La intuici¨®n contra el m¨¦todo

Ocurri¨® el viernes en la Par¨ªs-Niza. En la subida final a la monta?a de Lure, en la hermosa Provenza, el l¨ªder, ingenuo y atacante, un pitbull norteamericano llamado Talansky, ataca una, dos, tres veces en los ¨²ltimos kil¨®metros. Indiferente, el l¨ªder que va a ser, el australiano de Tasmania Richie Porte, deja hacer. Se mantiene a rueda de su ¨²ltimo gregario, el vizca¨ªno David L¨®pez, y contempla en su manillar la pantalla del medidor de vatios. Calcula. Tiene margen. Llegado el momento, a menos de dos kil¨®metros para la cima, acelera, alcanza el n¨²mero de vatios que sabe puede mantener durante cuatro minutos y se mantiene. Talansky, el osado, cae en amarillo. El domingo, en la cronoescalada, Porte remata.

El s¨¢bado, en la Tirreno-Adri¨¢tico: Contador, el grande, ataca lejos y se va solo en la subida a Prati di Tivo, en los Abruzos que parecen taiga, paisaje nevado y ¨¢rboles desnudos. El brit¨¢nico de Kenia Froome, su rival, deja hacer, contempla la pantalla de su SRM (el medidor de vatios) y sigue tranquilo tras sus ¨²ltimos gregarios, Ur¨¢n y Henao, colombianos que saben lo que hacen. A menos de dos kil¨®metros, atacan Nibali y Santambrogio, otros dos duros. Froome sigue calmo. Los vatios mandan. Ur¨¢n los mantiene a tiro. Solo a 800 metros, el SRM le dice a Froome que ataque. Lo hace entonces sin mirar atr¨¢s. Solo los vatios importan. Cu¨¢ntos puedo mover, cu¨¢nto tiempo. Adelanta a los tres. Gana la etapa.

Porte y Froome hablan ingl¨¦s y corren para el Sky, como Wiggins, quien gan¨® el Tour el a?o pasado convirtiendo las etapas en hoja de c¨¢lculo. El ciclismo de inspiraci¨®n y coraje parece perdido. Solo queda la esperanza que se puede entrever en una declaraci¨®n de Contador: ¡°El ataque me sirvi¨® para comprobar c¨®mo funciona el m¨¦todo Sky, su fijaci¨®n con el SRM¡±. La esperanza es eso, y la propia leyenda del ciclismo, construida justamente de desaf¨ªos, cabezoner¨ªa e insistencia.

La leyenda se hizo carne ayer en las carreteras imposibles de las Marcas italianas, donde se unieron el squalo de Messina Nibali, un recorrido ca¨®tico con muros de enormes porcentajes (Sant'Elpidio al Mare: tres kil¨®metros con puntas al 27%), la lluvia y los descensos. La etapa, la pen¨²ltima de la Tirreno-Adri¨¢tico, se hizo cl¨¢sica. Contra el SRM que todo lo controla, salvo el flujo de adrenalina, el miedo y el coraje, atac¨® Nibali descendiendo, a 15 kil¨®metros para la meta. Por delante de Froome, sin gregarios, sin m¨¦todo y sin m¨¢s recurso que su propio valor, se formaron grupos. En uno, Contador, con Samuel, en otro, al lado de Nibali, Purito y Sagan, que gan¨® la etapa. L¨ªder: Nibali. A Froome, a 34s, le queda, el m¨¦todo, la crono de hoy.