo, finalizada su reconstrucci¨®n tras el desembolso de m¨¢s de 300 millones de d¨®lares, el Superdome ha albergado su s¨¦ptima final con un contratiempo importante: un apag¨®n de m¨¢s de 30 minutos.
A las 19.38 hora local (01.38 en la Espa?a peninsular) las luces del estadio se quedaban a oscuras. Primero las del campo de los San Francisco 49ers y despu¨¦s las del campo de los Ravens. Tras unos minutos de confusi¨®n, el locutor ha informado por megafon¨ªa a los miles de espectadores que ¡°estamos experimentando una ca¨ªda temporal del servicio el¨¦ctrico¡±.
En el momento del apag¨®n, los de Baltimore ganaban a los de San Francisco 28 a 6. Los ¨¢rbitros decidieron detener el partido. Mientras se esperaba la reanudaci¨®n, algunos jugadores de ambos equipos aprovecharon para hacer estiramientos. La gente en la grada chillaba: ¡°Vamos Ravens¡±, y hac¨ªa la ola. Las escaleras mec¨¢nicas no funcionaban, tampoco el marcador ni el reloj ni otra infraestructuras del Superdome -¡°a excepci¨®n de algunas luces en el techo¡±, ha informado un periodista del San Jos¨¦ Mercury News-.
Tras media hora de incertidumbre, a las 20.10 hora local, las luces han regresado paulatinamente. La compa?¨ªa Energy Corp de Nueva Orleans ha asegurado a la agencia The Associated Press que la aver¨ªa no ha sido debida a una bajada de tensi¨®n en la regi¨®n, sino que parec¨ªa m¨¢s ¡°un problema el¨¦ctrico del propio estadio¡±. ¡°Ahora estamos suministrando luz al Superdome, pero la energ¨ªa el¨¦ctrica funciona perfectamente en el resto de Nueva Orleans¡±, han explicado fuentes de la compa?¨ªa. En estos momentos, las autoridades del estadio est¨¢n investigando las posibles causas del incidente.
Un rev¨¦s para la imagen de Nueva Orleans
Este traspi¨¦ ha oscurecido, en parte, el objetivo de las autoridades de Nueva Orleans de mostrar al mundo una ciudad recuperada tras el paso del Katrina. Para los organizadores, este acontecimiento no era tan solo un espect¨¢culo deportivo de m¨¢s tres horas de duraci¨®n, sino toda una semana de celebraci¨®n en la que, seg¨²n dec¨ªa la web municipal, Nueva Orleans deb¨ªa demostrar que "nadie sabe organizar mejor los eventos que la ciudad del espect¨¢culo".
"Este es el acontecimiento m¨¢s importante que se ha celebrado en la ciudad desde el Katrina", reiter¨® a principios de semana su alcalde Mitch Landrieu a The New York Times. Durante la semana previa a la Super Bowl, Nueva Orleans ha intentado demostrar al mundo que ha conseguido reconstruir su centro hist¨®rico, a pesar de que muchos de sus suburbios contin¨²an sin ser habitables. "Hemos invertido mucho dinero para restaurar a tiempo las l¨ªneas de tranv¨ªa y pavimentar las calles. El mundo va a poder ver el cambio tan brusco que ha sufrido la ciudad", continu¨® el alcalde.
La seguridad ha sido uno de los objetivos primordiales de los organizadores. Casi un mill¨®n de personas visitan la ciudad estos d¨ªas con motivo del Mardi Gras, un carnaval que cada a?o viste de color, m¨²sica y alegr¨ªa las calles de su barrio franc¨¦s, y, adem¨¢s, 150.000 aficionados al f¨²tbol americano han llegado para alojarse en sus hoteles y disfrutar de sus restaurantes. Esta es la segunda vez en la historia que ambos eventos coinciden en la ciudad. La primera vez fue en 2002, meses despu¨¦s de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en Washington. Entonces, estos acontecimientos forzaron a la NFL (Liga Nacional de F¨²tbol Americano) a cancelar el partido, que finalmente se jug¨® una semana despu¨¦s.
"No ha sido una tarea f¨¢cil acomodar a los visitantes que han venido a disfrutar de la Super Bowl. Ha sido todo un reto log¨ªstico para las m¨¢s de cien comparsas que organizan los 35 desfiles que recorren las calles de Nueva Orleans durante el Mardi Gras", asegur¨® Arthur Hardy, uno de los organizadores e historiador de dicho carnaval al mismo diario. "Los operarios contar¨¢n con tan s¨®lo 48 horas para preparar el estadio. Un desaf¨ªo que obligar¨¢ a mucha gente a no dormir algunos d¨ªas. Pero la ciudad de Nueva Orleans necesitaba algo as¨ª, y demostrar que ha mejorado mucho desde 2005", reiteraron las autoridades.
Se espera que durante tres semanas sigan por televisi¨®n las celebraciones unos 100 millones de espectadores, y que las ganancias econ¨®micas lleguen a los 1.000 millones. M¨¢s de un millar de polic¨ªas trabajar¨¢n m¨¢s de 12 horas para proteger a turistas y ciudadanos durante los festejos. Seg¨²n informan en varios medios locales, la Super Bowl ha sido una buena inyecci¨®n econ¨®mica para la ciudad que, seg¨²n se estima, ser¨¢ de 500 millones de d¨®lares. Aunque este dinero no solucionar¨¢ los problemas sociales y de seguridad que persisten en esta metr¨®polis, s¨ª que ha ayudado a que Nueva Orleans siga siendo una ciudad ¨²nica para la diversi¨®n y para el "circo" que se monta alrededor de la gran fiesta del consumismo estadounidense en la que cada pocos minutos hay una tanda de anuncios.
Descrita por muchos como el mejor sitio para celebrar el evento, otros opinan que las celebraciones de la final del f¨²tbol americano han escondido lo que realmente est¨¢ ocurriendo en la ciudad, seg¨²n explica la revista Time. Nueva Orleans ha perdido el 26% de su poblaci¨®n desde el a?o 2000; ahora cuenta con 326.000 habitantes mientras que en ese a?o su poblaci¨®n era de m¨¢s de 480.000. La ciudad tiene un ¨ªndice de pobreza del 29%, casi el doble del resto del pa¨ªs, donde es del 15%. Y la tasa de desempleo aument¨® un 6,5% en 2012.
A?os despu¨¦s del paso destructor del Katrina todav¨ªa es dif¨ªcil conseguir una vivienda, y la tasa de violencia sigue siendo el doble de la nacional. Sin olvidar, adem¨¢s, al barrio m¨¢s azotado por el hurac¨¢n, Lower Ninth Ward. En esta zona, la poblaci¨®n ha disminuido un 80% desde entonces, y sus habitantes viven al margen de la Super Bowl. "No es algo que nos haga muy felices por aqu¨ª", explica uno de sus habitantes a Time.
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