Todos somos interinos
La humillaci¨®n se paga. En el caso de Rafa Ben¨ªtez, literalmente. Acept¨® el puesto de entrenador del Chelsea sabiendo que se le nombraba en condici¨®n de ¡°interino¡±, que solo le quer¨ªan hasta fin de temporada, y sabiendo tambi¨¦n que la afici¨®n le detestaba, que no le perdonaba su etapa en el Liverpool, y que no dejar¨ªa de record¨¢rselo. Pero el due?o ruso del Chelsea le ofreci¨® mucho dinero, suficiente, calcul¨® Ben¨ªtez, para compensar el inevitable da?o a su amor propio.
Pero esta semana, tres meses de aceptar el puesto, el espa?ol explot¨®. Recordando la pel¨ªcula Un d¨ªa de furia de Michael Douglas en la que el protagonista ya no acepta m¨¢s ofensas a su dignidad, estalla y desata una ola de violencia contra la sociedad que le rechaza, Ben¨ªtez sac¨® su pistola el mi¨¦rcoles durante una rueda de prensa y dispar¨®, con vengativa frialdad, contra sus verdugos. Balas a su jefe, balas a la afici¨®n, balas a la prensa. El impacto fue explosivo. Dinamit¨® toda posibilidad de que el Chelsea le renovase a final de temporada, retando al club a despedirle de inmediato.
Lo que m¨¢s le duele a Ben¨ªtez es la insistencia del club en no permitir que nadie olvide su condici¨®n temporal. En el programa oficial que distribuye el Chelsea a los espectadores antes de los partidos nunca se le ha dejado de identificar como entrenador interino. Ben¨ªtez no entiende por qu¨¦ le han tenido que minar la credibilidad de manera tan despectiva. ¡°El Chelsea me ha dado el t¨ªtulo de entrenador interino, un enorme error¡±, declar¨®, indignado. ¡°Soy el entrenador¡Todo el mundo es interino porque despu¨¦s de uno viene otro. El entrenador es el entrenador. Un mes, tres meses, siete meses¡¡±.
Lo que m¨¢s le duele a Ben¨ªtez es la insistencia del cluben no permitir que nadie olvide su condici¨®n de temporal
En cuanto a los aficionados, que no dejan de corear ¡°Fuck off, Ben¨ªtez!¡±, el espa?ol que tantos d¨ªas felices vivi¨® en el Liverpool (a veces causando gran infelicidad en el Chelsea) dijo que ellos ten¨ªan que aceptar su cuota de responsabilidad por los mediocres resultados del equipo. ¡°Los aficionados no est¨¢n creando un buen ambiente en Stamford Bridge [el estadio del Chelsea}. Tienen que entender que est¨¢n cometiendo un grave error¡ Si no, el a?o que viene seguir¨¢n cantando pero estar¨¢n en la Europa League¡±.
Recordando a los periodistas presentes que hab¨ªa ganado pr¨¢cticamente todo lo que se puede ganar en el f¨²tbol, Ben¨ªtez dijo que todos, la afici¨®n incluida, ten¨ªan que estar unidos para lograr lo que todos deseaban, un puesto en Champions la temporada que viene. ¡°Yo me ir¨¦ al final de la temporada¡±, agreg¨®. ¡°No hay necesidad de perder el tiempo conmigo¡±.
El estallido de Ben¨ªtez ha generado divisi¨®n de opiniones en Inglaterra. Se ha complicado m¨¢s o menos la vida con sus pu?etazos en la mesa? ?El impacto en el campo de juego ser¨¢ mejor o peor? Las respuestas se ver¨¢n con el tiempo pero el gesto de rebeli¨®n le tiene que haber hecho bien a Ben¨ªtez como persona. El profesional humillado se transform¨® en un ser humano digno. Y eso se merece un peque?o aplauso.
Por otro lado, lo que el caso Ben¨ªtez ha ayudado a demostrar una vez m¨¢s es la centralidad de la figura del entrenador en un equipo. Dice Ben¨ªtez que en el f¨²tbol los entrenadores son por definici¨®n interinos. Es verdad, salvo en un caso. El de Alex Ferguson, que lleva 27 a?os al mando del Manchester United. Ferguson representa el polo opuesto al Ben¨ªtez de hoy. Si el escoc¨¦s ha logrado forjar siempre un equipo altamente competitivo es por su insaciable deseo de triunfar pero tambi¨¦n porque cuenta con el apoyo incondicional de su club, de su afici¨®n y de sus jugadores. Ha entendido mejor que nadie que el entrenador necesita poder para imponer respeto, para sacar los mejor de los jugadores. Ferguson goza de ese poder y por eso cuenta con la posibilidad de vencer el martes en Champions a un equipo, el Real Madrid, que, jugador por jugador, es mucho mejor que el suyo.
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