¡°Pellegrini me cambi¨® la mentalidad¡±

Willy Caballero (Santa Elena, Argentina) est¨¢ haciendo una gran temporada en el M¨¢laga. A sus 31 a?os, el portero vive una espl¨¦ndida madurez. Le ha costado llegar a la ¨¦lite.

?Pregunta. Hace dos a?os lleg¨® usted a un M¨¢laga en zona de descenso. Ahora juega por estar entre los cuatro mejores equipos de Europa. ?C¨®mo se explica esta transformaci¨®n?

Respuesta. Se ha plasmado un cambio hist¨®rico como era poner a un club que siempre pele¨® por salvarse entre los mejores. En ese tr¨¢nsito ha sido fundamental la aportaci¨®n del cuerpo t¨¦cnico liderado por Manuel Pellegrini. Pellegrini nos cambi¨® la mentalidad e hizo cuajar a un gran grupo de jugadores que fueron llegando al M¨¢laga. La propia ciudad ha sentido este cambio tan radical, que le permite al aficionado del M¨¢laga estar orgulloso de su equipo.

P. Su trayectoria se asemeja a la del M¨¢laga. Hace dos a?os jugaba en Segunda y ahora destaca en la Liga de Campeones. Ha mejorado usted mucho, como su propio equipo.

R. Es cierto. Mi carrera experiment¨® un salto de calidad tremendo al entrenarme y competir con un grupo de jugadores muy buenos. Eso me hizo crecer. Pellegrini, adem¨¢s, te exige el triple de lo que me exig¨ªan en Segunda Divisi¨®n. O te pones las pilas o te pasan por encima. Pellegrini supo pulir mis defectos y cambiar mi mentalidad.

P. ?Por qu¨¦ le ha costado tanto triunfar en Primera?

Pellegrini nos cambi¨® la mentalidad e hizo cuajar a un gran grupo de jugadores que fueron llegando al M¨¢laga

R. No lo s¨¦. Hac¨ªa mi trabajo en el Elche y nunca llegaba nada concreto. Todos los a?os viv¨ªa con dos ilusiones que no se plasmaban: el ascenso y mi traspaso a un buen equipo. Nada se concretaba pero nunca baj¨¦ los brazos. Ya no me hago esa pregunta. Ahora estoy disfrutando.

P. ?C¨®mo se llama el portero del Dortmund?

R. No lo s¨¦, pero s¨ª s¨¦ c¨®mo ataja, cu¨¢nto mide, c¨®mo va... Estoy seguro de que ¨¦l tampoco sabe c¨®mo me llamo yo.

P. ?Se imagina ganando la Liga de Campeones?

R. Todos los d¨ªas sue?o con eso.

P. ?Es tan fiero el Dortmund como lo pintan?

R. S¨ª, pero tambi¨¦n lo era el Oporto y los dejamos fuera. Lo que m¨¢s me impresiona de los alemanes es su alma competitiva, que hace que no se rindan nunca. Son una raza guerrera. Adem¨¢s, el Dortmund juega muy bien al f¨²tbol, con creatividad y contundencia.

P. ?Gatti o Fillol?

R. Me quedo con Fillol.

P. ?Casillas o Vald¨¦s?

R. Casillas fue el mejor hasta que el a?o pasado lo super¨® Vald¨¦s.

P. ?Qu¨¦ le ense?aron en Boca?

R. Todo. Yo era un chiquito de 14 a?os que lleg¨® de una localidad peque?a a Boca. Me ense?aron a golpear el bal¨®n, a pararlo, a gritar, a mandar y a ser arquero. Y lo m¨¢s importante: me ense?aron a competir siempre por ganar y salir campe¨®n.

P. Usted gan¨® un oro ol¨ªmpico con Argentina en Atenas 2004. Su entrenador era Marcelo Bielsa.

Casillas fue el mejor hasta que el a?o pasado lo super¨® Vald¨¦s

R. Conoc¨ªa a Marcelo de antes. La convivencia con ¨¦l en el Preol¨ªmpico que ganamos y en los Juegos me dio a conocer a un enfermo del f¨²tbol. Le dedica a este deporte las 24 horas del d¨ªa. Quiere la perfecci¨®n en sus equipos. Como persona, a pocos conoc¨ª tan recto y sincero.

P. ?Se parecen en algo Bielsa y Pellegrini?

R. No. Son dos caracteres diferentes tanto en lo personal como en el estilo con el que juegan sus equipos. Marcelo es m¨¢s de presionar y agobiar al rival, con un f¨²tbol muy vertical. Manuel es mucho m¨¢s de tener la pelota, de crear, de utilizar la calidad t¨¦cnica y los espacios para superar al rival. Manuel busca los espacios desde la posesi¨®n de bal¨®n y Marcelo va con todo, m¨¢s fuerte.

P. Est¨¢ haciendo una temporada fant¨¢stica. Se ha ganado, adem¨¢s, a la afici¨®n. Fall¨® ante el Espanyol y la grada core¨® su nombre...

R. Me doli¨® ese error. La reacci¨®n de la gente fue muy agradable. La afici¨®n se dio cuenta de mi error, pero me perdon¨®. Los necesitamos, hoy y siempre.

P. ?Cu¨¢les son las claves de este M¨¢laga?

R. Un gran grupo de jugadores, una filosof¨ªa impuesta por Pellegrini que no cambiamos por nada y la ambici¨®n de conseguir algo importante. No queremos que el M¨¢laga tenga techo.