¡°Algo hemos hecho mal¡±

San Siro siempre es una trampa, por mucho que la historia diga que en suelo lombardo el Barcelona ganaba m¨¢s que perd¨ªa. Ya no. Sum¨® la tercera derrota en ocho visitas porque nunca se sinti¨® a gusto, encerrado como estuvo en una jaula negra y roja de la que nunca supo salir. Ni siquiera, cuando Piqu¨¦ apareci¨® de 9. ¡°Es un resultado muy malo. En la primera parte controlamos el partido, pero despu¨¦s fue un correcalles. Tenemos que aprender de los errores. El Milan ha dado una lecci¨®n de c¨®mo se juega al catenaccio: ten¨ªan a nueve jugadores siempre por detr¨¢s de nosotros, dentro de su ¨¢rea, era una pared, no pod¨ªamos entrar¡±, resumi¨® el central azulgrana.

Por mucho que Zubizarreta, Roura y Puyol avisaron antes del partido de la dificultad de jugar en Mil¨¢n, no pareci¨® entenderles el entorno, que llen¨® el duelo de cierta sensaci¨®n de tr¨¢mite. Pero result¨® que ten¨ªan raz¨®n, que Mil¨¢n es Mil¨¢n y que el equipo de Allegri no era una nader¨ªa. Supo jugarle al Barcelona, a su manera, por supuesto. En todo el partido hubo cuatro tiros a puerta; dos de ellos los convirti¨® en gol el Milan. Y el Barcelona cerr¨® el partido con un dato ins¨®lito: un solo tiro entre los tres palos.

El Milan ha dado una lecci¨®n de c¨®mo se juega al ¡®catenaccio¡± Piqu¨¦

Como siempre, busc¨® el equipo de Vilanova el camino habitual hacia el gol, con Cesc y con Iniesta por la banda. Pero el camino estaba cerrado y termin¨® por perderse en el bosque milan¨¦s. Para desesperaci¨®n del Barcelona, el Milan se invent¨® dos goles de la nada; primero, con la ayuda de una mano que el ¨¢rbitro no vio; despu¨¦s, tras una mala basculaci¨®n defensiva. El gol de Muntari que empina la eliminatoria ahonda en la sensaci¨®n de fragilidad que transmite este curso el Bar?a, que ha encajado al menos un gol en cada uno de sus ¨²ltimos 10 partidos, algo que no suced¨ªa desde la temporada 1998-1999, cuando encaden¨® 11. Vald¨¦s ha encajado 400 en 489 partidos jugados en el Barcelona y esta temporada lleva 38 en 32 partidos. Algo falla y no es el portero.

Por segunda vez consecutiva en lo que va de Champions el Barcelona se qued¨® sin marcar. Lo hizo contra el Benfica en el ¨²ltimo partido de la fase de grupos, en el Camp Nou, que empat¨®. Es su segunda derrota en este curso europeo, tras el 2-1 en Glasgow contra el Celtic. Pero aquel d¨ªa su juego result¨® reconocible, porque remat¨® m¨¢s de 20 veces. En Mil¨¢n, por mucho que Busquets dominara el centro del campo, por delante no apareci¨® nadie: Cesc, Iniesta y Messi solo encontraron piernas. La Pulga fall¨® 10 de los 13 regates que intent¨®, no tir¨® a puerta y perdi¨® 14 balones. No se le dio mejor a Pedro, la ¨²nica opci¨®n por la banda hasta que apareci¨® en escena Alexis. Siempre hubo m¨¢s espacios a la espalda de Busi que por delante del bal¨®n.

El t¨¦cnico, aunque consciente de la dificultad de la remontada, lanz¨® un mensaje de esperanza. ¡°La valoraci¨®n es f¨¢cil. El resultado es malo. Pero este equipo merece confianza y cr¨¦dito. El resultado ha sido excesivo, pero no es insalvable. No ha sido nuestro mejor partido, han defendido con actitud y atr¨¢s, y a nosotros nos ha costado encontrar profundidad. Pero tenemos confianza en remontar en nuestro campo¡±, afirm¨® Roura.

¡°Ha faltado frescura con el bal¨®n, crear ocasiones. El Milan ha estado muy bien plantado, no nos ha dejado hacer pr¨¢cticamente nada¡±, explicaba Iniesta. ¡°Algo hemos hecho mal, si queremos seguir en la competici¨®n, tenemos que jugar mejor. Ellos han hecho las cosas mejor que nosotros¡±, a?adi¨®, clarividente, Alves.

La ¨²ltima vez que el Barcelona perdi¨® por dos goles de diferencia una eliminatoria de Champions fue, precisamente, en Mil¨¢n, pero contra el Inter, entonces entrenado por Mourinho: el Barcelona perdi¨® por 3-1. De aquella derrota no se levant¨®, y el Inter gan¨® la final en el Bernab¨¦u.