El agujero del mejor Bar?a
La capacidad goleadora de los azulgrana, liderada por Messi, contrasta con las concesiones que el equipo hace en defensa
Hay dos datos muy significativos para comprender la trayectoria del Barcelona: Messi lleva 14 partidos consecutivos marcando por lo menos un gol mientras su portero suma ya nueve seguidos sin dejar la porter¨ªa a cero, desde que el 10 enero los azulgrana le ganaron al C¨®rdoba en la Copa del Rey, por 5-0. Los 80 goles acumulados en 24 jornadas de la Liga contrastan con los 27 recibidos. Los tantos que mete Messi, 37 en la Liga ¡ªpor 6 de Villa y Cesc y uno de Alexis¡ª, pesan m¨¢s en cualquier caso que los encajados por Vald¨¦s o Pinto. ?nicamente ha habido cinco encuentros de campeonato en que el contrario no ha marcado: Espanyol, Granada, Valencia, Levante y Rayo Vallecano.
A cambio de aumentar su pegada, dispuesto a batir r¨¦cords, el Bar?a se ha convertido en un equipo m¨¢s vulnerable, un asunto muy a tener en cuenta cuando se enfrentan competiciones como la Copa y la Champions, en que el valor de los goles tiene una importancia capital. Los azulgrana han mejorado sus registros ofensivos desde que Tito Vilanova sustituy¨® a Guardiola. La entrada de Jordi Alba y el encaje de Iniesta con Cesc han resultado tan beneficiosos como contraproducentes han sido a veces las consecuentes salidas de la formaci¨®n de Abidal y de Villa o incluso de Alexis S¨¢nchez.
Tiene m¨¢s repertorio en ataque el Barcelona, tanto por dentro como por fuera, en corto o en largo, en el juego de asociaci¨®n o en el disparo de media distancia, y en cambio le cuesta m¨¢s replegarse y, sobre todo, combatir las transiciones del adversario. Los rivales llegan con m¨¢s facilidad y rapidez al ¨¢rea de Vald¨¦s cuando el Bar?a pierde la pelota. Las espaldas de los dos laterales se han convertido precisamente en su punto d¨¦bil. La discusi¨®n de Alves y Busquets despu¨¦s del gol de Igualo en Granada refleja la inquietud y la dificultad para delimitar las responsabilidades cuando falla el sistema defensivo.
A los azulgrana, ahora menos presionantes, les cuesta para las transiciones del rival
Alba no es un zaguero como Abidal, capaz de ejercer de lateral y de central zurdo, tanto en el cl¨¢sico 4-3-3 como en el 3-4-3 que tanto utiliz¨® Guardiola en su ¨²ltima temporada. Y, por otra parte, Iniesta y Cesc no presionan tanto como Villa o Alexis, generoso en el esfuerzo y el desmayarse, fall¨®n en el control y el tiro.
La p¨¦rdida de un tercer delantero cuando forman Cesc e Iniesta debilita la l¨ªnea de presi¨®n azulgrana, reducida a Pedro, un agitador y dinamizador, no exento de remate y tambi¨¦n de gol. Y ya se sabe que cuando se aprieta menos, la recuperaci¨®n se dilata, se aplica tarde y deja de ser efectiva. La p¨¦rdida de altura, expresada en las bajas de futbolistas como el propio Abidal y Keita, dificulta igualmente la defensa de las jugadas de estrategia y, por otra parte, las lesiones constantes han martirizado a la defensa. No se sabe, por otra parte, si la baja de Vilanova ha rebajado el trabajo de campo, la especialidad del sustituto de Guardiola.
Aunque participan de la misma filosof¨ªa y libro de estilo, Vilanova, Roura y Altimira parecen a veces menos intervencionistas que Guardiola, famoso por su protagonismo a pie de campo, siempre dispuesto a corregir los movimientos de su equipo. La descompresi¨®n, en cualquier caso, tambi¨¦n le ha venido bien al equipo para recuperar su carta de naturaleza. El objetivo de los t¨¦cnicos es que el equipo recupere ahora el equilibrio defensa-ataque y tambi¨¦n mejore en el control del juego para combatir con garant¨ªas frente a equipos con oficio como el Milan en la Liga de Campeones ¡ªla ida de los octavos de final se juega el mi¨¦rcoles en San Siro¡ª y el Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa ¡ªel pr¨®ximo d¨ªa 26 en el Camp Nou¡ª.
La velocidad en la circulaci¨®n de bal¨®n es tan importante para el Bar?a como la intensidad defensiva, que ha menguado colectiva e individualmente ¡ªMascherano, por ejemplo, no est¨¢ al mismo nivel que el a?o pasado y las lesiones desgastan a Puyol¡ª. La balanza, de todas maneras, sigue siendo claramente favorable. Los goles de Messi siempre suman m¨¢s que los encajados por Vald¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.