Tensi¨®n competitiva
El Barcelona estar¨¢ ma?ana en el bombo de los cuartos de la Champions despu¨¦s de completar un partido memorable ante el Milan. El encuentro fue un compendio de los muchos atributos que han convertido a la Copa de Europa en la competici¨®n global por excelencia, por el riesgo, la capacidad de sorpresa y sobre todo por su emoci¨®n. Hay pocos actos m¨¢s dram¨¢ticos que una jornada de la Liga de Campeones.
Al Bar?a le ha permitido recuperar en una noche las muchas cosas que hab¨ªa ido perdiendo con el transcurso de los d¨ªas, cuando el f¨²tbol se mide por los goles y los puntos de la Liga. Ning¨²n campeonato exige una mayor tensi¨®n competitiva que la Champions, y los azulgrana se reencontraron con su mejor versi¨®n cuando volvieron a cruzarse con el mismo equipo que antes les hab¨ªa desmoralizado por su cobard¨ªa en San Siro.
El reencuentro supuso un remonte y una recuperaci¨®n, una redenci¨®n. Los barcelonistas fueron de nuevo un equipo valiente en la cancha. Un entrenador no se gana la credibilidad con sus declaraciones sino a trav¨¦s de las alineaciones. A¨²n a riesgo de equivocarse, hay que cantar el once sin politiquear, nada de respetar los estatus del plantel, sino que se trata de convencer a los futbolistas con una buena visualizaci¨®n del partido.
El Bar?a dispone de las mejores condiciones para que 15 futbolistas se peleen cada semana en la Liga para ganarse un puesto para cuando vuelva la querida Champions
Tanto los t¨¦cnicos como los futbolistas y los aficionados acudieron al estadio despu¨¦s de haberle dado muchas vueltas a la visita del Milan. Nada que ver con las rondas con el Inter y el Chelsea, cuando se daba por descontada la victoria y se justific¨® la derrota por culpa del rival. Hab¨ªa que pelear por la victoria desde la grada hasta la cancha y por tanto era vital ser competitivo y estar tenso, aceptar el desaf¨ªo con humildad y determinaci¨®n.
Era necesario dar valor al abono de socio de la misma manera que se impon¨ªa que los jugadores supieran que la titularidad se consigue en el campo de entrenamiento y de acuerdo con las caracter¨ªsticas del contrario y no como ocurr¨ªa desde M¨¢laga, cuando 11 futbolistas gestionaban a su antojo el calendario. La rutina y la inercia condujeron a la especulaci¨®n en San Siro y el Bernab¨¦u. As¨ª que se impon¨ªa agitar el Camp Nou.
Atacando bien, se defiende mucho mejor, sobre todo en el ideario del Barcelona. La agresividad futbol¨ªstica le ha permitido al conjunto azulgrana recobrar la confianza, salvar su honor y redoblar su jerarqu¨ªa. Ahora est¨¢ donde le corresponde por curr¨ªculo ni m¨¢s ni menos. Nada ha ganado a¨²n. No ha hecho nada m¨¢s que revertir en una gloriosa jornada de la Champions una tendencia a decaer observada desde hace algunos partidos por culpa de la distensi¨®n.
Eliminado el Milan, el Bar?a dispone de las mejores condiciones para que 15 futbolistas se peleen cada semana en la Liga para ganarse un puesto para cuando vuelva la querida Champions. La magia no llega por azar sino que a los mejores les pilla trabajando, por la misma regla de tres que hay dos maneras de activar a un equipo traspuesto: la v¨ªa individual, al estilo Mourinho con Casillas, o la colectiva, como ha hecho Barcelona.
Ha vuelto el Bar?a y se anuncia para fin de mes el regreso de Tito Vilanova. Momentos para disfrutar, que no para celebrar. Ni siquiera la excelente campa?a que viene haciendo el equipo exime al club de tomar decisiones con vistas al futuro. A fin de seguir disfrutando de noches como la del martes, el Bar?a precisa estimular la tensi¨®n competitiva de sus aficionados y de sus futbolistas. Hay que estar parar ganar.
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